Emblema del blues y el soul británico. Alma de negro y sentimiento contracultural
Un día como hoy pero de 1944 nacía John Robert Cocker, cantante, músico y compositor británico que marcó una época con sus versiones y su manera de cantar. Interpretó temas de otros compositores pero algunas de ellos quedaron como sello propio en los oídos de algunas generaciones.
Nació en el barrio de Crookes, Sheffield, Inglaterra. Ciudad de trabajadores del acero y de estudiantes universitarios. Hijo de Madge Lee y de Harold Cocker, trabajador estatal. Coterráneo de la médica Helen Ward, la química y cosmonauta Helen Sharman, el cirujano Michael Woodruff, el arquero Gordon Banks, el centrodelantero Jamie Vardy y el actor Dominic West (protagonista de The Wire).
Sus primeras influencias fueron Ray Charles, Lonnie Donegan (el rey del skiffle) y Otis Redding. Su primera actuación en público fue a los doce años junto a su hermano Víctor. A los dieciséis formó su primer grupo musical, The Cavaliers. Después de un año el grupo se disolvió y Joe abandonó sus estudios secundarios.
En 1961 ingresó como aprendiz en la distribuidora de gas East Midlands Gas Board (luego absorbida por la British Gas Corporation) y fue instalador de redes. Ese mismo año formó el grupo Vance Arnold & The Avengers y versionaron temas de Ray Charles , John Lee Hooker y Muddy Waters. En 1963 fueron teloneros de los Rolling Stones en el Sheffield City Hall. Al año siguiente grabó su primer simple junto a los guitarristas Big Jim Sullivan y Jimmy Page. Fue una versión de “Voy a llorar en su lugar (I’ll Cry Instead), un tema de lo Beatles. Fracaso sonoro y fin del contrato con la grabadora.
Continuó tocando en bares y pubs, formó la “Joe Cocker’s Big Blues” y “The Grease Band” con la que llamó la atención de Denny Cordell, productor de Procol Harum y The Moody Blues. Disolvió la banda, la rearmó con el nuevo nombre de “Cocker’s Grease Band” y comenzó a tocar en Londres. Al mismo tiempo, grabó un simple y logró su primer éxito: “Con una pequeña ayuda de mis amigos”, otro tema de los Beatles. Con Jimmy Page en guitarra, Barrie James Wilson en batería y los coros de Sue and Sunny. Lideró el chart inglés durante treinta semanas.
La banda incorporó al guitarrista Henry McCullough y recorrieron Gran Bretaña junto a The Who y Marmalade. Meses más tarde, cruzaron el Atlántico con su representante Denny Corell como guía y tocaron en EE UU. Sus primeras actuaciones fueron en el “Newport Rock Festival” y el “Denver Pop Festival”. Consagratorias y preparatorias de su actuación en Woodstock.
Ese domingo 17 de agosto de 1969 Joe Cocker y su banda abrieron ese festival mitológico. Patillas largas, movimientos eléctricos, mímica como si tocara la guitarra, remera de colores gastados. Un aluvión de energía que revitalizó el concierto en su tercera jornada. Entre otras canciones, interpretaron «Dear landlord», «Something comin’ on», «Just like a woman», «I don’t need a doctor» y finalizaron a toda orquesta con «With a little help from my friends» (Con una pequeña ayuda de mis amigos). Aplausos del público para este inglés que había conquistado a la juventud roquera estadounidense.
Luego grabó otro álbum: Joe Cocker!. Canciones con menos adrenalina, más inmersos en la onda soul y funky, en el que versionó a los Beatles con “She came in through the bathroom window” y “Something”, a Bob Dylan con “Dear landlord”, a Leonard Cohen con “Bird on a wire” y con el que dio otro batacazo: Delta baby. Su país lo revalorizaba.
Inmediatamente, participó del Festival de la Isla de Wight, en Inglaterra, y en dos programas de televisión muy vistos: The Ed Sullivan Show y This is Tom Jones. La vorágine no se detenía. De sobrepique se resolvió una nueva gira por EE UU y se armó una nueva banda: “Mad Dogs & Englishmen”, con la incorporación de del pianista Leon Russell, las vocalistas Rita Coolidge y Claudia Lennear y tres baterías. Ofrecieron 48 conciertos y grabaron un disco en vivo. Las consecuencias no tardaron en llegar. Agotamiento físico, depresión y alcohol en exceso. No obstante, las interpretaciones de “Cry me a river”, “Feelin’ alright” y “The letter”, fueron nuevos éxitos en tierras norteamericanas.
Descanso obligado y lucha cotidiana contra su adicción al alcohol y las drogas. En 1972 volvió por sus fueros. Recital en el Madison Square Garden ante 20.000 personas y gira por Alemania, Italia y Australia. Nuevos problemas en la isla continente y expulsión expeditiva. Al año siguiente grabó “I Can Stand a Little Rain”, un álbum influenciado por el reggae con mucha aceptación que implicó otro gol al ángulo: “You Are So Beautiful”, compuesta por Billy Preston.
Tuvo una larga travesía en su lucha contra los excesos con resultados mixtos. No obstante, volvió recargado. En 1977 realizó una nueva gira por Australia, Nueva Zelanda y un aterrizaje suave durante tres noches en el Luna Park de la ciudad de Buenos Aires, en 1979 se unió a la gira “Woodstock in Europe”, con Arlo Guthrie y Richie Havens y realizó un recital multitudinario en el Central Park de Nueva York que devino en un álbum en vivo.
En la década del ’80 y ‘90 apareció una nueva faceta. Esta vez, sus canciones fueron telón de fondo de varias películas recordadas. Puso su voz, entre otras, en “Up where we belong” para el filme Reto al destino (obtuvo el Oscar a la mejor canción original), “Trust in me” para El guardaespaldas y la inoxidable “You can leave your hat on” para Nueve semanas y media.
Continuó grabando discos y girando por el mundo pero ocupó una parte de su tiempo en la creación de una fundación: The Cocker Kids Fundation, una institución sin fines de lucro radicada en el estado de Colorado, EE UU, y dedicada a la promoción de la educación, artes, deportes y recreación para los jóvenes.
Finalmente pudo superar sus adicciones pero no logró vencer un cáncer de pulmón que sería la causa de su muerte a fines de 2014.
Salú Joe! Por tu voz desgarrada y cavernosa, tus interpretaciones inimitables, tu sentimiento desbordante, tu energía desatada que nos transmitiste en momentos difíciles. Un integrante de nuestra popular imaginaria que siempre estaría subido al paravalanchas.
Ruben Ruiz
Secretario General