Lucy Wills
Un día como hoy pero de 1888 nacía Lucy Wills, hematóloga y médica inglesa que descubrió el factor nutricional que permite prevenir y curar la anemia en las embarazadas.
Nació en Sutton Coldfield, una ciudad cerca de Birmingham. Hija de Gertrude Annie Johnston y de William Leonard Wills, geólogo y naturalista. Cursó sus estudios en la Escuela de Cheltenham, uno de los primeros internados británicos para entrenar a las estudiantes femeninas en las ciencias y matemáticas. En 1907 ingresó en el Newnham College, una facultad solo para mujeres dentro de la Universidad de Cambridge. Aprobó los exámenes universitarios hacia 1911 pero como era mujer no podía obtener un título en esa universidad (comenzó a emitirlos en 1947).
En 1915 se inscribió en la Escuela de Medicina para Mujeres de Londres, la primera facultad en Gran Bretaña que formaba mujeres para ejercer la medicina. Cinco años más tarde obtuvo el Título de Medicina y de Cirugía y la certificación legal para trabajar como doctora. Inmediatamente, trabajó como docente e investigadora en el Departamento de patologías del embarazo del Royal Free Teaching Hospital londinense.
En 1928, mediante un Trata Trust (beca que otorgan organizaciones sin fines de lucro que administran fondos para financiar la educación superior, la investigación o el desarrollo profesional), fue reclutada para trabajar en Mumbai, India.
Fue convocada por Margaret Balfour, quien trabajaba como jefa del Servicio de Salud de Mujeres del Instituto Haffkine de esa ciudad y había detectado
Su tarea fue investigar las razones por las que miles de mujeres embarazadas pobres (especialmente trabajadoras de la industria textil) que se atendían en los hospitales públicos ingresaban con signos recurrentes de anemia.
El primer descubrimiento de Wills fue que los glóbulos rojos en dichas mujeres estaban muy inflamados y no transportaban suficiente hemoglobina (una proteína roja responsable de trasladar el oxígeno en la sangre de los vertebrados).
El segundo descubrimiento fue detectar que las mujeres de mayor poder económico y, por lo tanto, mejor alimentadas tenían menos prevalencia de anemia durante los embarazos.
No había encontrado agentes patógenos que pudieran ser señalados como origen de este mal asique supuso que la causa podía ser una deficiencia nutricional.
En primer lugar demostró que la denominada “anemia perniciosa del embarazo” era diferente a la anemia macrocítica. Ambas tienen como síntoma la deficiencia de vitamina B12 y glóbulos rojos de gran tamaño pero la segunda no conlleva la incapacidad de producir ácido gástrico.
Procedió a alimentar en el laboratorio a monas Rhesus con una dieta similar a la consumida por las mujeres anémicas. Muchas de ellas desarrollaron anemia. Descubrió, entonces, que el extracto de hígado era eficaz en el tratamiento de este tipo de anemia que investigaba. También detectó que las monas embarazadas necesitaban una dosis mayor de extracto de hígado para combatir la anemia.
Dado que dicho extracto era muy caro entendió que no serviría como insumo principal para un tratamiento en el caso de las mujeres más pobres. Sus investigaciones la llevaron a un lugar inesperado: una margarina económica y de consumo popular llamada “Marmite” hecho a base de extracto de levadura. La ingestión de un suplemento a partir de este producto mejoró notablemente la salud de las monas del laboratorio. Esa misma operación la realizó en mujeres embarazadas con anemia y la mejoría en pocos días fue impresionante. Evidentemente, había un “factor” nutricional eficaz para prevenir ese tipo de anemia en mujeres embarazadas.
Publicó los resultados en el British Medical Journal pero admitió no saber qué componente en la “Marmite” o en el extracto de hígado era responsable de la cura de sus pacientes. Durante algunos años el hallazgo fue denominado “Factor Wills”. Recién en 1941 los bioquímicos norteamericanos Herschel Kenworthy Mitchell, Esmond E. Snell y Roger J. Williams pudieron aislar el famoso factor en una espinaca y determinar que el agente salvador era el ácido fólico.
Actualmente, a las mujeres embarazadas se les aconseja consumir ácido fólico para asegurar un embarazo sano. Se comprobó que no solo previene la anemia en las mujeres embarazadas, sino que también reduce considerablemente el riesgo de defectos congénitos severos que pueden conducir a discapacidades permanentes, daños cerebrales o muertes tempranas.
Lucy Wills regresó a Inglaterra a trabajar como patóloga en el Royal Free Hospital de Londres. Fue directora de ese departamento especializado hasta su jubilación en el año 1947. Posteriormente, continuó realizando investigaciones en Sudáfrica y en las islas Fiyi sobre los efectos de la alimentación en la salud y sobre diversas enfermedades. En sus últimos diez años de vida fue miembro del gobierno municipal en el distrito de Chelsea.
Inteligente, tenaz, exigente, crítica de los cánones conservadores en los comités médicos y científicos, con un irónico sentido del humor, aficionada a la música, la lectura, el montañismo, el esquí de fondo, el ciclismo y a los viajes por el mundo.
En el otoño de 1964 se detuvo la máquina con la suavidad y el silencio de una indagadora de mundos mínimos, casi invisibles.
Salú Lucy Wills!
Ruben Ruiz
Secretario General