El viernes próximo pasado, mientras se reparaba una fuga de gas, ocurrió un siniestro en un barrio cerrado en Rincón de Milberg (partido de Tigre) en el que resultaron heridos los trabajadores Federico Edorna, de Naturgy Ban, y Carlos Cicala y Adrián Argañaraz, de Ezentis.
Fueron internados con diferentes grados de complicación y estarían fuera de peligro. Pero el compañero Edorna tiene quemaduras en el 60% del cuerpo y los compañeros Cicala y Argañaraz, el 15% de sus cuerpos.
Desde la APJ GAS expresamos nuestra solidaridad con los compañeros y sus familias, y nuestra disposición a ayudar en todo lo concerniente a la recuperación física y psíquica de este episodio de envergadura sufrido en cumplimiento de sus tareas.
La APJ GAS insiste hace años en que la atención de emergencias es un área a la que las empresas no le prestan suficiente importancia y que sufre un deterioro cada vez mayor. El dato objetivo es que en los últimos meses contamos con seis compañeros quemados –tanto efectivos como contratados– en diferentes episodios donde los trabajadores ponen el cuerpo y sufren las consecuencias temporales y permanentes.
Es por esto que reclamaremos una nueva reunión con Naturgy Ban, como titular y responsable de la concesión de la distribución de gas natural en el oeste y norte del Gran Buenos Aires, y con Ezentis en su carácter de contratista del servicio.
También reclamaremos que el Enargas actúe en su carácter de regulador de la actividad gasífera en todo el territorio nacional y como organismo encargado de investigar las causas profundas de estos siniestros.
Es necesaria una investigación profunda sobre los métodos de trabajo que se ordenan, la ausencia de política de seguridad e higiene industrial en Naturgy Ban, la información con que cuentan los compañeros cuando van a desarrollar estas tareas riesgosas y de las cuales depende la seguridad pública y la propia integridad, la dotación que se requiere para desarrollarlas correctamente y para que el sector tenga una presencia activa.
Reducir personal hasta niveles no compatibles con un servicio público seguro, continuar tercerizando puestos de trabajo que hacen al giro central de la empresa y a su responsabilidad por la seguridad pública, flexibilizar las políticas de seguridad, ahorrar en herramientas y ropa de trabajo, no mantener una política regular de capacitación son todos elementos concurrentes para que se produzcan siniestros como estos cada vez más seguido y con peores consecuencias.
Las empresas no pueden ampararse siempre en responsabilizar a los trabajadores que realizan tareas peligrosas sin contar con todos los elementos necesarios. Y los trabajadores debemos exigir que se cumplan todos los protocolos de seguridad, disponer del herramental y la vestimenta adecuados, y contar con la información previa imprescindible para detectar y reparar las fugas y los escapes.
¡Basta de poner el cuerpo! Por la seguridad en el trabajo y en el servicio público.
COMISIÓN DIRECTIVA APJ GAS