Día Nacional del Petróleo
Un día como hoy pero de 1907 se comunicó el descubrimiento del primer yacimiento de petróleo en Comodoro Rivadavia que inicia la historia petrolera en la República Argentina; por esta razón, se celebra el Día Nacional del Petróleo en nuestro país.
Sin embargo existen antecedentes de búsqueda del oro negro en nuestro territorio. En 1865 se formó la Compañía Jujeña de Kerosene S.A. que realizó una primera exploración para hallar el fluido que permitiera alimentar el alumbrado público. Una serie de inconvenientes burocráticos hicieron que el proyecto abortara. En 1875, Teodosio López, obtuvo la concesión para explorar un yacimiento en Ledesma, provincia de Jujuy. Con un procedimiento casero elaboró un kerosene que abasteció el alumbrado público de San Salvador de Jujuy, pero problemas financieros y logísticos hicieron que fracasara. En 1886, la Compañía Mendocina de Petróleo realizó algunas exploraciones preliminares en las que lograron extraer cantidades mínimas de petróleo pero el emprendimiento también fracasó. Fueron los primeros intentos privados que se registraron.
En 1902, durante el segundo gobierno de Julio Argentino Roca, se creó la Comisión de Estudios de Napas de Agua, Yacimientos Carboníferos e Investigaciones Geológicas dependiente del Ministerio de Agricultura de la Nación. Estuvo a cargo del ingeniero Enrique Hermitte que orientó una parte de la búsqueda subterránea hacia las fuentes energéticas. Hizo un intento en Chos Malal con dos perforadoras de corona de diamante sin éxito. En 1903 se perforó el Pozo Nº1 en Comodoro Rivadavia hasta los 172m de profundidad pero no se prosiguió ante falta de evidencia de líquidos. Unos tres kilómetros más al norte se perforó el Pozo Nº2 que llamaron Chubut, pero tampoco dio resultados positivos. Más adelante, la Comisión de Napas y Yacimientos pasó a formar parte de la División de Minas, Geología e Hidrología y su conductor continuó siendo el ingeniero Hermitte.
En 1906 llegó de Europa una nueva perforadora para continuar la búsqueda de agua, un equipo Fauck, comprado en Alemania. En marzo de 1907 se comenzó a perforar un pozo a tres kilómetros del Cerro Chenque. Cuando se llegó a los 500 metros de profundidad se paró la perforación; se había llegado al alcance máximo de la máquina sin correr riesgos. En ese momento, el ingeniero Julio Krause, jefe de la sección Hidrología y Perforaciones, tomó una decisión arriesgada. Envió un telegrama a José Fuchs, jefe de sondeo, indicándole que perforaran a mayor profundidad. Llegados a los 545 metros comenzó a surgir un líquido viscoso, de consistencia aceitosa, burbujeante, con olor a kerosene. Habían descubierto petróleo. El quipo estuvo formado por José Fuchs, Humberto Beghín (ayudante), Gustavo Kunzel y Juan Martínez (foguistas), Florentino Sot, Antonio Viegas, Joaquín Domínguez, José Barrabosa y Pedro Gelhorn (peones), Pedro Peresa y Francisco Ferrara (cocineros).
En 1908, el ministro de Obras Públicas, Ezequiel Ramos Mejía, promulgó la Ley Nº 1532 de Fomento de los Territorios Nacionales, que impulsaba una red de ferrocarriles, la regulación de los ríos de embalse y regadío y la reestructuración de los puertos que favorecía el desarrollo de la Patagonia. El 24 de diciembre de 1910, se creó la Dirección General de Explotación de Petróleo de Comodoro Rivadavia, para planificar, controlar y administrar la explotación de las riquezas energéticas, cuyo director Luis Huergo, estaba claramente enfrentado a la estadounidense Standard Oil pero levemente inclinado hacia los británicos.
En esos años, la exploración fue esencialmente estatal, de poca relevancia pero con un crecimiento sostenido. Comenzó con 16m3 en 1907 y alcanzó 130.000m3 en 1916 y la actividad privada, básicamente, tenía fines de acaparamiento y especulación. Solo dos empresas privadas exploraban en 1916. A su vez, los derivados eran importados en un 90% por pocas empresas: la West India Oil Company (WICO), subsidiaria de Standard Oil y la Anglo-Mexican Petroleum Company Limited (ENERGINA), subsidiaria de la Royal Dutch Shell. En menor proporción, la Compañía Nacional de Petróleo, de capitales nacionales pero con importantes aportes de Standard Oil y, posteriormente, la Texas Co. a través de una red de distribuidoras. Un cuadro que ahogaba la autonomía energética.
Al final de su mandato, Hipólito Yrigoyen anunció el plan de Tierra y Petróleo para que el Estado tuviera un rol decisivo en la materia y el 3 de junio de 1922 firmó el decreto de creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales para explotar, industrializar y comercializar petróleo. El segundo presidente radical, Marcelo T. de Alvear, le propuso al ingeniero y general Enrique Mosconi que condujera los destinos de la empresa que había nacido por la decisión política gubernamental, el empuje del sector industrialista del ejército y la neutralidad británica que competía con el cuasi monopolio de la Standard Oil. Mosconi aceptó el cargo el 19 de octubre de 1922 y comenzó una vertiginosa y arriesgada historia. Nacía el nacionalismo petrolero y una dura lucha contra el poder de los trusts extranjeros que manejaban los precios de los combustibles y las posibilidades de desarrollo nacional. Argentina fue el segundo país en el mundo en tener una petrolera estatal integrada verticalmente y eso determinó toda una época.
A los cuatro meses se inauguró el primer surtidor de querosén y luego, seis más. El 20 de junio de 1923 se instaló el primer surtidor de nafta para vehículos, fabricado por el industrial Torcuato Di Tella. Se fundaron o ampliaron pueblos donde había reservas petroleras: Comodoro Rivadavia, Plaza Huincul, Las Heras, Cañadón Seco, Caleta Olivia, Las Tranquitas, Aguaragüe, Vespucio, Taltagal, Cacheuta, Picún Leufú, Saladillo de la Brea, Lunlunta. Muchas de ellas tuvieron sus barrios de viviendas, escuelas, bibliotecas, centros de capacitación, clubes, cines. Cambió el mapa en una parte de la Argentina profunda, olvidada, ninguneada.
A partir de 1918 creció la producción privada. Pero el empuje de YPF fue arrollador. En 1925 se inauguró la Destilería La Plata, para la refinación del petróleo. Se procesaban miles de toneladas de crudo por día y se elaboraba nafta, kerosene y fuel oil. A los pocos meses se comenzó a producir nafta para aviones. La producción de YPF en 1923 fue de 349.000m3 de crudo y en 1929 de 872.000 m3. Toda esta política permitió que en agosto de 1929 se decretara una rebaja de las naftas en la Argentina y tres después, otra rebaja más, lo que permitió competir con las petroleras extranjeras.
Y junto al petróleo se descubrió un hermano: el gas natural. Un 5 de marzo de 1945 se firmó el decreto de Nacionalización del Gas y, a través de YPF, se tomó posesión de las instalaciones de la empresa inglesa Primitiva de Gas y nació otra aventura colectiva que mejoró la vida común. Fue tal su desarrollo que el 1º de enero de 1946, se creó la Dirección Nacional de Gas del Estado, independiente de la petrolera estatal, a cargo del ingeniero Julio Canessa, y el 29 de diciembre de 1949 se inauguró el gasoducto Llavallol- Comodoro Rivadavia (luego extendido hasta Cañadón Seco) de 1605 km de longitud.
Defensa de los intereses nacionales, decisión política, compromiso con el servicio público, sentido de pertenencia de sus trabajadores/as y sus familias, creación de riqueza, mejoramiento de la calidad de vida de millones de habitantes, sensación de que había un futuro colectivo posible. Lo hicieron posible hombres y mujeres que se animaron, que disputaron su porción en la historia contra poderosos de verdad, que demostraron idoneidad, honestidad, coraje, que tuvieron un país en su cabeza y lo plasmaron con acciones concretas. Ya existía la expresión biri-biri en nuestro lunfardo. Ya existían los traidores. También existían los corruptos. Estos personajes de nuestra historia, los superaron con decisión y construcción de poder real para cumplir sus objetivos. No se detuvieron en sus diferencias.
Salú!! Por habernos dejado un legado que deberemos descifrar cómo honrarlo.
Ruben Ruiz
Secretario General