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Efemérides 20 de Junio

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Inauguración del Monumento Nacional a la Bandera

Un día como hoy pero de 1957 se inauguró el Monumento a la Bandera en el parque nacional destinado a ese fin en la ciudad de Rosario. El lugar elegido fue el emplazamiento donde el general Manuel Belgrano hizo enarbolar por primera vez la bandera celeste y blanca.
La construcción del Monumento tiene una historia que merece ser contada.
En 1872 el ingeniero Nicolás Grondona promovió el emplazamiento de un monumento recordatorio. Junto a otros ciudadanos rosarinos inició una colecta para construir dos monolitos: uno en la isla de El Espinillo y otro en la ciudad de Rosario. Eran los lugares donde habían estado asentadas las dos baterías del ejército patrio en 1812. Solo alcanzó para construir una pirámide en la isla de El Espinillo.
Años después una violenta crecida del rio Paraná la destruyó.
En 1898 resurgió la idea y, a instancias del intendente Luis Lamas, se generó un decreto firmado el 16 de abril por el cual se creaba una Comisión para que se realizaran los festejos conmemorativos y recabara información histórica. Estaba conformada por Lisandro de la Torre, Calixto Lassaga, Nolasco Arias, Nicolás de Vedia, Joaquín Lejarza, David Peña, Jorge Tavernier Pelayo Ledesma, Zenón Pereyra, Jacinto Fernández, José Leguizamón, Agustín E. Landó, José S. Sempé, Miguel S. Coronado y Miguel Grandoli.
Esa Comisión concluyó que “…el general Belgrano hizo enarbolar por primera vez la que hoy es la bandera argentina entre las calles Córdoba y Santa Fe, poco más o menos donde se halla la plaza Almirante Brown” (actualmente plaza Manuel Belgrano). La conclusión se fundó en documentos oficiales, bibliografía disponible y en afirmaciones públicas, coincidentes y mantenidas en el tiempo “…de personas veraces, sinceras, capaces por su edad y vinculaciones de familia de saber la verdad del hecho que se investiga, el que además no es de una época tan remota”, tal como reza el informe del cuerpo colegiado.
En tal sentido, el 5 de julio de 1898 el Concejo Deliberante dictó una ordenanza que declaraba como punto histórico del izamiento de la bandera a la Plaza Almirante Brown, entre las calles Córdoba por el sur, Santa fe por el norte, 1º de mayo por el oeste y del Bajo por el este y ordenaba que el 9 de julio se colocara la piedra fundamental de un monumento alegórico.
La legislación vigente en ese momento establecía que la obra debía encargarse a una comisión de ciudadanos. En 1903 se formó la primera de ellas que tuvo a cargo el inicio del proceso hasta que en 1909 pasó al gobierno nacional que emitió la ley Nº 6286, en cuyo artículo 10º, se especificaba que se encargaría de realizar la obra en la ciudad de Rosario.
En 1910, se acordaron los fondos para la construcción y se contrató a la artista plástica Lola Mora quien viajó a Italia y comenzó su trabajo. Las obras fueron llegando al puerto de Rosario pero los prejuicios de la época metieron la cola.
Los desnudos que representaban las esculturas con alegorías mitológicas y figuras históricas causaron estupor. La comisión municipal de Bellas Artes concluyó que “no eran obras de arte sino que parecían una realización de simples oficiales marmoleros”. El concurso se suspendió y las obras deambularon durante muchos años por diferentes rincones de la ciudad. Finalmente, en 1925 se rescindió el contrato con la artista tucumana y se promovió uno nuevo.
En 1928 la Comisión Pro-Monumento a la Bandera convocó a un Concurso de Anteproyectos que no resultó satisfactorio y fue declarado desierto.
En 1939, el presidente Roberto Ortiz firmó un decreto por el cual se llamó a un nuevo concurso de planos y presupuesto para la realización del monumento, fijó un plazo que finalizaba el 30 de junio de 1940 para su definición y un monto máximo de un millón de pesos moneda nacional para su construcción. Se presentaron doce anteproyectos y el jurado se expidió el 22 de septiembre de 1940, otorgando cuatro premios y tres menciones.
El ganador fue el denominado “Invicta” presentado por los arquitectos Alejandro Bustillo y Ángel Francisco Guido con la participación de los escultores Alfredo Bigatti y José Fioravanti. Representa una nave que simboliza a la Patria surcando las aguas del Mar de la Eternidad en procura de un destino glorioso con diversos conjuntos escultóricos que reproducen valores económicos, espirituales, históricos, geográficos y telúricos de nuestra nación.
Las obras comenzaron en 1943 y por diversos inconvenientes económicos se concluyeron catorce años después.
El Monumento a la Bandera es una obra que ocupa 10.000 m2, construido en mármol travertino original de la provincia de San Juan, que tiene una torre central de 70 metros de altura con un mirador en la cima, el Propileo (altar donde se rinde homenaje a los muertos por la patria), un Patio Cívico con su gran escalinata que une a los dos cuerpos arquitectónicos, una cripta en homenaje al General Manuel Belgrano y entre sus columnas se encuentra una Urna con la llama votiva donde están depositadas las cenizas de los Granaderos que lucharon y dejaron su vida en el combate de San Lorenzo. En el subsuelo del propileo se encuentra la Sala de Honor de las Banderas de América.
Las esculturas que ensalzan el cuadro arquitectónico son numerosas: “Belgrano”, “Madre Patria”, “Los Andes” (en bronce) y “Rio Paraná” (en mármol travertino), de José Fioravanti; “La Patria Abanderada”, “La Pampa” (en bronce), “Océano Atlántico” (en mármol travertino), de Alfredo Bigatti; “América Indígena”, “América Colonial”, “América Constitucional”, “América Futura” (en bronce), de Aldo Blasarín y Juan Deharde, entre otras obras.
Además, en la parte posterior, se erige el pasaje Juramento con su espejo de agua donde se colocaron las obras esculpidas por Lola Mora, que fueron recuperadas y puestas en valor.
Un dato de color. El acto de inauguración fue registrado por “Sucesos Argentinos” y fue una de las primeras filmaciones en color del noticiero cinematográfico que circuló con gran suceso entre el público aficionado al séptimo arte.
Salú! Obra monumental que nos sigue congregando cuando visitamos las barrancas del Paraná en la hermosa Rosario, nos recuerda una gesta de alto valor simbólico y es un punto distintivo de nuestra identidad.

Ruben Ruiz
Secretario General 


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