img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
home2
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_18
img_home_13
img_home_13
img_home_12
img_home_11
img_home_7
previous arrow
next arrow
Shadow

Efemérides 25 de Enero – Juan Vucetich

Compartir

 

Creador del sistema de identificación por huellas dactilares

Un día como hoy pero de 1925 fallecía Iván Vučetić, antropólogo, criminalista y policía argentino de origen croata que investigó, desarrolló y puso en práctica un sistema eficaz de identificación de personas por medio de sus huellas dactilares.
Nació en 1858 en la isla de Hvar, en el archipiélago de Dalmacia. Hijo de Vicenta Kovacevich y Víctor Vučetić, llegó a la Argentina en 1882 junto a su hermano y algunos amigos. Ingresó a trabajar en Obras Sanitarias de la Nación, se nacionalizó argentino y cambió sus datos originales por los de Juan Vucetich. En 1888 se mudó a La Plata e ingresó como meritorio en la oficina de Contaduría de la policía provincial. Al año y medio fue designado jefe de la Oficina de Estadísticas con el objeto de implementar un sistema práctico de identificación. Creó la Oficina de Identificación Antropométrica y, al poco tiempo, el Centro de Dactiloscopía en el que fue designado como director.
Así comenzó su parentesco con el estudio y creación de un sistema, cuyos antecedentrs venían de lejos.
Ya en Babilonia y Persia se utilizaban impresiones dactilares para autenticar registros en arcilla porque habían descubierto que, desde que una persona nacía hasta que moría, las yemas de sus dedos y las líneas de las plantas de los pies no cambiaban y tenían un carácter único. En China y Corea se usaban para certificar contratos.
En Occidente también hubo novedades. En 1823 el anatomista checo Juan Evangelista Purkinje defendió su tesis doctoral sobre los rasgos de las estrías epidérmicas que hoy denominamos arcos, espirales y presillas. No obstante, William Herschel fue el primer europeo en advertir y estudiar estos antecedentes y en 1858, desde su posición de funcionario del servicio civil indio en Jangipur, región de Bengala, ordenó la utilización de las huellas dactilares en los contratos.
En 1883 el francés Alphonse Bertillon propuso un método de identificación de personas, cuyo patrón se basaba en la medición del tamaño del cráneo, el largo del dedo medio, del antebrazo izquierdo y del pie. Fue adoptado por la policía de Francia pero constituyó un fracaso cuando se encontraron con dos personas que tenían el mismo conjunto de medidas.
El antropólogo inglés Francis Galton, primo de Charles Darwin, fue más metódico en el estudio de las huellas dactilares, confirmó su inmutabilidad durante la vida de una persona y su carácter distintivo aún en seres gemelos, publicó el resultado de sus estudios en el libro Huellas dactilares y creó un sistema de identificación sobre la base de 40 rasgos determinados.
Vucetich mantenía intercambios epistolares con Galton y con Bertillon al mismo tiempo que profundizaba sus investigaciones personales sobre el tema. Analizó el trabajo del británico, lo mejoró y utilizó un sistema formado por 101 rasgos de huellas que agrupó en cuatro grupos. Luego lo simplificó y creó un método que se basaba en cuatro rasgos principales: arcos, presillas internas, presillas externas y verticilos. Presentó sus conclusiones y la policía bonaerense inició en 1891 el primer registro dactiloscópico de personas en el mundo.
El 1º de septiembre de ese año Vucetich hizo sus primeras fichas dactilares (fecha en que se conmemora el Día Mundial de la Criminalística) con las huellas de 23 reclusos. Al año siguiente, aplicó su método con éxito para identificar a la autora de un crimen en la ciudad de Necochea. En 1894, luego de verificar el sistema en 645 presos, la policía provincial adoptó como norma la identificación dactilar.
La experiencia fue recopilada en sus “Instrucciones Generales para el sistema antropométrico e impresiones digitales” y en su escrito “Idea de la identificación antropométrica”. En 1901 se publicó en forma de libro la conferencia que dictó en la Biblioteca Pública de La Plata con el titulo de El método de toma de huellas dactilares y se difundió en varios países del mundo.
Tuvo su repercusión. El texto fue evaluado en Inglaterra por el Comité Belper, el cual concluyó que el sistema de identificación por huellas digitales era superior a la antropometría y, este mismo año, se inauguró el Fingerprint Bureau en la Policía Metropolitana de Londres. Posteriormente, Francia, España, Italia, Noruega y Bélgica adoptaron métodos basados en el sistema Vucetich.
En 1901 participó en el Congreso Científico Latinoamericano realizado en Montevideo donde presentó su tesis «Nuevo Sistema de Identificación». En 1904 participó del Segundo Congreso Médico, con asiento en Buenos Aires, donde presentó su obra Dactiloscopía comparada que tuvo una gran repercusión y fue traducida a varios idiomas.
A mediados de 1905 presentó su trabajo «Evolución de la Dactiloscopía» y una tesis sobre el tema «Congreso Policial Sudamericano» en el Congreso Internacional Científico celebrado en Río de Janeiro. En octubre de ese mismo año participó en la Conferencia Internacional de Policía, llevada a cabo en Buenos Aires, en la que propuso la creación de la Cédula de Identidad personal.
También en 1905 el sistema dactiloscópico fue incorporado por la policía de la ciudad de Buenos Aires que luego se constituyó como policía federal argentina; en 1911, se sancionó la Ley 8129 de enrolamiento militar y régimen electoral que adoptó el sistema de huellas digitales para la identificación de los varones argentinos mayores de 18 años. Además, ese año creó el Gabinete de Identificación Dactiloscópica del Ministerio de Guerra por pedido del propio ministro.
Finalmente, en 1913 participó en el Congreso Internacional de jefes de policía, realizado en la ciudad de Washington, donde presentó su tesis sobre el tema «La Dactiloscopía Argentina y sus Aplicaciones Internacionales».
No obstante, no todas fueron flores. El 20 de julio de 1916 fundó el Registro General de Identificación de Personas, acto que lo enfrentó al interventor de la provincia de Buenos Aires, José Luis Cantilo. En 1917 se desarrolló un movimiento de protesta -cobijado por Cantilo- contra la obligación de identificación general de las personas que consideraban un acto de espionaje sobre la intimidad de las personas y que se diluyó por falta de consenso social. No obstante, el gobierno bonaerense logró cerrar el Registro con la excusa de falta de presupuesto y procedió a la destrucción del archivo de fichas dactiloscópicas.
Decepcionado, ese mismo año se radicó en Dolores, provincia de Buenos Aires, donde vivió sus últimos años junto a su tercera esposa, María Cristina Flores, sus dos hijas y su hijo y donó su archivo y su biblioteca a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata.
Falleció aquejado por un cáncer y tuberculosis y la familia rechazó el ofrecimiento de que el velatorio se realizara en una comisaría. Se llevó a cabo en su casa de Pellegrini y Alem, solar que hoy alberga una escuela pública.
Juan Vucetich fue un personaje que desarrolló su actividad en una de las instituciones más conservadoras y arbitrarias de nuestro país pero logró introducir elementos científicos que limitaron, en parte, la parcialidad de su acción incriminatoria. Recordemos que en esa época la identificación de los sospechosos se realizaba mediante dibujos a mano alzada con la información que ofrecían los testigos o con las declaraciones ocasionales de los agentes policiales, con toda la carga de subjetividad y potencial discriminación que esa acción conllevaba y las posibilidades de error fáctico al inculpar a una persona por un hecho delictivo.
Datos para tener en cuenta porque de esta historia también venimos…

Ruben Ruiz
Secretario General 


Compartir
Volver arriba