Pionero del ecosocialismo y mártir del Amazonas

Un día como hoy pero de 1988 era asesinado Francisco Alves Mendes Filho, recolector de caucho, activista de la defensa medioambiental y sindicalista brasileño que Luchó de manera pacífica contra la extracción de madera y la expansión de los pastizales sobre la Amazonía y lideró la organización de los recolectores de caucho en esa región del Brasil y la defensa de los pueblos de la floresta (pueblos originarios, seringueiros, recolectores de caucho y habitantes de las riberas de los ríos, entre otros).
Nació en 1944 en el singeral “Puerto Rico” (plantación de seringueiras de cuyo látex se fabrica el caucho) de Xapuri, estado de Acre, fronterizo con Bolivia y Perú. Hijo de Maria Rita Mendes y Francisco Alves Mendes, campesinos emigrados del nordeste brasileño y devenidos en recolectores de caucho en la Amazonia. Comenzó a trabajar a los nueve años como cauchero o seringueiro, aprendió a leer y escribir a los catorce y completó su alfabetización a los veinte.
En su educación cumplió un rol fundamental Euclides Fernando Távora, ex oficial del ejército que participó de la “columna Prestes”, movimiento político-militar -heredero de la rebelión de los tenientes- que enfrentó a la República Velha o República del café com leite (sostenida por los dueños cafeteros de Sao Paulo y los ganaderos de Rio Grande do Sul), presionó por el voto secreto y defendió de la educación pública, marchó por el país durante dos años y medio, recorrió 25.000 km. por 13 estados y cambió el mapa político del Brasil.
Távora le enseñó rudimentos del mecanismo usado por los patrones y comerciantes para explotar a los caucheros y de la importancia de unir fuerzas en los sindicatos como lugar de síntesis de las experiencias vividas en la condición de trabajadores y de defensa organizada. Esa enseñanza fue confirmada por su dura experiencia como niño y, luego, como joven trabajador.
En 1973 tuvo contacto con las comunidades católicas de base que supuso un nuevo escalón de aprendizaje, en especial el valor del diálogo. A la par conoció el accionar de la Confederación Nacional de Trabajadores Agrícolas y a Wilson Pinheiro, sindicalista y primer presidente del Sindicato de Trabajadores Rurales de Brasiléia (Acre) que ampliaron su visión respecto las posibilidades de organizar la lucha de los trabajadores y contra la desforestación creciente.
Era la época de posguerra donde bajó abruptamente el precio del caucho. La Amazonia fue amenazada por la extracción minera y la ganadería, y por ende, la desforestación. Hacían su aparición los “garimpeiros” y “fazendeiros”. También la destrucción del medio ambiente, la contaminación y los asesinatos de líderes sindicales y ambientalistas.
En 1975, Mendes participó activamente en la fundación del Sindicato de Trabajadores Rurales (STR) de Xapuri. Además, de la lucha local puso gran énfasis en la educación de los habitantes de la región. La construcción de escuelas y el dictado regular de clases fue superior al relevado en todo el estado de Acre. Los profesores eran elegidos por la propia comunidad, se publicó y distribuyó una cartilla alfabetizadora para los seringueiros y se enfocó en la preparación.
En 1976 participó del primer “empate”: acciones pacíficas llevadas adelante para evitar que las empresas ingresaran a la selva a realizaran la tala furtiva de la seringueira. Los seringueiros, los originarios, los campesinos y sus familias se tomaban de las manos y formaban una “trinchera humana” frente a las motosierras y las guadañas para impedir la tala indiscriminada y defender la biodiversidad de la selva. Además, discutían cara a cara con los “peãos”, obreros encargados de cumplir las órdenes de deforestación, sobre las consecuencias de su “trabajo” y la importancia del bosque. Muchas veces la acción de sensibilización evitaba la violencia y la tala.
Crecía una lucha frontal contra las empresas madereras y la expansión de los pastizales. Fueron 45 “empates” que lograron impedir la deforestación de 1,2 millones de hectáreas de selva a un alto precio: 400 detenidos, 40 torturados y varios muertos. Uno de ellos fue el dirigente Wilson Pinheiro, cuya figura había trascendido los límites del sindicalismo e integraba la Comissão Municipal Provisória do Partido dos Trabalhadores de Brasiléia, en Acre.
Chico Mendes fue elegido presidente del STR de Xapuri, cofundó el Sindicato de Recolectores de Caucho y Conductores de Camiones y fue el principal impulsor del «Consejo Nacional de los Seringueiros”. Otro escalón organizativo en esta lucha desigual fue la unidad entre los recolectores del caucho y los indígenas, hasta ese momento alejados. Impulsó la alianza de los Pueblos de la Selva, la incorporación indígena a las reuniones municipales de los caucheros, en los comités organizadores del Consejo Nacional de Caucheros.
No obstante, advirtió que la lucha reivindicativa tenía límites y que no prosperaría sin una activa participación política. Se acercó al Partido Democrático Brasileño y luego al PC do Brasil. Finalmente fue uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores en Acre y, más tarde, de la Central Única de Trabajadores (CUT) de ese estado brasileño.
De los Pueblos de la Selva se originó el modelo de las Reservas Extractivas (Resex), cuya base era la costumbre existente en las Tierras Indígenas. Son unidades “unidades de conservación de uso sostenible que protegen tanto la biodiversidad como las formas de vida de las comunidades tradicionales en territorios federales y son disfrutadas por las personas que viven allí». Actualmente, existen 92 Reservas Extractivas y de Desarrollo Sustentable (estaduales y federales) que cubren un área de 35.000.000 de hectáreas representando 4,8% de la Amazonía Legal y 8% de los bosques de la región, que benefician a 1.500.000 personas. En otras regiones de Brasil existen 29 unidades que cubren 535.000 hectáreas adicionales. En ellas se recolectan caucho, fibras, frutos y medicinas silvestres y existen más de 1.400 plantas selváticas que tienen principios activos contra el cáncer.
A mediados de los ’80 el gobierno quiso atravesar la Amazonia y socavar la lucha contra la deforestación con la construcción de la ruta BR-364 para unir Cuiabá con Porto Velho. Los estudios previos fueron devastadores pero la planificación continuó se ejecutaron 200.000 incendios para permitir la existencia de una traza. El trabajo internacional de Chico Mendes que se reunió con organizaciones ambientalistas estadounidenses y europeas, con representantes del Senado de EE UU e, inclusive con miembros del BID, el apoyo de Universidad Federal de Brasilia, las Comunidades Eclesiales de Base, la CONTAG y el asesoramiento de la antropóloga Mary Allegretti conformaron un combo demoledor y, finalmente, el BID suspendió la financiación de la obra que hería la Amazonia de punta a punta.
Su prestigio global creció. La Unión Democrática Rural (el partido de los hacendados) lo condenó a muerte. Darly Alves de Silva y Darcy Alves Pereira ejecutaron los escopetazos al pecho. Fueron apresados a desgano, procesados y condenados. Dos años después escaparon de prisión y algunos años después fueron recapturados.
Creyeron que con su asesinato lo silenciaban. Fue lo contrario, su figura se agigantó y abrió conciencias. La preservación de la Amazonia y el uso racional de sus recursos naturales es una lucha inconclusa amenazada por latifundistas, gobiernos genuflexos, gritos de sirena enarbolando la “economía verde” y de inconsistencias del campo popular. La defensa de la casa común necesita del compromiso de millones para evitar su desaparición. Él transitó su camino, sembró estrategias colectivas y preparó líderes para explicar y accionar. Es el tiempo de que millones tomemos nuestro lugar y ensanchemos el camino del cuidado planetario.
Salú Chico Mendes! Te siguen acompañando los bosques, las selvas, el açaí, el patoá, el abacaba, el buriti, la pupunha, el babaçu, el tucumã, la copaíba, la miel de abejas y miles de jóvenes y adultos que luchan y no olvidan que sin vida en el planeta, lo demás es biri biri.
“Chico vive, la lucha continúa”, como dicen en Brasil. Aunque a veces no parezca…