img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
home2
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_18
img_home_13
img_home_13
img_home_12
img_home_11
img_home_7
previous arrow
next arrow
Shadow

El “libre mercado” no resuelve el servicio público de gas natural. La imprevisión gubernamental le suma presión.

Compartir

El problema que estamos viviendo con el desabastecimiento provisional de gas natural, especialmente a GNC’s, generadoras eléctricas e industrias, tiene origen en la visión que tiene el gobierno del negocio y el servicio público. 

En primer lugar, la decisión de ajustar el gasto público sin elaborar un orden de prioridades afectó la terminación de los trabajos en las Plantas Compresoras de Tratayen y Salliqueló en el Gasoducto Néstor Kirchner (GNK) que implica una pérdida de transporte de gas natural de 11/12 millones de m3/día y también atrasó el gasoducto Mercedes-Cardales.

En segundo lugar, el desmantelamiento paulatino de Cammesa y su desafectación del manejo del GNK (tramo 1), el gas importado de Bolivia y el gas contratado de los barcos en Escobar (15% del gas natural a transportar) a manos de Enarsa impide un manejo integral y unificado de las herramientas existentes para hacer frente a los momentos de crisis.

En tercer lugar, la decisión de contratar 10 barcos en lugar de 20 para hacer frente al frío está pasando su factura. El frío sostenido se adelantó, los barcos de GNL no están y el Estado tiene que salir a comprar 200.000 toneladas de fuel oil y 350.000 m3 de gas oil por un monto de U$s 500 millones de dólares no trasladable a la factura de gas. 

Además, presionaron a las distribuidoras de gas natural para que compraran el gas de los barcos al precio contratado (U$s 12 cada 27 m/3) y que lo vendieran a 4 U$s. Las distribuidoras se negaron, la licitación quedó desierta, se atrasó el proceso de compra-venta y, finalmente, el Estado aceptó hacerse cargo de la diferencia vía nuevos subsidios.

En otro orden. La demora en el proceso licitatorio del GNK 2 que aportaría otros 20/22 millones de m/3 por día es un dato no menor porque habilitaría gas natural para el consumo de generadoras y residenciales de la zona central del país. 

Recordemos que el primer tramo del GNK se realizó en tiempo récord con financiación proveniente del impuesto a la riqueza que este gobierno no está dispuesto a reeditar.

Por último, están en proceso de ejecución las obras de reversión del gasoducto norte que también se atrasaron porque estuvo en discusión el estilo de financiamiento, a pesar que el BND brasilero ya acordó un préstamo equivalente al 75% del costo de la obra y porque existen demoras en los pagos previstos con empresas que comenzaron los trabajos.

La reversión actual es una versión minimizada de la original y permitirá utilizar solo los motocompresores de las cuatro plantas en cuestión y no, sus turbinas.

Por supuesto, en este ítem, los privados discutieron hasta el límite sus aportes y el gobierno pretendió no usar ese préstamo del banco estatal brasilero. Demoras innecesarias que acumulan escollos salvables si no hubiera imprevisión.

El manejo eficaz o deficiente de los servicios públicos siempre es parte de una planificación integral con el resto de la economía. Cuando se fragmenta su uso y disponibilidad a la libre decisión del mercado no puede sorprender que ocurran estas situaciones.

Ganar plata no es lo mismo que privilegiar el servicio público de una Nación con un pueblo usuario que paga rigurosamente sus facturas (el índice de morosidad es menor al 5%). Los intereses crujen y se develan con total crudeza.

COMISIÓN DIRECTIVA APJ GAS

Descargar Nota


Compartir
Volver arriba