En día como hoy pero de 2021 se despedía Alberto Canapino, diseñador y preparador de automóviles de competición argentino, multicampeón de Turismo Carretera y Turismo Competición 2000, leyenda del automovilismo nacional.
Nació en 1963 en la ciudad de Arrecifes, “cuna de campeones”. Hijo de Marta y Alberto Luis, preparador de motos y kartings. Alberto fue “fierrero” desde chico, seguramente, influenciado por la actividad de su padre. Se recibió de técnico electromecánico en la Escuela Técnica de Arrecifes e ingresó en la UBA para cursar Ingeniería Mecánica. En cuarto año abandonó la carrera para dedicarse de lleno a la preparación y construcción de automóviles de competición.
Comenzó su travesía de preparador de “fierros” en 1982 con una motocicleta Honda de 100 cm3 que compitió en el Campeonato Argentino de Velocidad de 125cm3. Luego diseñó un sistema de suspensión para monoplazas que actuaban en categorías zonales de su ciudad natal.
En 1985 incursionó por primera vez en el deporte nacional de motores. Lo convocó Luis Rubén Di Palma para reemplazar a Miguel de Guidi en la preparación del motor y el diseño de su Dodge 1500 con el que corría en TC 2000. En el inicio de la temporada siguiente arrancó con una victoria imprevista en Balcarce. Fue un suceso y el apellido Canapino empezaba a hacerse conocido en los talleres y boxes.
Al mismo tiempo, hizo sus primeras armas en Turismo Carretera, preparando el motor de una Dodge GTX perteneciente a la “Autopeña Tapiales” que conducía Carlos Marincovich.
En 1987 se integró como asistente de diseño y desarrollo de un monoposto para Fórmula 3 Internacional en el equipo dirigido por Oreste Berta. El vehículo que ayudó a desarrollar fue conducido por Víctor Rosso y corrió en los circuitos europeos. Fue una experiencia enriquecedora y que le permitió trabar una relación laboral más extensa con “El Mago”.
En 1988 integró el equipo Berta Sport de TC 2000 que representaba a Renault con sus reconocidas Fuego. Primer campeonato con el auto conducido por Juan María Traverso. Repercusión de la tribu motorizada por su trabajo en el taller y ascenso a director técnico del equipo. Al año siguiente logró el campeonato con un auto conducido por Miguel Ángel Guerra y el subcampeonato con Traverso.
A mediados de 1989 viajó a Alemania para ocupar el puesto de diseñador en la escudería Eufra Racing de la Fórmula 3 Alemana. Dudó porque su esposa estaba embarazada de su primer hijo pero aceptó la propuesta. A los pocos meses recibió otra oferta de la escudería Opel Team Schübel que competía en el Campeonato alemán de Turismo. Pero decidió el corazón. Renunció a la expedición alemana y volvió para ver el nacimiento de su hijo Agustín (futuro multicampeón como piloto).
En 1990 reanudó sus actividades en Argentina. Se unió a la escudería Bini Competición de TC 2000 como consultor externo para desarrollar motores de Ford Sierra y se aquerenció en su propio taller para desarrollar un Renault 18 para Turismo Nacional que condujo Julio César Catalán Magni. Los buenos resultados logrados en TN hicieron que Volkswagen lo contratara para desarrollar el VW Carat en TC 2000 al mando de Guillermo “Yoyo” Maldonado. A mitad de temporada el auto fue reemplazado por un VW Gol con el que lograron una victoria y dos podios.
Su capacidad de trabajo no disminuía. Retornó al TC y se ocupó de los Chevrolet de Luis “Patita” Minervino y Roberto Urretavizcaya y el Ford Falcón de Fabián Acuña, con quienes desfilaron en Nueve de Julio, Buenos Aires y San Lorenzo.
En el ’93 armó su propio equipo para mandar a pista un VW Gacel al mando de Miguel Ángel Guerra en el TC 2000. En el ’94 lo convocó Peugeot para participar en TC 2000 con Traverso y Guerra e ingresó al equipo OCA de TC para desarrollar la Chevy de Traverso. Año de resultados mixtos.
Llegó 1995 y repitió en los dos frentes. Armó un equipo sólido: Jorge Pedersoli, como adiestrador de motores y Alberto Scarazzini como director deportivo, en ambos equipos. Batacazo en ambas categorías. Traverso campeón en TC con 5 victorias y Minervino, subcampeón con 2 triunfos a bordo de las Chevys. En TC 2000, campeonato de Juan María Traverso al comando del Peugeot 405 con 8 victorias. Indomables y con una preparación eximia. Canapino ascendía al podio de los mejores.
Al año siguiente repitieron en ambos frentes. A pesar de los triunfos, Peugeot se retiró de TC 2000. Canapino tomó la responsabilidad y logró que Traverso saliera subcampeón. En TC no aflojaron ni un tranco; Traverso repitió el campeonato y Minervino el subcampeonato. Las Chevys se volvían a florear en los trazados argentinos.
En 1998 Canapino Competición preparó el Chevrolet de Guillermo Ortelli para TC. Campeonato para el infarto contra Satriano y Traverso. Debut con triunfo en Mar de Ajó y competición anual muy pareja que se definió por poco a favor de Ortelli. La mano de Canapino en el taller se volvía a notar.
Tres subcampeonatos seguidos con el equipo Chrysler con polémicas varias entre los pilotos en el último de ellos y en el 2002 repitió el campeonato con Guillermo Ortelli al mando de su Chevy. A su vez, comenzó sus cursos de educación a distancia desde su página web y un 2004 firmó un convenio de cooperación con la UTN de General Pacheco, para la creación de un curso sobre preparación de automóviles de competición que finalizó con la construcción de una unidad de Turismo Carretera.
En 2005 revalidó en el TC. Consolidado en el equipo JP Racing preparó el Ford Falcon de “El Pato” Juan Manuel Silva y lo llevó al campeonato con 23 puntos de distancia sobre el segundo. Simultáneamente, retornó a TC 2000 y se puso al hombro el VW Polo de Esteban Tuero y el Chevrolet Astra conducido por Mariano Altuna. En 2006 continuó su vínculo con el JP Racing, se hizo cargo de la preparación del Dodge Cherokee de Norberto Fontana y ganaron un campeonato bien disputado.
En 2007 ingresó a la escudería HAZ Racing Team y preparó la Chevy de Christian Ledesma. Arrasó con 6 victorias y 104 puntos de diferencia sobre el segundo. Campeones de punta a punta. Mientras tanto, preparaba el Renault Mègane de su hijo Agustín para la monomarca Mègane, categoría telonera del TC. Campeón del primogénito en su primera parada. Nacía la descendencia deportiva.
En 2008 preparó la Chevy de su hijo Agustín para competir en TC Pista. Salió campeón con triunfos en Termas de Río Hondo y La Plata y cuatro podios. En 2010 formó el 3M Racing, en asociación con la multinacional, y nuevamente preparó la Chevy de Agustín. Ganaron el campeonato por “default reglamentario” a Mariano Werner en la última carrera disputada en al Autódromo de Buenos Aires.
Años después armó el Centro Tecnológico Canapino en su Arrecifes natal y cimentó el piso de diseño y preparación competitiva para que su hijo Agustín lograra el tricampeonato de Turismo Carretera a bordo de su Chevy. En 2017 y 2018 con los colores de Jet Racing y en 2019 con los de Canapino Sport.
En 2020 Alberto ingresó como director técnico al equipo Chevrolet YPF Elaion de Super TC 2000, con base en Villa Carlos Paz, Córdoba. Al mismo tiempo, preparaba el auto de su hijo Matías para competir en TC Pista. Pero el coronavirus se interpuso en el camino de sus nuevos desafíos y logró derrotarlo en tiempo récord. Secuelas fuleras de esta pelea desigual de principios del siglo XXI.
Imaginativo, directo, diseñador de lujo para los cracks del volante, chasista de pura cepa.
Salú Alberto Canapino! Maestro de los cálculos y las formas para ganarle al viento y la succión, descifrar los secretos de la estabilidad e impulsar a los bólidos por rectas y curvas a máxima velocidad. Un integrante de vuelo para nuestra popular imaginaria…

Ruben Ruiz
Secretario General