Madre del álgebra abstracta y genia de la física moderna
Un día como hoy pero de 1882 nacía Amalie Emmy Noether, matemática alemana de ascendencia judía considerada como la mujer más importante de la historia de las matemáticas que debió enfrentarse toda su vida a los prejuicios del ámbito académico por su condición de mujer y quien solo al final de su carrera académica pudo ocupar un puesto de profesora titular universitaria rentada en su condición de exiliada.
Nació en Erlangen, Baviera. Hija de Ida Amalia Kaufmann y de Max Noethe, matemático. Fue la mayor de cuatro hermanos e integró una familia de matemáticos de varias generaciones. Era miope y durante su infancia sufrió de “ceceo” al hablar. En 1889 comenzó sus estudios en el Höhere Töchter Schule, en su ciudad natal y se recibió en 1897. Se inclinaba hacia la música y el baile más que hacia las matemáticas. En 1900 aprobó los exámenes de francés e inglés que la habilitaban a enseñar en escuelas femeninas. Pero no se dedicó al magisterio.
En 1903 el reino de Baviera autorizó a que las mujeres pudieran acudir a la universidad. Noether se inscribió en el Realgymnasium de Núremberg y obtuvo, en su condición de alumna libre, el título bachiller que la habilitaba a ingresar en la casa de altos estudios. Entre finales de 1903 y 1904 asistió a la universidad de Gotinga como oyente, en la que eligió los cursos de historia y lenguas modernas. Finalmente, fue aceptada en la universidad de Erlangen, donde su padre era profesor y continuó sus estudios en el campo de las matemáticas.
En 1907 se doctoró con su tesis llamada “Sobre la construcción del sistema formal de la forma ternaria bicuadrática”. Fue la segunda doctora en Matemáticas en Alemania. Comenzaba a ganarse cierta reputación en el mundo absolutamente machista de dicha ciencia. En 1908 se asoció al “Circolo Matematico di Palermo” y al año siguiente se afilió a la Asociación Alemana de Matemáticos. Durante siete años trabajó en el Instituto de Matemáticas de Erlangen, a veces reemplazando a su padre, pero sin recibir salario por su condición de mujer. Además colaboró con varios científicos reconocidos y redactó algunos informes sobre álgebra.
En 1915 fue invitada por la universidad de Gotinga -en ese momento un centro de gran fama en la investigación matemática- a impartir clases. Pero los historiadores y filólogos de la facultad de Filosofía se opusieron con el argumento de que las mujeres no debían acceder a la plaza de profesor asociado. Solo pudo ingresar como ayudante, sin sueldo y, muchas veces, bajo un seudónimo masculino. Su familia le costeaba el alojamiento y la comida para que pudiera continuar su carrera académica y sus investigaciones. Contemporáneamente, su madre falleció y su padre su jubiló y enfermó y su hermano se alistó en el ejército alemán para luchar en la Primera Guerra Mundial.
Poco tiempo después formuló el teorema que llevaría su nombre, clave para entender la física de las partículas elementales y la teoría cuántica de campos. Dicho teorema explica que cualquier simetría de un sistema físico está relacionada con una ley de conservación y que dichas leyes no cambian durante la evolución del sistema estudiado. Lo que a Einstein lo atormentaba como problema, Noether lo transformó en comprobación. Esto permitió tener herramientas prácticas valiosas en el estudio y aplicación de la física moderna y dar inicio al álgebra abstracto. Algunos científicos lo equipararon al teorema de Pitágoras.
Tras la Primera Guerra Mundial y la Revolución de Noviembre (que obligó al cambio de una monarquía constitucional a una república parlamentaria conocida como República de Weimar) hubo pequeñas mejoras. En 1919 la universidad de Gotinga permitió que concursara por un cargo. Realizó el examen oral y la lección de habilitación. Tres años después el gobierno le concedió el título de nicht beamteter ausserordentlicher Professorin (Profesora no funcionaria extraordinaria), sin salario, con funciones administrativas limitadas, sin plaza de docente titular y sin la condición de funcionaria pública. Una valla más que tuvo que superar.
En 1921 publicó su teoría de los anillos. Su base argumental es que, hablando de factores, existen grupos y anillos: conjunto de dos operaciones de dos números enteros positivos o negativos a los que si se les aplica una suma, resta o multiplicación, obtendremos como resultado otro número entero. Este sistema se complejiza si advertimos que los anillos pueden estar formados por números, matrices o polinomios, siempre y cuando se puedan sumar, restar o multiplicar. Actualmente son muy usados en teorías de números y en geometría algebraica.
Trabajó sobre la teoría de los ideales (estructuras algebraicas que permiten generalizar el estudio de la divisibilidad entre los números enteros hacia otros objetos matemáticos), publicó un artículo, considerado revolucionario, sobre la condición de la cadena ascendente de los ideales, participó en la elaboración de la teoría de los invariantes algebraicos (función, conjunto o punto que no cambia al aplicarle una serie de transformaciones), desarrolló la teoría de los anillos conmutativos y otros aspectos del álgebra moderna.
En 1923 recibió un pequeño reconocimiento monetario sin cambiar su condición académica. En 1928 partió a Moscú y trabajó en la universidad Estatal de Moscú junto a otros científicos como el matemático Pável Alexandrov y los topólogos Lev Pontryagin y Nikolái Chebotaryov, a quienes ayudó en el desarrollo de la teoría de Galois (una serie de resultados que conectan la teoría de los cuerpos con la teoría de grupos).
En 1932 Emmy Noether y Emil Artin recibieron el Premio Ackermann-Teubner Memorial por su contribución a las matemáticas que significó una recompensa en metálico. No obstante no le permitieron integrar la Academia de Ciencias de Gotinga ni ejercer como profesora titular.
Con el advenimiento del nazismo fue expulsada de la universidad por su ascendente judío. Noether hizo caso omiso al hecho y continuó reuniendo a sus alumnos en su domicilio e investigando sobre la teoría de los cuerpos de clase (una rama de la teoría de números algebraicos). Pero el antisemitismo fue creciendo, se hizo violento y debió exilarse.
A finales de 1933 llegó a EE UU, obtuvo una beca de la Fundación Rockefeller y un puesto de trabajo en el Bryn Mawr College de Pensilvania. Al año siguiente comenzó a impartir clases en el Instituto de Estudios Avanzados de la universidad de Princeton, donde no fue tan bien recibida por sus colegas varones, tal como lo había sucedido en su patria. En esta última escala académica profundizó sus estudios sobre el álgebra no conmutativa, las transformaciones lineales y los cuerpos conmutativos numéricos.
En 1935 le descubrieron un tumor pélvico, la operaron con éxito pero falleció por una infección posoperatoria. Se fue envuelta en fórmulas, curvas, polinomios, números enteros y con una sonrisa penetrante para quienes la despreciaron, discriminaron y persiguieron.
Brillante, alegre, perseverante, “madrina de tesis” de varios de sus alumnos, amable contra viento y marea. Una integrante de alto nivel de nuestra popular imaginaria.
Salú Emmy Noether! Por tu talento para el pensamiento abstracto, por tu huella indeleble en las matemáticas y la física, por tu capacidad para simplificar cosas complejas de las que la mayoría de los mortales poco conocemos pero que sirven para que la humanidad avance.
Ruben Ruiz
Secretario General