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Efemérides 25 de Septiembre – Rukhmabai

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De esposa infantil obligada a pionera de la medicina y el feminismo en la India

Un día como hoy pero de 1955 se despedía Rukhmabai Raut, médica y feminista india que fue la segunda mujer en practicar la medicina en la India colonial y fue el sujeto central de una disputa jurídica sobre su matrimonio infantil que impactó de lleno en la sociedad india y derivó años después en la sanción de la Ley de edad de consentimiento para el matrimonio.
Nació en 1864 en la ciudad de Bombay (en ese momento bajo dominio británico y parte del “raj” que abarcaba los estados actuales de India, Pakistán, Bangladés y Birmania) . Hija de Jayantibai y Janardhan Pandurang, ambos integrantes de la comunidad marathi. Su padre murió cuando Rukhmabai tenía dos años y su madre solo diecisiete. Seis años después, su madre se casó con el médico y reformador social y educativo Sakharam Arjun, también viudo. Ambos pertenecían a la casta suthar (casta tradicional de los carpinteros que, según las creencias, descenderían del dios supremo artesano llamado Vishwakarma vinculado a la cara religiosa del trabajo y practicantes el hinduismo) que permitían el matrimonio de las viudas.
Las opiniones en la pareja sobre el porvenir de su hija eran divergentes. La madre sostenía que la niña de once años debía ser casada con premura. El marido de la madre no coincidía con esa tradición. Prevaleció la opinión materna. El candidato elegido fue Dadaji Bhikaji, de 19 años y primo de Sakharam Arjun. Notable paradoja que acentuó la disputa. No obstante, el padrastro de Rukhmabai logró que Dadaji se quedara con la familia de la esposa en condición de gharjawai (yerno conviviente en la casa de su mujer, acto repudiado por la conservadora sociedad india) con el compromiso de sostenerlo económicamente.
Los objetivos eran dotar de una mayor educación al esposo y extender el tiempo en que la pareja no estuviera sola. A los seis meses, Rukhmabai tuvo la primera menstruación. La tradición ordenaba que después de ese hecho los esposos debían consumar el matrimonio mediante una ceremonia ritual. El doctor Arjun se opuso con firmeza y su posición prevaleció pero Dadaji Bhikaji quedó herido. Espació sus presencias en el estudio y decidió mudarse a la casa de una tía materna, Narayan Dhurmaji, que lo apañó y lo introdujo en el mundo de los juegos de azar. La vida indolente fue el denominador común y las deudas crecieron.
Rukhmabai dio otro paso: se negó públicamente a vivir en la casa de su esposo. La familia bancó y la mudanza no se produjo. Al mismo tiempo, estudiaba en su casa con el apoyo del doctor Arjun, obtenía préstamos de libros de la biblioteca de Free Church Mission, asistía con su madre a los encuentros del movimiento de reforma religiosa y social Prarthana Samaj («Sociedad de Oración» en sánscrito) y al Arya Mahilä Samäj, contactó con luchadores de los derechos de las mujeres en India Occidental como Vishnu Shastri Pandit y en esos años conoció las ideas del reformismo liberal.
En 1884 su esposo presentó una demanda exigiendo la “restitución de sus derechos conyugales” ante el juez Robert Hill Pinhey. El mismo dictaminó que Rukhmabai podía ser representada por sus abogados cuando hubiera audiencia, lo que quitó presión a la demandada. En abril de 1895 murió su principal sostén familiar, el doctor Sakharam Arjun. Fue un golpe duro. Tanto su madre como su abuelo materno, Harishchandra, eran tradicionalistas. No obstante, logró convencerlos y con el sostén externo de la doctora inglesa del Hospital Cama, Edith Pechey, superó el chubasco anímico que significó la muerte de su padrastro.
El juez Pinhey dio la razón a Bukhmabai: argumentó que había sido casada en su «infancia indefensa» y no podía obligarla a la convivencia forzada. El esposo apeló al Tribunal Superior y el caso tuvo impacto público. Las posiciones a favor y en contra explotaron en los medios de comunicación. En coincidencia, aparecieron las “Notas sobre el matrimonio infantil y la viudez forzada” firmada por Behramji Merwanji Malabari, poeta, defensor de los derechos de las mujeres y opositor el matrimonio infantil, publicadas en el semanario “Indian Spectator”.
Otro factor importante fue la tarea de Henry Curwen, editor del periódico “Times of India” que aseguró una cobertura regular y precisa del caso e inclinó la balanza a favor de Rukhmabai. Además, la convenció de que escribiera “Las cartas de una dama hindú”, sin asumir la autoría. En ellas Rukhmabai argumentó su posición y junto a las “Notas…” crearon un clima de suspenso, expectativa y simpatía por su mixtura de súplica y rebelión. El alegato de Rukhmabai contradecía dos pilares de la sociedad hindú: el matrimonio precoz y la familia conjunta. Repudiar ese tipo de matrimonio sobre la base de la falta de consentimiento inteligente era socialmente disruptivo porque esas uniones podían ser rechazados por las mujeres después de alcanzar la edad de discreción. El reconocimiento del derecho a una vivienda adecuada para las cónyuges cuestionaba la intocable institución de la familia conjunta.
En 1886 el Tribunal Superior y el juez L.H. Bayley confirmaron la sentencia a favor de Rukhmabai pero en 1887 otro juez utilizó interpretaciones de leyes hindúes y ordenó que conviviera con su esposo o fuera presa seis meses. Ella contestó que prefería la cárcel pero, a su vez, generó otras instancias judiciales y, finalmente, apeló a la reina Victoria que dio un corte al litigio: anuló el tribunal y disolvió el matrimonio. Al año siguiente la pareja alcanzó un acuerdo por el cual Dadaji Bhikaji renunció al reclamo a cambio de recibir dos mil rupias.
El caso impactó entre las mujeres indias y causó revuelo entre las feministas de Gran Bretaña y Europa. La presión creció y en 1891 se promulgó la “Ley de edad de consentimiento” que elevó de 10 a 12 la edad en que las niñas podían decidir o ingresar a una unión conyugal. Posteriormente, hubo otras modificaciones que elevaron sustancialmente esa edad pero aún hoy el matrimonio infantil sigue siendo una práctica extendida en la India. La lucha continúa.
Se consolidaba su perfil de luchadora feminista e iniciaba su camino profesional. Su amiga, la doctora Edith Pechey que trabajaba en el Cama Hospital la animó a estudiar medicina y ayudó a generar una red de ayuda económica para cursar la carrera universitaria en Gran Bretaña que incluyó emigrados, sufragistas británicas y la creación del «Comité de Defensa Rukhmabai». En 1889 se embarcó. Cursó en la Escuela de Londres de Medicina para mujeres y en el Royal Free Hospital y se doctoró en 1894. Al año siguiente regresó a la India y fue nombrada como directora jefa en el Hospital de Mujeres de Surat.
En 1918 fue seleccionada para un cargo jerárquico en el Servicio Médico de la Mujer pero declinó el ofrecimiento para trabajar en el Hospital Estatal para Mujeres en Rajkot. En esa localidad fue cofundadora de la Cruz Roja local. Trabajó más de diez años hasta su jubilación.
Regresó a Bombay y publicó un llamamiento titulado “Purdah, la necesidad de su abolición” en el que denunciaba que a las jóvenes viudas se les negaba la posibilidad de contribuir activamente en la vida social y convocaba a exigir la facultad de participar y decidir. Su tarea activista social y defensora de los derechos de la mujer fueron continuas hasta su muerte. Desde 1904 usaba un sari blanco, la vestimenta típica de seda o algodón que usan las viudas en el subcontinente indio. Su enconado contrincante y esposo había fallecido ese año.
Salú Rukhmabai! Por marcar huellas indelebles en la defensa de los derechos de las mujeres del mundo en contextos y momentos extremadamente difíciles.

Ruben Ruiz
Secretario General 


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