En los últimos dos días la República Argentina fue el país más frío del mundo.
Desde hace meses la Argentina está presa de indecisiones en la gestión energética y decisiones contrarias a los intereses estratégicos y necesidades cotidianas de quienes habitamos nuestro país.
Las dos cosas se combinan e impactan en nuestras vidas: cortes de gas en las GNC, industrias y comercios.
Por un lado, las obras relativas a la reversión del Gasoducto Norte que debían terminarse el mes pasado están retrasadas o suspendidas por lentitud administrativa y falta de pago en tiempo y forma, según aducen algunas contratistas que llevan adelante la obra. Lo extraño es que el 90% de la financiación está asegurada, vía préstamo desembolsado por la CAF (Corporación Andina de Fomento – Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe) y aportes comprometidos por el estado nacional a través de ENARSA.
El proceso de la paralización de la obra pública sin previsión estratégica está pasando su pesada factura.
Eso sí, el “sendero de precios” con aumentos para los usuarios ya fue autorizado por Enargas después de las audiencias públicas en la que no se tomaron en cuenta los reclamos ni las alternativas expuestas por asociaciones de usuarios, organizaciones intermedias de la sociedad y varios especialistas en energía.
Por otra parte, se registró una disminución transitoria de inyección de shale gas generada en algunos bloques productores en Neuquén desde el sábado pasado que implicó una pérdida acumulada hasta el momento de 15 millones de metros cúbicos de “line pack” en TGS (cantidad de gas dentro de los gasoductos para mantener la presión del sistema y posibilitar el flujo continuo del fluido).
Para paliar esta pérdida, el lunes pasado se utilizó el gas natural almacenado en la planta de Peak Shaving que Naturgy Ban posee en General Rodríguez. Se inyectaron casi tres millones de metros cúbicos pero la capacidad de reposición del gas usado es de 100.000 m3 día. Es una solución muy corta si continúa el frío.
Además, se firmó la novena adenda con Bolivia para que envíe entre 4 y 4,5 millones de metros cúbicos día y un nuevo contrato para que Chile nos envíe 1 o 2 MMm2/día a través del Gasoducto Norandino. Simultáneamente, están ingresando 18 MMm3/día del barco instalado en Escobar en el sistema de Transportadora de Gas del Norte. Esta importación gasífera significa que el usuario residencial, comercial, industrial o de generación de energía eléctrica pagará un precio mayor por cada metro cúbico consumido.
Recordamos que el Enargas autorizó un 6% de aumento en el precio del gas que cobran las petroleras que producen el gas natural, un incremento del 4% para futuras obras y aumentos mensuales para la distribución y el transporte de gas natural. Todo a cargo del usuario/a.
En ese contexto, algunas empresas se niegan a discutir aumentos salariales específicos para trabajadores/as de sectores claves que aseguran la calidad del servicio público, morigeran las tensiones que existen en sucursales o que soportan en la vía pública ni tampoco a reconocer la experiencia con categorías acordes.
Las trabajadoras/es de la industria del gas natural seguiremos defendiendo nuestro salario, los derechos de los usuarios y un proyecto de soberanía energética en beneficio de las mayorías.
COMISIÓN DIRECTIVA APJ GAS