Bombardeo a Plaza de Mayo

Un día como hoy pero de 1955 se produjo el criminal bombardeo a Plaza de Mayo en el que fueron asesinadas 355 personas y más de 800 resultaron heridas. Fue la antesala del golpe de estado perpetrado tres meses después contra el gobierno constitucional encabezado por Juan Domingo Perón que continuó la costumbre cívico-militar de derrocar gobiernos elegidos por el voto popular iniciada en 1930 y continuada en 1962, 1966 y 1976.
Fue un día frío y nublado. La primera incursión de la Aviación Naval se produjo a las 12,40. El resto de los ataques se encadenaron hasta las 17,40 horas. El blanco fue la Casa Rosada sobre la cual se descargaron 29 bombas (explotaron solo seis). Los objetivos eran perpetrar un golpe de estado y asesinar al presidente de la Nación. Perón se había retirado al Ministerio de Guerra advertido por la Secretaría de Inteligencia y el Ejército de que el desfile aéreo preparado para ese día podía transformarse en un intento de asesinato a su persona.
Participaron la Armada Argentina con el apoyo de la Fuerza Aérea y 300 “comandos civiles” que ocuparon Radio Mitre y emitieron la proclama de los golpistas. En la cola de los aviones se divisaba una V con una cruz que significaba “Cristo vence”. En el bando civil que participó de la conjura se encontraron la Iglesia católica (enfrentada al gobierno desde hacía meses) y dirigentes de la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista y el partido Conservador.
Cayeron entre 9 y 14 toneladas de explosivos. La mayoría de las víctimas fueron hombres, mujeres y niños/as que cumplían sus tareas cotidianas o visitaban esa parte de la ciudad (una bomba cayó sobre un trolebús y mató a todos sus ocupantes) y fueron sorprendidos por el ataque. El radio atacado alcanzó a la Plaza de Mayo y la contigua Colón, la secretaría de Comunicaciones (hoy CCK), el edificio Libertador, el ministerio de Marina, el Departamento de Policía y la residencia presidencial (que estaba en el predio actual de la Biblioteca Nacional).
Algunos protagonistas de la masacre (asistentes del contraalmirante Olivieri, ministro de Marina) continuaron sus fechorías con posterioridad. Horacio Mayorga, participó de la Masacre de Trelew, Emilio Eduardo Massera fue integrante de la troika dictatorial que se apropió ilegalmente del gobierno el 24 de marzo de 1976 y Oscar Montes fue el jefe de las Fuerzas de Tareas 3 de la Armada que tenía a su cargo la ESMA y fue canciller de la última dictadura.
El intento de golpe fracasó pero la semilla de maldad se había sembrado. La mayoría de los golpistas huyó a Montevideo donde fueron recibidos por el capitán Carlos Guillermo Suárez Mason, prófugo de la justicia por participar del malogrado intento de golpe de estado de septiembre de 1951, futuro comandante del Primer cuerpo de Ejército en la última dictadura y desastroso interventor de YPF. Otros fueron apresados.
Una síntesis imperfecta de estos sangrientos hechos que fueron ocultados durante muchos años en los libros de la historia argentina con los que nos educaron a varias generaciones.
Es necesario recordarlo. De esa historia también venimos…