Pionera de la visión cooperativa en la biología
Un día como hoy pero de 2011 se despedía Lynn Petra Alexander, bióloga, zoóloga, escritora y divulgadora científica estadounidense creadora de la revolucionaria teoría de la endosimbiosis, según la cual hace miles de millones de años el mundo estaba formado por diversas células procariotas (sin núcleo, cuyo material genético se halla disperso en el citoplasma). En ese contexto, una célula procariota ancestral habría fagocitado a otra célula (protobacteria) con capacidad de consumir oxígeno para degradar materia orgánica y obtener energía. Esa bacteria fagocitada habría sobrevivido intacta y se habría establecido un proceso simbiótico entre ambas por lo que se volvieron esenciales para la supervivencia de una y otra.
Según esta teoría, ese proceso biológico implicó una relación simbiótica regular y posteriores fusiones (no digestiones) entre diferentes bacterias que dio nacimiento a un nuevo tipo de células, las eucariotas, más especializada y con mayor capacidad de adaptación a los cambios ambientes. Serían las precursoras de las células en animales, vegetales y protistas.
Esta teoría novedosa y rebelde contrastaba con las ideas de los neodarwinistas que defendían la teoría de la selección natural (Margulis la consideraba como una consecuencia de la evolución de los organismos) y de las mutaciones como centro de la evolución, que proponían al ser humano como el eje del mundo y sostenían que la evolución de los organismos y la aparición de nuevas especies tiene su origen principalmente en errores en la replicación del ADN (mutaciones aleatorias). Habían pasado por alto el papel de las bacterias.
Margulis demostró que esta simbiosis seriada fue un gran salto en la complejidad de los seres vivos y uno de los más importantes en la evolución biológica. Que ese salto fue brusco y supuso la adquisición de las mitocondrias y cloroplastos (en los vegetales) que dirigieron los procesos de fotosíntesis, fermentación, uso del oxígeno en la respiración y de la fijación del nitrógeno atmosférico. Demostró la importancia de los genes que se hallaban fuera del núcleo celular (en el citoplasma) y el rango sustancial que juegan en los mecanismos hereditarios.
En síntesis, no solo puso en el centro de la discusión la importancia del mundo bacteriano y los microrganismos en los orígenes de la vida sino que incorporó el concepto de asociación o cooperación en el proceso de evolución biológica por sobre el principio de competencia. Consolidó un conjunto de ideas que confrontaron con el principio largamente aceptado de que solamente sobrevive el más fuerte. Supuso un terremoto conceptual que aún hoy se discute enfáticamente pero que va ganando terreno paso a paso.
Margulis nació 1938 en Chicago. Fue la mayor de cuatro hijas de la pareja formada por Morris y Leone Wise Alexander. Cursó sus estudios secundarios en el instituto público Hyde Park. Sus padres la inscribieron en la Escuela Laboratorio de la Universidad de Chicago, se negó y regresó con sus amigos del instituto. A los 16 años ingresó al programa de adelantados de la Universidad de Chicago, donde alcanzó la Licenciatura en Ciencias Físico-Matemáticas cuatro años más tarde.
Según sus propias declaraciones “salió de la universidad con un título, un marido (Carl Sagan) y un duradero escepticismo crítico”. Continuó su especialización en la universidad de Wisconsin donde estudió biología celular, genética general y genética de poblaciones. En ese período realizó su primera publicación junto a Walter Pault en el “Journal of protozoology” referida a cuestiones genéticas de organismos unicelulares que no son animales, vegetales ni hongos (protistas) dentro del género Euglena. Se graduó en el master de Zoología y Genética en 1960.
Inmediatamente, ingresó en la universidad de California-Berkeley donde realizó el doctorado en genética. Su tesis para recibirse fue “Un patrón inusual de incorporación de timidina en Euglena” que continuaba sus investigaciones anteriores. No obstante, se doctoró en 1965 en la universidad de Brandeis (Massachusetts) dado que allí consiguió su primer trabajo como investigadora asociada.
Entre 1957 y 1965 estuvo casada con el astrónomo y divulgador científico Carl Sagan con quien tuvo dos hijos: Dorion, escritor de temas científicos y Jeremy, programador y fundador de Sagan Technology.
En 1966 fue designada como docente en la cátedra de Biología de la universidad de Boston, en la que impartió clases durante 22 años. En 1967 comenzó la divulgación de su teoría de endosimbiosis en la Revista de Biología Teórica con su artículo “Sobre el origen de las células mitosantes”. El rechazo en el mundo científico fue categórico y extendido.
No se rindió y continuó sus investigaciones y publicaciones.
En 1970 publicó Origen de las células eucariotas y en 1981 Simbiosis en la evolución celular en las que defendió su teoría y expuso argumentos, ejemplos y conclusiones. Su pensamiento original y provocador produjo una revolución tranquila en el ámbito de las ciencias biológicas. Lo secundó con excelencia investigativa, mucha información, imaginación y pisos de especulación constructivos. Estaba combatiendo lo establecido y la tensión que produjo la definió con claridad: “La ciencia es sólo una forma de conocimiento, pero ciertos científicos la conciben como una religión en la que no caben ideas disidentes”.
Entretanto, tuvo tiempo de casarse en 1967 con el cristalógrafo Thomas Margulis con quien tuvo un hijo y una hija, Zachary y Jennifer y de quien se divorció en 1980. Desde 1973 la división de Ciencias de la Vida de la NASA financió sus investigaciones y en 1983 fue designada miembro de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU. Además, realizó investigaciones en Francia, Alemania, Suiza, México, España e Italia y aprovechó para perfeccionar sus vastos conocimientos de los idiomas español, francés e italiano.
En 1988 ingresó como docente titular del Departamento de Geociencias de la Universidad de Massachusetts (Amherst), cargo que ostentó hasta su deceso con el título de Profesora Distinguida. También se distinguió como conferencista internacional en el campo de la Microbiología y la Ecología y en 1997 fue elegida Miembro Extranjero de la Academia Rusa de las Ciencias Naturales.
Junto a su hijo Dorion publicó Microcosmos: cuatro mil millones de años de evolución desde nuestros ancestros microbianos, Orígenes del sexo, tres mil millones de años de recombinación genética, Captando genomas. Una teoría sobre el origen de las especies, Danza misteriosa, sobre la evolución de la sexualidad humana, Reflexiones sobre la naturaleza de la Naturaleza.
Para abonar su existencia polémica en el mundo científico, Margulis adhirió a la Hipótesis Gaia, elaborada por el inglés James Lovelock, la cual sostiene que tanto la composición química de la atmósfera, como su temperatura global, la salinidad de sus océanos y la alcalinidad de la superficie de éstos, no se rigen por parámetros aleatorios, sino que posiblemente sean regulados por el metabolismo de la suma de la vida sobre la Tierra.
Es decir, que la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un sistema autorregulado por la vida existente. Propone que, una vez dadas las condiciones para que surgiera la vida en la Tierra, la propia comunidad de seres vivos ha sido la principal responsable de los cambios operados en el planeta y de las notables diferencias que existen entre la Tierra y el resto de planetas del sistema solar. Teoría opinable para tener en cuenta y reflexionar…
Controvertida, talentosa, admirada, polemista implacable, observadora tenaz, docente de excelencia.
Salú Lynn Margulis! Por tu impertinencia, por tu audacia, por tu perseverancia en abrir mentes.
Ruben Ruiz
Secretario General