Es evidente que el resultado de la votación del domingo próximo pasado creó una nueva situación política, económica y social que los trabajadores/as debemos procesar con sabiduría colectiva e impedir que los acontecimientos futuros sean producidos por los integrantes del poder real para generar zozobra y tratar de torcer la decisión soberana de un pueblo que votó y comenzó a decidir.
Su consecuencia inmediata es la actuación espúrea y perversa de los llamados “mercados” que llevaron el valor del dólar por encima de los $60 con su incidencia inmediata en los precios y el estancamiento de la venta de bienes durables por carecer de valores económicos de referencia.
Nunca como ahora quedó tan claro que la especulación con el valor del dólar la llevan a cabo pocos personajes con mucha capacidad económica y no, miles de pequeños ahorristas que abarrotan los bancos y las casas de cambio. Esto no pasa. No está ocurriendo. Pero esos personajes -reales y que viven entre nosotros- intentan producir miedo social, caos económico e influenciar en los acontecimientos. No respetan la decisión de las mayorías ni les preocupa el futuro de la Nación. Solo defienden sus intereses de un modo salvaje como lo están demostrando estos días.
Los trabajadores/as sabemos que para enfrentar esta ola especulativa debemos organizar mayor unidad y defender nuestros derechos económicos y sociales con mayor protagonismo. Además, exigir madurez política a todos quienes intentan ocupar cargos gubernamentales con una consigna clara: acordar una estrategia para proteger a los habitantes y la economía de nuestro país contra los enemigos que utilizan el disfraz de especuladores seriales y generar una transición eficaz que permita llegar al 10 de diciembre con la mayor racionalidad posible.
Ante este panorama, hoy, se anunciaron medidas paliativas para los próximos tres meses que consideramos insuficientes e inconexas pero que para los trabajadores/as formales se traducen en los siguientes puntos:
• Suba del 20% del Mínimo no Imponible y la deducción especial. Esto eleva el salario a partir del cual se paga el impuesto a las ganancias. Para el trabajador/a soltero el nuevo piso del salario bruto será de $55.376 (neto de bolsillo de $46.146) y para un trabajador/a casado con dos hijos será de $70.274 (neto de bolsillo de $58.327.42). No se modifica la escala porcentual de descuentos adicionales que conlleva este impuesto.
• Devolución de una parte del impuesto a las ganancias pagado durante el año para los trabajadores/as que cobren un salario bruto de hasta $80.000 mensuales y cuya implementación está en estudio con la Afip.
• Devolución de hasta $2.000 del monto total que cada trabajador/a abona en concepto de aportes personales (el 11% de aporte jubilatorio) siempre y cuando su salario bruto mensual sea menor a $60.000.
• Pago de un bono de $5.000 con los haberes de agosto para los trabajadores/as de la administración pública nacional, las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad federales.
• Convocatoria al Consejo del Salario para discutir el aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil.
Los trabajadores/as y una gran parte de la población que sufre las consecuencias prácticas de la especulación y de las políticas económicas actuales (baja del poder de compra de los salarios, más difícil acceso a los servicios públicos básicos, achicamiento de las jubilaciones y pensiones) reiteramos nuestra firme voluntad de defender la calidad de vida conquistada en muchas jornadas de lucha y responder con sentido de grandeza a las maniobras que pretenden enturbiar la vida de los argentinos/as durante los próximos meses. Ese es nuestro compromiso.
COMISIÓN DIRECTIVA APJ GAS