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Efemérides 23 de Mayo

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Efemérides de la Semana de Mayo – Miércoles 23 de Mayo

Fue un día más distendido que iba a contener componentes solapados de carácter insospechado para retrotraer la voluntad expresada en la sesión del Cabildo Abierto del día anterior.
Durante la mañana se reunieron los alcaldes, síndicos y regidores del Ayuntamiento para proseguir con los actos administrativos de la asamblea cívica realizada el 22 de Mayo. Allí resolvieron, dejar sin efecto la convocatoria a los participantes para que firmaran actas capitulares, darles validez a las firmas registradas, archivar dichos votos rubricados y nombrar a dos componentes del Cuerpo para avisar a quienes concurrieran de la presente novedad.
Acto seguido, se pasó revista a los diferentes tipos de votos que aprobaban la cesación en el mando del virrey Cisneros, que dicha autoridad recayera provisionalmente en el Cabildo hasta que se eligiera un nuevo modelo de gobierno, que se consultara a las provincias y ciudades y que se constituyera en decisivo el voto del Síndico procurador en determinadas circunstancias.
A pesar de la contundencia de los números, las autoridades del Cabildo advirtieron que en la pluralidad de esquemas votados para desplazar al virrey Cisneros podía existir una grieta para modificar parcialmente la decisión mayoritaria.
Con la excusa de mantener el bien general respecto a las provincias del Virreinato interesadas en establecer la nueva forma de gobierno y conservar la comunicación con el resto del continente, concluyeron que la cesación en el cargo del virrey Cisneros no debía entenderse como una separación absoluta del mismo sino como la conformación de una Junta de Gobierno colegiada a la que se le debía nombrar sus componentes para ejercer el poder hasta que se ejecutara la reunión de los diputados de las provincias. A consecuencia de ello, sumaron un paso más en su decisión: que dicho órgano debía estar presidido por el propio virrey en calidad de vocal. Estimaron que el Cabildo tenía facultades para proceder de esa forma.
Inmediatamente, libraron oficio al virrey Cisneros en el que comunicaban que cesaba en el ejercicio de la autoridad y que el Cabildo había decidido designarlo vocal de la nueva forma de gobierno en acompañamiento de este Cuerpo para el ejercicio futuro de sus funciones.
Cisneros respondió verbalmente a los regidores que entregaron el oficio con dos premisas.
La primera que aceptaba el ofrecimiento aunque manifestaba carecer de interés en participar del mando colegiado. Segunda, que se consultara a los comandantes de las fuerzas asentadas en la ciudad dado que lo decidido no aparecía como conteste con lo votado por el Cabildo Abierto el 22 de mayo.
Los cabildantes convocaron a los jefes militares. A ciencia cierta no se pudo identificar quienes concurrieron a esta reunión consultiva pero la respuesta más probable debe haber sido que la población solo se tranquilizaría si se daba a publicidad el cese en el mando del virrey Cisneros y su reemplazo por el Cabildo gobernador.
Por indicación de lo sucedido en esa reunión preliminar o por convicción propia, el Cabildo redactó un bando manuscrito en que se comunicaban los actos de gobierno con la debida “prudencia” de no precisar los pormenores de la decisión adoptada tras la conclusión arribada por el Ayuntamiento y el visto bueno de Cisneros.
Una jugada arriesgada que tendría consecuencias…

#efeméridesdelPelícano
Efemérides de la Semana de Mayo
Miércoles 23 de Mayo
Fue un día más distendido que iba a contener componentes solapados de carácter insospechado para retrotraer la voluntad expresada en la sesión del Cabildo Abierto del día anterior.
Durante la mañana se reunieron los alcaldes, síndicos y regidores del Ayuntamiento para proseguir con los actos administrativos de la asamblea cívica realizada el 22 de Mayo. Allí resolvieron, dejar sin efecto la convocatoria a los participantes para que firmaran actas capitulares, darles validez a las firmas registradas, archivar dichos votos rubricados y nombrar a dos componentes del Cuerpo para avisar a quienes concurrieran de la presente novedad.
Acto seguido, se pasó revista a los diferentes tipos de votos que aprobaban la cesación en el mando del virrey Cisneros, que dicha autoridad recayera provisionalmente en el Cabildo hasta que se eligiera un nuevo modelo de gobierno, que se consultara a las provincias y ciudades y que se constituyera en decisivo el voto del Síndico procurador en determinadas circunstancias.
A pesar de la contundencia de los números, las autoridades del Cabildo advirtieron que en la pluralidad de esquemas votados para desplazar al virrey Cisneros podía existir una grieta para modificar parcialmente la decisión mayoritaria.
Con la excusa de mantener el bien general respecto a las provincias del Virreinato interesadas en establecer la nueva forma de gobierno y conservar la comunicación con el resto del continente, concluyeron que la cesación en el cargo del virrey Cisneros no debía entenderse como una separación absoluta del mismo sino como la conformación de una Junta de Gobierno colegiada a la que se le debía nombrar sus componentes para ejercer el poder hasta que se ejecutara la reunión de los diputados de las provincias. A consecuencia de ello, sumaron un paso más en su decisión: que dicho órgano debía estar presidido por el propio virrey en calidad de vocal. Estimaron que el Cabildo tenía facultades para proceder de esa forma.
Inmediatamente, libraron oficio al virrey Cisneros en el que comunicaban que cesaba en el ejercicio de la autoridad y que el Cabildo había decidido designarlo vocal de la nueva forma de gobierno en acompañamiento de este Cuerpo para el ejercicio futuro de sus funciones.
Cisneros respondió verbalmente a los regidores que entregaron el oficio con dos premisas.
La primera que aceptaba el ofrecimiento aunque manifestaba carecer de interés en participar del mando colegiado. Segunda, que se consultara a los comandantes de las fuerzas asentadas en la ciudad dado que lo decidido no aparecía como conteste con lo votado por el Cabildo Abierto el 22 de mayo.
Los cabildantes convocaron a los jefes militares. A ciencia cierta no se pudo identificar quienes concurrieron a esta reunión consultiva pero la respuesta más probable debe haber sido que la población solo se tranquilizaría si se daba a publicidad el cese en el mando del virrey Cisneros y su reemplazo por el Cabildo gobernador.
Por indicación de lo sucedido en esa reunión preliminar o por convicción propia, el Cabildo redactó un bando manuscrito en que se comunicaban los actos de gobierno con la debida “prudencia” de no precisar los pormenores de la decisión adoptada tras la conclusión arribada por el Ayuntamiento y el visto bueno de Cisneros.
Una jugada arriesgada que tendría consecuencias…

Ruben Ruiz
Secretario General 


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