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Efemérides 09 de Febrero – Aletta Jacobs

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Aletta Jacobs

Un día como hoy pero de 1854 nacía Aletta Henriëtte Jacobs, médica, inventora, feminista y sufragista de los Países Bajos y una de las primeras impulsoras de la anticoncepción femenina de la historia.
Nació en Sappemeer, provincia de Groninga, al norte de los Países Bajos. Hija de Anna de Jongh y de Abraham Jacobs, médico rural. Fue la octava de doce hermanos en esta familia judía. Desde pequeña acompañó a su padre en las consultas que realizaba en el campo, apreció el significado de la práctica médica y la importancia de la ayuda que brindaba en territorios alejados.
Su padre, además, la instruyó en matemáticas e historia y en lenguas como latín y griego. Terminó sus estudios primarios en 1867 pero, en esa época, las mujeres tenían prohibido cursar estudios secundarios. Comenzó, entonces, un pertinaz seguimiento por carta al ministro de educación para que le extendieran un permiso especial a los efectos de inscribirse en la carrera de farmacia. Lo logró y en 1870 le certificaron su condición de ayudante de farmacia.
Paso seguido, repitió la operación con el primer ministro para ingresar a la universidad de Groninga. Al año siguiente, su padre recibió una respuesta oficial: Aletta podía matricularse en la universidad de Groninga. Su persistencia permitió que otras mujeres pudieran ingresar a esa alta casa de estudios y se regulara su acceso a la educación superior.
El 8 de marzo de 1879 se convirtió en la primera mujer graduada en medicina en los Países Bajos. Un año más tarde, alcanzó el doctorado. Viajó a Londres donde tuvo contacto con feministas y activistas que luchaban a favor del control de la natalidad y abogaban por el sufragio universal. Se anotició del uso de anticonceptivos para mujeres que trataban de evitar embarazos no deseados.
A su vuelta, abrió un pequeño consultorio en Amsterdam donde daba cursos de higiene y cuidado de niños y atendía en forma gratuita a personas sin recursos, niños/as que vivían en la calle y prostitutas. Conoció la impunidad con que actuaban los proxenetas y los traficantes de personas y el abandono de esas mujeres y niños/as. También se percató de lo poco que conocían las mujeres trabajadoras la existencia de alternativas para evitar los embarazos reiterados. En 1882 abrió la primera clínica de planificación familiar en su país. Difundió la existencia de estos métodos y promovió los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres. Las consultas se multiplicaron a pesar de las críticas feroces de una parte de la sociedad.
Trabajó para perfeccionar un método anticonceptivo que había creado uno de sus profesores, el ginecólogo también neerlandés Wilhelm Peter Johannes Mensinga. Hizo hincapié en la reforma del diseño y la estructura y lo mejoró notablemente.
No solo se ocupó de la salud reproductiva. Inició una campaña para que las trabajadoras de las tiendas, cuyas jornadas sobrepasaban las diez horas siempre de pie y que sufrían grandes trastornos ginecológicos, tuvieran bancos para descansar mientras no atendían a los clientes. Fue una lucha que duró 20 años. Finalmente, se reguló por ley.
A esa altura, las cuestiones políticas ocuparon un espacio de tiempo central. Los problemas se entrelazaban, las soluciones encallaban en los vericuetos burocráticos, muchas costumbres obstruían cualquier propuesta de mejora en la vida cotidiana de las mujeres. Aletta decidió impulsar medidas que operaran sobre los mecanismos de resolución de conflictos, que ampliaran el marco de justicia social y que mejoraran los mecanismos de participación.
Comenzó a trabajar para eliminar la prohibición del voto femenino. En 1884 fundó la Asociación para el Sufragio de la Mujer en los Países Bajos y sentó las bases del movimiento sufragista en su nación. En 1887 se instituyó en la constitución de su país que solo se permitía votar a los hombres. Su trabajo para superar esa barrera discriminatoria se intensificó.
En 1892, luego de más de 10 años de relación, se casó con Carel Víctor Gerritsen. Fue una relación en la que prevaleció el amor, una genuina asociación intelectual y un irrestricto respeto mutuo. Pero también un alto grado de independencia: conservó su apellido, su cuenta bancaria y una parte de la casa compartida para uso individual.
En 1899 participó del Consejo Internacional de las Mujeres realizado en Londres. En 1903 se convirtió en una de las líderes de la Alianza del Sufragio Femenino Internacional. Se alió con sufragistas de otros países y en 1912 recorrió, junto a la sufragista norteamericana Carrie Chapman Catt, varios lugares del planeta: sur de Asia, Oriente Medio, Sudáfrica, Egipto, India, Filipinas, Japón, China y Austria y Hungría, en el continente europeo.
Impulsó que el Congreso Internacional de Mujeres se realizara en La Haya. Ocurrió en 1915 y de ese encuentro mundial, surgió la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF) que fue el movimiento pacifista más importante de la época y que se opuso tenazmente a la Primera Guerra Mundial y promocionó la participación femenina en el escenario internacional.
Eran mujeres que se autodenominaban feministas y pregonaban la igualdad de derechos y un piso de posibilidades de desarrollo personal y colectivo equivalente al que tenían los hombres.
En 1919 el parlamento neerlandés aprobó el derecho de las mujeres a votar. Inmediatamente, Aletta renunció a la presidencia de la Asociación para el Sufragio de la Mujer en los Países Bajos. Su lucha había dado frutos y era necesario ocuparse de pelear por otros derechos postergados. El 5 de julio de 1922 se llevaron a cabo elecciones generales en Países Bajos y las holandesas pudieron ejercer el derecho al voto por primera vez.
En los años siguientes su prestigio creció. Continuó dando conferencias, escribiendo artículos y activando por la causa feminista. El 10 de agosto de 1929 había ido a visitar a su amiga y compañera de ruta en las lides por la defensa de los derechos femeninos Rosa Manus cuando su corazón dijo adiós. Falleció en un pequeño hotel de Baarn, en la provincia de Utrecht.
Salú Aletta! Por tu perseverancia y tu audacia para defender y consolidar derechos básicos en un momento en que lo establecido parecía inamovible.

Ruben Ruiz
Secretario General 


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