img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
home2
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_18
img_home_13
img_home_13
img_home_12
img_home_11
img_home_7
previous arrow
next arrow
Shadow

Efemérides 19 de Octubre

Compartir

 

Lázaro Cárdenas

Un día como hoy pero de 1970 se despedía Lázaro Cárdenas del Río, político y militar mexicano que presidió su país entre 1934 y 1940 y consolidó en la práctica los principios de la Revolución Mexicana de igualdad social, desarrollo económico autónomo y justicia.
Nació en 1895 en el barrio de La Puentecita, Jiquilpan de Juárez, estado de Michoacán. Hijo de Felicitas del Rio Amezcua y de Dámaso Cárdenas Pinedo, comerciante. Fue el primer hijo varón de la pareja y tuvo tres hermanas y cuatro hermanos. Integrante de una familia indígena muy humilde, recibió una educación elemental. Cursó hasta cuarto grado de la escuela primaria. Desde chico ayudó a su abuelo en su ecuaro (sistema agrícola tradicional michoacano) donde tuvo su primer contacto con los pueblos originarios y vivió el abuso de los terratenientes del lugar.
Su padre murió en 1911 y tuvo que asumir el rol de jefe de familia. Lázaro ya trabajaba como meritorio en la oficina de Rentas de Jiquilpan, donde desarrolló una caligrafía impecable; luego trabajó en la Secretaría de la Prefectura y, posteriormente, como tipógrafo en la imprenta “La económica” que era un punto de encuentro de liberales ilustrados y donde absorbió ideas que influyeron en su formación política.
En 1913 se produjo un levantamiento militar contra el presidente Francisco Madero. Lázaro reprodujo un llamamiento revolucionario incitando a tomar las armas y fue delatado a las autoridades federales. Huyó y se enlistó en las fuerzas revolucionarias. Alcanzó el grado de capitán segundo a cargo de la correspondencia. La columna a la que pertenecía fue derrotada y perseguida por las fuerzas federales y tuvo que dispersarse. Al año siguiente pudo reintegrarse a las fuerzas rebeldes y conoció a uno de sus líderes, Plutarco Elías Calles. Se puso bajo su mando militar, entablaron una profunda amistad y Calles se transformó en su mentor político.
Defendió la causa constitucionalista de Venustiano Carranza. Se enfrentó a zapatistas, villistas e indios yaquis sublevados; combatió en Nayarit, Jalisco y Michoacán, donde persiguió a bandidos que operaban con el visto bueno de los hacendados y de las compañías petroleras. Ante la insistencia de Carranza por imponer un sucesor en la presidencia, nació el Plan de Agua Prieta dirigido por Obregón, De la Huerta y Calles que se opusieron al intento de gobierno perpetuo. Lázaro Cárdenas se unió al Plan que resultaría victorioso y destronaría a Carranza.
Durante el nuevo gobierno fue ascendido a general brigadier y comisionado a su estado natal. Participó de varios combates y fue herido y hecho prisionero en Palo Verde. Le perdonaron la vida, lo enviaron a curarse a Guadalajara y lo liberaron. Más tarde fue designado comandante militar en la zona de Huastecas, Veracruz, donde intervino en el conflicto entre los trabajadores y las empresas petroleras que hacían gala de sus abusos y de su impunidad para saquear los recursos naturales. En esa época fue ascendido a general de brigada.
En 1928 fue designado general de división. Al poco tiempo fue elegido candidato a gobernador en el estado de Michoacán. Realizó una campaña pueblo por pueblo con dos consignas: la distribución de tierras y la masividad de la educación. Ganó la elección y se impuso gobernar con esas coordenadas. Durante su gestión las escuelas crecieron de 360 a 900 y se triplicó el número de alumnos y docentes. El presupuesto del estado de Michoacán para educación alcanzó el 47%. Otro logro fue alcanzar un acuerdo para que grupos sublevados entregaran sus armas a cambio de amnistías.
Decretó la Ley 75 para expropiar tierras por causa de utilidad pública, creó ocho nuevos municipios con propiedades fraccionadas, promovió la organización de los maestros e impulsó la creación de la Confederación Regional Michoacana del Trabajo donde convergieron miles de obreros y campesinos. Organizó el reparto de tierras -a pesar de los hacendados y del propio presidente-, canceló contratos a favor de empresas forestales que depredaban los bosques nativos, generó créditos agrarios, impulsó la jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo y la asistencia médica y combatió el fanatismo religioso y el alcoholismo.
En esos años los gobernantes mexicanos intentaron institucionalizar la impronta de la Revolución. Crearon el Partido Nacional Revolucionario (PNR) y nombraron a Cárdenas en el cargo de presidente. Su influencia política crecía. Simultáneamente, ocupó los cargos de ministro de la Gobernación y secretario de guerra y Marina. En 1932 se casó con Amalia Solórzano, pese a la oposición de los padres de la novia y se recluyó en Puebla en el puesto de comandante militar. Consolidó contactos, afianzó relaciones políticas y volvió al ruedo al año siguiente.
Disputó la elección primaria de candidatos a presidentes dentro del PNR y derrotó a todos los contrincantes. Su base de apoyo político era variopinto y le permitió extensión nacional. En su campaña recorrió 27.000 kilómetros, visitó pueblos donde nunca había ido un candidato presidencial. Organizó mitines con trabajadores, utilizó la radio, el cine y todos los medios caseros de propaganda. Su lema de campaña fue “Trabajadores de México, uníos”. El triunfo fue arrasador.
En 1934 inició su gobierno. El contexto internacional estaba marcado por la depresión económica y los preparativos para una segunda conflagración mundial. Eso le dio margen de maniobra. La tenencia de la tierra era obscena: 13.000 hacendados eran dueños del 83% de los predios. La desocupación era creciente y las huelgas y rebeliones campesinas eran constantes. Los privilegios de los políticos eran evidentes. La lejanía de la élite era hiriente.
Reformó su rancho y lo convirtió en la residencia presidencial “Los Pinos”. Reformó el poder judicial. Suprimió la inamovilidad de los jueces y estableció que los cargos duraran seis años. Instaló una línea telegráfica para que la ciudadanía se comunicara con la presidencia. Recorrió el país varias veces, centralizó la información gubernamental. No obstante, tuvo que lidiar con la pretensión del todopoderoso Plutarco Elías Calles, que pretendía gobernar sin ocupar el cargo.
Puso en práctica el Plan Sexenal, afianzó su alianza con los trabajadores/as, apoyó los reclamos laborales de obreros en huelga, clausuró las casas de juego existentes, enfrentó la política de infiltración del nazifascismo y del franquismo español, soportó atentados dinamiteros de la oposición y acorraló a Plutarco Elías Calles que fue expulsado del PNR y enviado al exilio yanqui en un avión.
En 1936 impulsó la creación de la central única de los trabajadores/as privados: La Confederación de Trabajadores de México (CTM). En el ámbito estatal se creó la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE). En el campo impulsó la creación de una organización unitaria y nació la Confederación Nacional Campesina, CNC (integró a ejidatarios, comuneros, solicitantes de tierra, asalariados y productores agrícolas). En 1938 se creó el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), se permitió la incorporación de los militares y dio impulso al ascenso de las mujeres a cargos electivos internos. El poder político y al apoyo popular se habían unificado.
En 1937 se produjo una huelga de los trabajadores petroleros que fue decisiva en el futuro del país. Los patrones desoyeron los pedidos y se negaron a negociar. El gobierno apoyó a los trabajadores. El gobierno norteamericano amenazó con sanciones. Los empresarios privados siguieron inflexibles. El 18 de marzo de 1937 el gobierno de Lázaro Cárdenas emitió el decreto de expropiación petrolera que consistió en la apropiación legal de 17 compañías extranjeras y su maquinaria, instalaciones, refinerías, embarcaciones, estaciones de distribución, bienes muebles e inmuebles y oleoductos.
El país contrajo una deuda para honrar las expropiaciones y Cárdenas organizó una colecta nacional con los gobernadores. El 7 de junio de 1938, se fundó Petróleos Mexicanos (PEMEX), empresa con las facultades necesarias para explorar, explotar, refinar y comercializar el petróleo dentro del país. El control de la principal fuente de recursos pasó a manos del estado y el pueblo mexicano. Fue un hito.
Nacionalizó los ferrocarriles y los puso bajo administración obrera. Organizó la distribución de más de dieciocho millones de hectáreas entre los campesinos mexicanos con el Código Agrario en la mano y un sistema comunal novedoso: el ejido, en cabeza de cientos de familias con financiación del Banco de Crédito ejidal para sembrar, cosechar, construir viviendas, escuelas y hospitales. Otro hito.
Fundó el Instituto Politécnico Nacional para asegurar la formación de cuadros técnicos que requería la creciente industrialización y la obra pública, el Consejo Técnico de Educación Agrícola, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Escuela Nacional de Educación Física y el Departamento de Asuntos Indígenas. Fue un sexenio a todo trapo que cambió a México. Un nuevo hito.
En el plano internacional se destacó su ayuda a los refugiados españoles, víctimas del franquismo, que debieron huir al finalizar la Guerra Civil y al gobierno republicano en el exilio. En 1940 terminó su gobierno pero continuó influenciando en la política de su país. Su impronta fue de singular importancia para construir un México autónomo, integrado, moderno y más justo.
Salú Lázaro Cárdenas! Por tu firmeza y tu capacidad para cambiar México en solo seis años.

Ruben Ruiz
Secretario General 


Compartir
Volver arriba