El Chicho, el presidente médico del pueblo chileno
Un día como hoy pero de 1908 nacía Salvador Guillermo Allende Gossens, médico cirujano y político chileno que llegó a la presidencia con el voto del pueblo chileno, fue derrocado por uno de los golpes de estado más sangrientos en América Latina y continúa siendo un símbolo señero para los y las chilenas que luchan por una sociedad más justa.
Nació en Santiago de Chile. Hijo de Salvador Allende Castro, funcionario en diferentes áreas de la administración pública y escribano del puerto de Valparaíso, y de Laura Gossens Uribe, de ascendencia belga y nacida en la ciudad de Concepción.
A los pocos meses de vida su familia se mudó a Tacna donde Salvador cursó sus estudios primarios. A los ocho años se mudaron a Iquique. El trabajo de su padre lo transformaba en un niño y adolescente trashumante. En 1918 se trasladaron a Santiago de Chile; luego llegó la ciudad de Valdivia y, finalmente, en 1921 recaló en Valparaíso. Allí cursó en el Liceo Eduardo de la Barra, se hizo socio del club Everton de Viña del Mar, donde descolló en atletismo y tuvo su primer contacto con la política y el ajedrez. Su interlocutor y contendiente en el tablero fue el carpintero anarquista Juan Demarchi que lo empapó de las ideas revolucionarias y lo impulsó a pensar en una sociedad más justa. En 1924 hizo el servicio militar en el Regimiento de Lanceros de Tacna y en 1926 ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Vivió con su tía Anita unos meses, pero después prefirió la vida de las pensiones estudiantiles.
Ayudó a reconstruir la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile e integró la agrupación Avance, junto a socialistas y comunistas. Su capacidad oratoria y su argumentación lo distinguían entre los dirigentes. La crisis económica de ese momento hizo que el movimiento estudiantil tuviera centralidad y Allende una actuación destacada. Fue expulsado de la universidad y brevemente encarcelado. En 1932 fue reincorporado y al año siguiente se graduó con altas notas. La tesis con la que se recibió fue Higiene mental y delincuencia.
En 1933 hubo una escisión en el Partido Comunista de Chile y se conformó el Partido Socialista del cual Allende fue cofundador. Sus antecedentes militantes le impidieron conseguir un trabajo estable hasta que logró un puesto de ayudante de anatomía patológica en el Hospital Carlos van Buren de Valparaíso. Al poco tiempo fue electo director de la Asociación Médica en esa ciudad y miembro del directorio nacional médico. Al mismo tiempo, era editor del Boletín Médico de Chile y ayudó a organizar la Revista de Medicina Social en su ciudad.
Su preocupación por la organización política también era un rasgo distintivo. Dirigió un grupo importante de socialistas locales, fue secretario seccional y secretario del comité regional de Valparaíso. En 1937 tuvo su primera contienda electoral. Fue electo diputado nacional por Valparaíso y Quillota con el Frente Popular, y se especializó en la presentación de proyectos de leyes sanitarias y sociales. Simultáneamente, fue elegido subsecretario nacional del Partido Socialista.
En 1938 dirigió en Valparaíso la campaña presidencial de Pedro Aguirre Cerda. Fue la victoria más estrecha de la vida electoral chilena. En agosto de 1939 Allende fue convocado por el presidente entrante para el cargo de ministro de Salubridad. Aceptó y comenzó su compromiso con la gestión estatal. Publicó La realidad médico-social chilena, descarnado análisis demográfico, sanitario y social de la situación de la salud pública en Chile y comenzó transformaciones de fondo.
Su programa incluyó la reestructuración de la Dirección de Sanidad, el refuerzo del control de drogas y medicamentos, la reforma de los regímenes de previsión y de las leyes del seguro obligatorio, la ampliación de coberturas en la medicina preventiva, nuevas políticas de alimentación (especialmente para los estudiantes), de vivienda y arrendamientos. Multiplicación de la producción y distribución de medicamentos contra enfermedades venéreas, reducción de las muertes por tifus, más presupuesto para los centros de higiene pública, expansión del servicio dental en las escuelas.
En 1940 se casó con Hortensia Bussi, «Tencha», bibliotecaria y profesora de Historia, Geografía. Se habían conocido en el terremoto de Chillán y tuvieron tres hijas: Carmen Paz, Beatriz e Isabel.
En 1945 fue electo senador nacional por Valdivia, Llanquihue, Chiloé, Aysén y Magallanes, y en 1953 por Tarapacá y Antofagasta. Luego, sus enemigos internos en el PS operaron y lograron que se presentara en la circunscripción de Aconcagua y Valparaíso donde el líder de la izquierda era el comunista Jaime Barros. Pero la elección fue formidable y los dos candidatos fueron electos. En 1969 ocurrió algo similar y tuvo que presentarse en la difícil circunscripción de Chiloé, Aysén y Magallanes. Ganó por varios cuerpos. Su capacidad para lograr acuerdos en la Cámara era notoria y logró que se aprobaran leyes como la de Servicio Nacional de Salud, Colegio Médico, Energía Nuclear, Estatuto del Médico Funcionario, y Medicina Curativa y Enfermedades Profesionales, entre otras.
Sin embargo, el voto popular le era esquivo cuando se postulaba al cargo de presidente de la Nación. Perdió las elecciones de 1952, 1958 y 1964 contra candidatos conservadores. Hasta que en octubre de 1969 se constituyó la Unidad Popular: un frente con el PS, PC, Partido Radical, Partido Socialdemócrata, MAPU y API para participar de las elecciones de 1970. Salvador Allende fue su candidato a presidente. Realizó campaña arriba del tren, del auto y convocando grandes actos. El 4 de septiembre la UP ganó las elecciones con el 37% de los votos. La alegría popular fue enorme. Por primera vez en la historia mundial un candidato marxista era elegido presidente por el voto popular. Comenzaba así la Vía chilena al socialismo, pacífica, masiva, humanista, apelando a la movilización y al compromiso consciente de las mayorías. Síntesis de muchos años de lucha popular sostenida y mucho aprendizaje colectivo.
Pero los EE UU no aceptaron la derrota del candidato conservador y presionaron para que Allende no asumiera. Un comando secuestró al jefe del Ejército, René Schneider, comprometido a respetar el resultado electoral, y lo mataron. La esperada inestabilidad social no se produjo. La maniobra quedó al descubierto, hubo un gran repudio popular y la derecha política quedó acorralada. Luego de un enredado trámite parlamentario, Allende asumió la presidencia el 24 de octubre de 1970.
Comenzó el plan de transición del capitalismo al socialismo. El Congreso aprobó por unanimidad la nacionalización de la minería del cobre que fijó restar las utilidades de las indemnizaciones, se expropiaron industrias claves por diferentes mecanismos legales (principalmente compra de acciones), se generó un sistema informático de avanzada para administrarlas en tiempo real y posibilitar la participación de los trabajadores/as, se decretó un aumento general de salarios y jubilaciones, se expropiaron dos millones de hectáreas (con la ley de reforma agraria del gobierno anterior), se impulsaron mejoras para las pymes y planes de vivienda.
Esta política estuvo refrendada por la mayoría del pueblo chileno en las elecciones municipales (49,73% de votos) y la complementaria a senador en Chiloé, Aysén y Magallanes en 1971. Pero la reacción no descansó. La derecha política actuó en conjunto para trabar los trámites parlamentarios; EE UU presionó para que se negaran préstamos internacionales a Chile, financió a los medios opositores, la CIA organizó comandos que atentaron contra vías férreas, oleoductos, puentes y torres de comunicación, muchos comerciantes desabastecían y vendían en el mercado ilegal, la Agrupación de Dueños de Camiones realizó un paro en octubre de 1972 que agravó los problemas de distribución de bienes y las fuerzas fueron desplazando en la conducción a los militares constitucionalistas por otros, golpistas.
La Federación de Estudiantes de la Universidad Católica se movilizó contra la ley de Educación Nacional Unificada y proseguían los cacerolazos de las mujeres de los barrios más ricos. En ese contexto, se llevaron adelante elecciones parlamentarias. La Unidad Popular superó el 44% de los votos y creció en cantidad de diputados y senadores. Fue demasiado para la tribu reaccionaria.
El 29 de junio de 1973 se produjo el primer intento de golpe de estado. El Tancazo. Se movilizaron tanques y carros pesados, pero fueron neutralizados por tropas leales al gobierno. La gravedad de la situación también expuso las grandes diferencias en el frente gubernamental para acordar una respuesta en unidad. El 11 de septiembre de 1973 se consumó el golpe de estado sangriento. La Casa de La Moneda fue bombardeada, Salvador Allende no se rindió. Se dirigió por radio al pueblo chileno, agradeció su lealtad, comunicó su dramática decisión final y expresó su fe intacta en los trabajadores y el pueblo de Chile y en su destino. Dejó su vida dentro del palacio gubernamental.
Los golpistas promovieron inestabilidad social, empujaron la inflación, usaron las armas contra un gobierno legítimo, consumaron un golpe nefasto, pero nunca pudieron apagar la luz que produce la figura de Salvador Allende en el pueblo chileno y el recuerdo de su gobierno fraterno, honesto, cercano. En las movilizaciones de millones de jóvenes en octubre de 2020 no hubo banderas partidarias. La mayoría se embanderaba con la imagen del heroico presidente médico.
Salú Allende!! Tenías razón en confiar en tu pueblo y en las generaciones futuras. Tu apuesta sigue intacta: cambiar la sociedad por la vía pacífica, con una mayoría movilizada, consciente, decidida, con firme serenidad.
Ruben Ruiz
Secretario General