Un día como hoy pero de 1608 nacía Evangelista Torricelli, físico, matemático, constructor de instrumentos mecánicos y filósofo italiano que demostró la existencia de la presión atmosférica, inventó el barómetro de mercurio, ideó los principios de las trayectorias parabólicas de los proyectiles, trabajó sobre el concepto de equilibrio, elaboró esquemas que fueron determinantes para el desarrollo del cálculo integral y se especializó en mejorar telescopios y microscopios.
Además fue un recordado acompañante de nuestro secundario junto a Gauss, Pascal, la teoría de conjuntos y la tabla periódica de elementos, entre otros.
Nació en Faenza, cerca de Ravena, región de Emilia Romagna. Hijo de Caterina Angetti y Gaspare Torricelli, obrero textil. Era una pareja humilde y preceptiva. Al darse cuenta del potencial intelectual de Evangelista, lo enviaron a estudiar con su tío Jacobo, fraile camaldulense que tuteló su educación primaria. En 1624 ingresó a un colegio de jesuitas donde estudió matemáticas y filosofía. Tras la muerte de su padre, se mudó con su madre y sus dos hermanos a Roma. En 1627 ingresó en el Colegio de la Sapienza, donde se especializó en matemáticas bajo la supervisión del fraile benedictino Benedetto Castelli, discípulo de Galileo Galilei.
En poco tiempo ocupó el cargo de secretario privado de Castelli. Con el dinero que cobró pudo costear sus estudios en el Colegio Universitario de la Sapienza que concluyeron en 1632. Luego, Castelli lo designó en su lugar para impartir clases de matemáticas, mecánica, hidráulica y astronomía.
Durante esos años Torricelli dedicó parte de su tiempo a estudiar algunas obras de Galileo y sus teorías, especialmente, Discurso y demostración matemática, en torno a dos nuevas ciencias, libro que lo inspiró para recopilar sus propias anotaciones y esquemas en un escrito titulado “De motu gravium”, sobre principios de la mecánica y sobre los movimientos. Al mismo tiempo, existen indicios que Torricelli desempeñó un cargo de asesor judicial del secretario pontificio Giovani Ciampoli.
El 10 octubre de 1641 fue designado asistente de Galileo Galilei. Fue una sociedad efímera ya que el gran astrónomo falleció tres meses después. Tras ese lamentable acontecimiento, Torricelli fue convocado por el gran duque Fernando II de Médici para ser su instructor en matemáticas y ocupar un cargo en la Academia de Florencia en la que impartió esa materia hasta sus últimos días.
Simultáneamente, continuó con sus experimentos y teorías. En 1643 experimentó con diferentes tubos de mercurio para demostrar que el aire tiene peso y que su existencia ejerce presiones. Hasta que logró demostrarlo.
Llenó un tubo de mercurio de un metro. Tapó uno de sus extremos con su dedo, lo dio vuelta, lo sumergió en una cubeta con mercurio y retiró su dedo, dejando en contacto las dos masas líquidas. Observó, entonces que el nivel de mercurio del tubo descendía un cuarto de su longitud. Quedaba a 76 cm. de la superficie del líquido de la cubeta y se formaba un hueco en la parte superior. Dedujo, correctamente, que en dicho hueco se había creado un vacío y que el fluido descendía hasta donde lo permitía la presión que ejercía el aire sobre la superficie del mercurio en la cubeta. Es decir, el vacío no existía en la naturaleza pero se podía crear.
Esos 76 cm son los conocidos 760 mm de Hg (mercurio) que corresponden a una atmósfera, unidad de medida para calcular la presión atmosférica. Es equivalente a 1013,25 hectopascales que se utiliza en la actualidad para medir dicha presión al nivel del mar en condiciones normales de temperatura. Recordemos que en esos tiempos las medidas de longitud y peso que se usaban referían al cuerpo humano (codo, pulgada, pie, cuarta, braza). La aparición del centímetro, el gramo y el segundo fueron muy posteriores.
Por eso, en las publicaciones de la época, las mediciones fueron anotadas con los símbolos antiguos. Hoy, a muchos de nosotros nos parece cercana la comunicación que emiten la televisión o la radio o refleja el celular y nos hicimos “amigos/as” de los hectopascales cuando se refieren a la presión atmosférica ambiente. Viene de esa antigua investigación…
Además. Observó que la altura de la columna de mercurio del tubo fluctuaba en el tiempo. Descubrió que eso se debía a la variación de la presión atmosférica que impactaba sobre el líquido dentro del envase. Había inventado el barómetro. Paralelamente, postuló el Teorema de Torricelli, en el que dedujo la velocidad del flujo de un líquido a través del orificio de un recipiente, tomando en cuenta la fuerza de gravedad.
Estos principios (peso del aire, vacío, fuerza del peso del aire) crearon condiciones para imaginar la fabricación de máquinas de vapor y establecieron el concepto de finitud de la atmósfera y la posible existencia de un espacio exterior.
Continuó con sus estudios y descubrió que las curvas geométricas son representaciones de movimientos físicos reales. No son solo una teoría. A partir de ese principio calculó las trayectorias parabólicas que seguirían los proyectiles al ser disparados y descubrió la existencia del paraboloide en revolución (un tipo de superficie tridimensional).
Descubrió propiedades de las curvas cicloideas (hoy, utilizadas en juguetes didácticos o en softwares). También que, si una cantidad de cuerpos contiguos están conectados en serie a un centro de gravedad que no asciende ni desciende, dichos cuerpos estarán en equilibrio. Ayudó a convertir el termómetro de aire, ideado por Galileo, por uno líquido para lo cual utilizó alcohol de vino, con la intención de mostrar el cambio de peso del aire.
En 1644 compiló estos descubrimientos y la resolución de complicados problemas matemáticos en su obra Obra geométrica, que financió Fernando II de Médici. Asesoró a las autoridades en el drenaje del Valle di Chiana, dictó conferencias sobre arquitectura militar, fue miembro del grupo de artistas y escritores reunidos en la Accademia dei Percossi y fue nombrado integrante de la florentina Accademia della Crusca, la institución de estudios lingüísticos más antigua del mundo.
Por último, fue un importante fabricante de telescopios y un habilidoso pulidor de lentes e inventó una forma de microscopio (perlina) con una lente del tamaño de una perla, actividad que le permitió mejorar la condición económica de sus últimos años.
El 25 de octubre de 1647 falleció a consecuencia de una pleuresía. Tenía solo 39 años.
Salú Torricelli! Por tus descubrimientos de cosas visibles e invisibles que pasan a nuestro alrededor y que modifican nuestra existencia aunque no lo sepamos.

Ruben Ruiz
Secretario General