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Efemérides 13 de Julio

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Simone Veil

Un día como hoy pero de 1927 nacía Simone Annie Jacob, abogada y política francesa, sobreviviente de los campos de concentración de Auschwitz, Drancy y Bergen-Belsen, activista por los derechos humanos, europeísta convencida. Impulsora decisiva -contra la opinión de los hombres de su partido, la iglesia católica y la derecha política- de la aprobación de leyes que permitieron el acceso a los anticonceptivos (1974) y la despenalización del aborto (1975).
Nació en Niza, departamento de Alpes Marítimos. Hija de una pareja de origen judío atea, formada por Yvonne Steinmetz y André Jacob.
La ocupación alemana de Francia ejecutada a partir de 1940 cambió abruptamente su imperturbable infancia y adolescencia y trastocó la vida familiar. Las políticas antisemitas del traidor régimen de Vichy y la persecución de la “bestia parda” cayeron sin piedad sobre la familia Jacob. Lograron evitar la deportación a Alemania dado que Niza fue incorporada a la zona de ocupación italiana (conducida por los fascistas con el objetivo de anexar Niza, el principado de Mónaco y su zona de influencia hasta el rio Ródano y la isla de Córcega).
No obstante, la persecución a los judíos/as era implacable. La familia Jacob se dividió y vivió en casas amigas durante un tiempo. Denise, la segunda hija del matrimonio, partió a Lyon y se unió a la Resistencia Francesa. Sus otras hijas e hijo continuaron estudiando. La familia se reunió después de un tiempo pero en marzo de 1944 todos fueron apresados por la Gestapo.
Simone, su madre y una de sus hermanas fueron enviadas al campo de concentración de Drancy y más tarde a Auschwitz. Denise fue deportada al campo de Ravensbrück. Su padre y hermano fueron hacinados en el convoy 73 hacia los Países Bálticos. Nunca más los volvieron a ver.
En su ingreso a Auschwitz, mintió sobre su edad. Zafó de la cámara de gas y recaló en los campos de trabajo. Fueron meses de horror, brutalidad, salvajismo y supervivencia en condiciones extremas que dejaron huellas imborrables en la personalidad de Simone y que consolidaron una firmeza inconmovible en sus actos y toma de decisiones futuras.
Ante el avance aliado, un nutrido grupo de presos/as fue evacuado por los nazis hacia el campo de Bergen-Belsen. El mecanismo utilizado fue una “marcha de la muerte” (caminatas muy extensas sin agua ni comida, con el agravante de que quienes enfermaban o colapsaban eran dejados en el camino o ejecutados). Su madre no lo soportó y sucumbió ante el tifus.
En 1945 las fuerzas aliadas liberaron los campos de concentración. El 15 de abril fue el turno de Bergen-Belsen. Simone retornó a Francia junto a su hermana Madeleine. Sobrevivir fue su victoria. “Teníamos mucho miedo de que no quedase ningún superviviente para contar esta tragedia. Era necesario que algunos sobrevivieran para poder decir lo que había pasado y que nunca más volviese a producirse una catástrofe semejante”, expresó años después.
Ingresó a la facultad de Derecho de la universidad de París y luego al Instituto de Estudios Políticos, donde conoció a Antoine Veil con quien se casó y tuvo tres hijos. Durante un tiempo vivieron en Alemania, más precisamente en la zona alemana ocupada por EE UU.
Se recibió en Derecho y alcanzó el título en Ciencias Políticas, trabajó como abogada algunos años pero renunció a ejercer la profesión. Su objetivo era ingresar a la Magistratura. Aprobó los exámenes de oposición e ingresó en 1956. Su primera función la cumplió en la Administración Penitenciaria del Ministerio de Justicia. Mejoró las condiciones y el trato de las mujeres en las cárceles y, durante la Guerra de Argelia, logró que muchos prisioneros argelinos que sufrían torturas y violaciones en las prisiones del Magreb fueran trasladados a Francia y consiguió que se les aplicara el Estatuto de Presos Políticos a miles de miembros del Frente de Liberación Nacional (FLN).
En 1964 fue designada directora asuntos civiles desde donde logró que se aprobaran normas para consagrar el doble control parental en los asuntos legales de familia y los derechos de adopción para las mujeres. En 1969 ocupó un lugar en el gabinete del ministro de Justicia. Alcanzó un cargo en la Magistratura y en 1970 fue la primera mujer designada secretaria general en su Consejo Superior.
En 1974 ganó las elecciones el republicano de centro-derecha Valéry Giscard d’Estaing. Nombró primer ministro a Jacques Chirac y convocó a Simone Veil para ocupar el ministerio de Sanidad, Seguridad Social y Familia. Desde ese cargo vigorizó la lucha por los derechos femeninos y soportó un cúmulo de agresiones que procesó con templanza y convicción. La primera batalla que ganó fue la ley de acceso a los métodos anticonceptivos (desde 1967 regía solo una autorización para la compra de la píldora anticonceptiva oral combinada con muchas restricciones).
La segunda fue más violenta, dura, con críticas despiadas: se trató de la ley por la despenalización del aborto. Fue insultada, amenazada y acosada por los opositores a la norma, entre los cuales había hombres de su propio partido. Los enfrentó firme en su alocución final del debate parlamentario frente a 481 diputados y 9 diputadas: “No podemos seguir cerrando los ojos ante los 300.000 abortos que, cada año, mutilan a las mujeres de este país, que ofenden nuestras leyes y humillan a aquellas que los padecen”, espetó con claridad y calma.
Su posición venció todas las resistencias y su prestigio atravesó todas las ideologías. Heredó la lucha lejana de Marie de Gournay, Olympe de Gouges, André Léo, Julie Daubié, Paule Minck, Maria Deraismes, de “El manifiesto de las 343” (declaración pública de su experiencia riesgosa y en soledad que hicieron Simone de Beauvoir, Marguerite Duras, Jeanne Moreau, Colette Audry, Christine Delphy, Gisèle Halimi, Françoise d’Eaubonne, Nicole Muchnik, Françoise Fabian, Agnès Varda, Ariane Mnouchkine, Françoise Sagan, Catherine Deneuve, Bernadette Lafont, Claudine Monteil, Monique Wittig, entre otras) y de miles de mujeres que bregaron por esa ley que en la actualidad tiene una vigorosa vigencia ciudadana en Francia.
En 1979 fue electa presidenta del Parlamento Europeo, cargo que ostentó hasta 1982. Fue reelegida varias veces como diputada europea hasta el año 1993. Trabajó en las comisiones de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, de Asuntos Políticos, de Asuntos Exteriores y en la Subcomisión de Derechos Humanos. Si visión europeísta e integradora fue una línea que abonó con entusiasmo y la llevó a cofundar el Partido Europeo de los Liberales y Reformistas que presidió hasta 1989.
Retornó a Francia, fue opositora a los gobiernos socialistas pero se enfrentó a las posiciones de los personajes de la centro-derecha que pretendieron amigarse con la incipiente extrema derecha. Ocupó nuevamente el cargo de ministra de Asuntos Sociales, Salud y Urbanismo, fue electa miembro del Consejo Constitucional Francés y entre 2003 y 2007 integró el Consejo de Administración del Fondo Fiduciario para las Víctimas de la Corte Penal Internacional.
En el verano de 2017 falleció en su casa junto a sus dolores, heridas, alegrías y victorias.
Salú Simone Veil! Por tu coraje ante el horror, tu claridad en los ojos y en la mirada política que trascendió la venganza y buscó la justicia, por tu humanismo que nació de las heridas, por tu calma chicha cuando la mano venía cambiada y tu habilidad para volverla razonable.
Una voz sensata que necesitaríamos con seguridad en estos momentos de frustración global y búsqueda de atajos inconvenientes nacidos en la desesperación ciudadana.

Ruben Ruiz
Secretario General 


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