El viernes 17 de agosto la empresa comunicó a nuestra entidad sindical que está dispuesta a abonar un aumento suplementario del 5% a partir del 1/8/18 en consonancia con lo que está aconteciendo en el resto de la industria del gas natural.
Comunicó, además, que están desarrollando las últimas consultas con todos los accionistas de TGN para formalizar una respuesta integral que incluya la propuesta del pago con los haberes del mes de agosto o con un pago complementario durante los primeros días de septiembre.
La APJ GAS viene reclamando este aumento suplementario que disminuya la diferencia entre la inflación real acumulada -que ya trepó al 19,6 a julio- y que permita recomenzar las negociaciones del segundo semestre a partir de septiembre con un menor grado de tensión.
Por otro lado, avizoramos una inflación mayor al 30% anual, producto del imparable aumento del costo en los productos de la canasta familiar -especialmente la canasta básica-, el incesante aumento de los combustibles, del transporte, de los impuestos y del impacto que tiene el incremento de los servicios públicos básicos (luz, gas, agua y telefonía fija y móvil).
Al mismo tiempo, se incorporan dos datos que afectan el poder de compra de nuestros salarios: la devaluación del peso argentino y la negativa global de las instituciones internacionales de préstamo a continuar financiando el déficit local.
Por último, se agrega el nuevo culebrón de la política argentina: denuncias de corrupción en cadena, arrepentidos en tropel, excarcelaciones a granel -después de confesar que cometieron delitos con dineros públicos- y sospechas crecientes de que esta trama involucra a funcionarios del gobierno anterior y del actual y empresas que detentan el mayor porcentaje de la obra pública en ejecución.
Este cóctel de acontecimientos -asumidos en muchos casos por los propios protagonistas- va develando capas de corrupción pasada y presente, que involucra a varios de los que tuvieron y tienen el poder económico y político de nuestro país y que, no solo, causan daño a la credibilidad nacional sino que también operan sobre la degradación del poder de compra de nuestros salarios.
La corrupción y las políticas públicas en contra de las mayorías en nuestro país no son neutras. Los trabajadores/as lo sabemos porque somos los primeros en pagar las consecuencias. Nuestra respuesta seguirá siendo: pelear por recuperar nuestros salarios aún en momentos de confusión, mejorar nuestros niveles de organización y disponernos a discutir el segundo semestre con firmeza y racionalidad. La realidad nos vuelve a demostrar que en Argentina el problema no son los sueldos ni la lucha por mejorarlos sino cómo se detenta el poder y a quién se beneficia. Cada vez mas clarito.
COMISIÓN DIRECTIVA APJ GAS