img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
home2
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_18
img_home_13
img_home_13
img_home_12
img_home_11
img_home_7
previous arrow
next arrow
Shadow

Efemérides 25 de Marzo – Ida Wells-Barnett

Compartir

Pionera de la lucha contra el racismo y del periodismo de investigación

Un día como hoy pero de 1931 se despedía Ida Bell Wells-Barnett, periodista, investigadora sobre la violencia racial, luchadora por los derechos civiles, antecesora en la lucha contra el racismo en EE UU de luchadoras y luchadores como Rosa Parks, Martin Luther King, Malcom X, James Baldwin, Tommie Smith y John Carlos, John Lewis, Alicia Garza, Opal Tometi y Patrisse Cullors (creadoras del hashtag #BlackLivesMatter).
Nació en 1862 en Holly Springs, estado de Misisipi. Hija de Elizabeth Warrenton Wells, cocinera y de John Wells, carpintero, ambos esclavos liberados luego de la guerra de Secesión en EEUU. Sus estudios los cursó en el Rust College de su ciudad natal.
En 1878 fallecieron sus padres y un hermano de nueve años por causa de la fiebre amarilla. Después del funeral la familia decidió distribuir a los hijos/as de la pareja fallecida entre los tíos y tías. A Ida no le pareció buena idea. Se inscribió en un instituto, consiguió trabajo como profesora en un colegio secundario y recibió la ayuda de su abuela para mantener a sus seis hermanos. En 1880 se trasladó con todos ellos (menos uno) a la ciudad de Memphis. Consiguió un nuevo trabajo y durante el verano asistía a las clases de la Fisk University, en Nashville.
En 1884 un episodio cambió su modo de actuar ante la discriminación racial. Viajaba en el vagón de las mujeres de la empresa de ferrocarril Chesapeake, Ohio & South Western Railroad Company cuando un guarda la obligó a darle su asiento a un hombre blanco y retirarse al vagón de fumadores que estaba atestado de pasajeros. Ida se negó. Se resistió y fue expulsada del tren en forma violenta por tres guardas de la empresa.
Su caso se hizo conocido por varios artículos periodísticos. Ida contrató un abogado negro e inició un juicio contra la empresa ferroviaria en cuestión. El abogado la traicionó luego de un conveniente soborno y, entonces, contrató un abogado blanco. El juicio lo ganó apelando a la Ley de derechos civiles de 1875 que prohibía la discriminación por raza, credo o color en teatros, hoteles, transportes u otros lugares públicos. Años después, la Corte Suprema de Tennessee revirtió el fallo aduciendo que tal ley había sido declarada inconstitucional.
En 1892 presenció otro acto dramático. Tres hombres negros -uno de los cuales era su amigo Thomas Moss- fueron acusados de violar a tres mujeres blancas, encarcelados y linchados en un descampado. Ida no se convenció de la versión oficial; investigó y descubrió que detrás de esos asesinatos había un trasfondo económico: sus amigos habían inaugurado un negocio que competía con bastante éxito contra un local similar cuyo dueño era blanco. Esa razón fue determinante para el trágico final. Un grupo de blancos Inventó la historia contra las mujeres supuestamente violadas y después del linchamiento el local pasó a manos del competidor blanco. Ida Wells quedó impactada y comenzó a investigar más casos.
Ya escribía artículos periodísticos en el “The Memphis Free Speech and Headlight”. En pocos meses se transformó en su coeditora y copropietaria. Viajó por el sur de EE UU para investigar casos similares, publicar sus conclusiones y sensibilizar a la opinión pública sobre esos métodos atroces. Investigó más de 700 casos y su constancia y profesionalidad tuvieron impacto. Además, luego de una profunda investigación, publicó su artículo “Los horrores del sur: La ley de linchamiento en todas sus fases” en el que develó el perverso mecanismo utilizado contra los negros y la magnitud dramática de su puesta en práctica.
Llegó a la conclusión de que la comunidad negra debía hacer valer su peso como factor indispensable del desarrolla industrial y que debía consolidar métodos de autodefensa. Esta convergencia entre la lucha por la igualdad racial, la lucha de los trabajadores/as y la defensa de sus vidas marcó otra impronta en el enfrentamiento contra los blancos racistas.
La mafia sureña se puso en movimiento. Incendió las oficinas del periódico y amenazó de muerte a Ida varias veces. Finalmente, se mudó a Nueva York (donde sus artículos provocaron un significado revuelo) y luego a Chicago para proteger su vida. En 1893 fue copartícipe del boicot a la Exposición Universal y publicó un volante, en inglés y otros idiomas, llamado “Por qué los americanos de color no están en la Exposición Universal de Chicago” donde develaba con datos pormenorizados la masacre contra los integrantes de su comunidad en EE UU.
Posteriormente, publicó “Un Registro Rojo: estadísticas tabuladas y causas de linchamientos en los Estados Unidos 1892-1894-1894” en el que constató dos datos incómodos para la sociedad norteamericana del siglo XIX: que las supuestas violaciones a mujeres blancas, se utilizaban en el sur de EE UU como excusa para ejecutar a los negros en linchamientos sin participación de la justicia y que detrás de ese mecanismo perverso y fatal anidaba la angustia que generaba en los blancos el progreso económico de la comunidad negra, supuestamente inferior.
En esos años fue invitada por la activista británica Catherine Impey para recorrer la isla europea y difundir esta dura realidad que vivía la comunidad negra en “la tierra de los libres y el hogar de los valientes”. En ese interregno, ambas fundaron la Sociedad para el Reconocimiento de la Hermandad Universal del Ser Humano.
En 1893 se contactó con el defensor de los derechos civiles Albion Tourgée para solicitarle asistencia legal gratuita para ejercer la defensa de dos abogados negros de Memphis. El pedido de Ida fue derivado al abogado y periodista Ferdinand Lee Barnett, que aceptó el caso. La buena onda entre ambos creció y a los dos años se casaron. Como un dato esencial para la época, conservó su apellido de soltera y agregó el de su marido. Una novedad inusual y desmitificadora. La pareja tuvo cuatro hijos y sumaron a la familia a los dos hijos de Barnett de su primer matrimonio del que había enviudado.
Su actividad contra el racismo y otras formas de violencia prosiguió con colectas, mitines y artículos periodísticos que impactaban en la hipocresía social de la época. No obstante, la maternidad y el cuidado de sus hijos implicó aminorar el ritmo de su actividad proselitista.
En 1909 fue cofundadora de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) junto a W. E. B. Du Bois, Ida B. Wells-Barnett, Oscar Micheaux y Mary White Ovington y Mary Church Terrell (primera afroamericana en obtener un título universitario). En esa organización participó de la creación de la “Asociación Nacional de Mujeres de Color” y fue inspiradora de la “Anti-Lynching Crusaders” (Crazadas contra los linchamientos).
En 1913 fundó en Chicago el “Alpha Suffrage Club” una asociación de mujeres negras a favor del voto femenino. Argumentaba que la marginación que sufrían las mujeres por su condición femenina se encontraba agravada en los casos de mujeres negras y pobres.
En 1931 detuvo su marcha incansable a causa de un síndrome urémico. Su voz fue silenciada durante todo el siglo XX pero su bisnieta y una parte de la comunidad negra lograron elevar el reconocimiento público de su figura y su lucha permanente por la igualdad humana.
Salú Ida Wells-Barnett! Por tu coraje, tu pluma punzante, tus investigaciones imbatibles. Nos quedamos con una de tus frases que sigue teniendo plena vigencia: “Más vale morir luchando contra la injusticia que morir como un perro o una rata en una trampa”.

Ruben Ruiz
Secretario General 


Compartir
Volver arriba