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Efemérides 13 de Mayo – Antonia Ferrín Moreiras

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La primera astrónoma nacida en Galicia

 

Un día como hoy pero de 1914 nacía Antonia Ferrín Moreiras, matemática, química, farmacéutica, astrónoma y profesora nacional gallega que realizó valiosos aportes en trabajos sobre ocultaciones estelares, medidas de estrellas dobles (cuerpos celestes que parecen muy cercanas vistas desde la Tierra) y astrometría (parte de la astronomía que se encarga de medir y estudiar la posición, la desviación angular de la posición aparente de un objeto visto desde el sujeto) y el movimiento propio de los astros.
Nació en Ourense, Galicia. Tercera hija de un matrimonio humilde y culto. Su padre era profesor de matemáticas y su madre ama de casa. En 1920 la familia se trasladó a Santiago de Compostela donde Antonia comenzó su enseñanza básica. Tres años después ingresó al Instituto General y Técnico de Santiago de Compostela donde cursó el bachillerato y continuó sus estudios secundarios en el Instituto Nacional de Secundaria en el que se graduó como bachiller universitaria.
A los 16 años ingresó en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) para iniciar sus estudios de Química. La precaria situación económica de su familia y el óptimo nivel de notas obtenidas durante sus estudios le permitió acceder a diversas becas que allanaron el camino universitario.
En 1935 logró graduarse como licenciada en Química y, paralelamente, como Maestra Nacional. Comenzó a trabajar en forma gratuita como profesora ayudante en Matemáticas y Física de la Facultad de Ciencias de la USC y como ayudante interina en el departamento de Ciencias del Instituto Arcebispo Xelmírez.
En 1936 ingresó como profesora de Matemáticas en la Escuela para niñas huérfanas “Nuestra Señora de los Remedios” y en 1937 comenzó sus estudios en la carrera de Farmacia. Simultáneamente, daba clases particulares para fortalecer su economía.
La Guerra Civil Española impuso el cierre de la universidad y, además, Antonia sufrió una denuncia anónima por sus ideas políticas cercanas a la República que implicó la apertura de un “Expediente de depuración”. El resultado fue su inhabilitación para desempeñar cargos directivos y de confianza y su apartamiento de la docencia.
No obstante, en 1940 solicitó la revisión de su causa y logró que cancelaran la pena. Eso permitió que recuperara su puesto docente en la facultad de Ciencias de la USC y cursar las materias pendientes hasta recibirse de licenciada en Farmacia. Al mismo tiempo, se graduó en la licenciatura de Matemáticas, que cursó como alumna libre en la universidad Central de Madrid (actualmente Complutense).
En esa época, conoció al matemático Enrique Vidal Abascal, director del Seminario de Estudios Matemáticos de la USC, con quien trabajó en el cargo de asistente y luego como profesora adjunta de su cátedra. Tiempo después le presentaron al astrónomo y sacerdote Ramón María Aller, fundador y director del Observatorio Astronómico de la USC que la introdujo en el misterioso mundo de los cuerpos celestes y cambió la visión académica y profesional.
El enamoramiento con la astronomía fue inmediato. En 1950 alcanzó una beca del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que le permitió trabajar en el Observatorio Astronómico y entre 1954 y 1956 finalizó la cursada del doctorado de Astronomía.
Durante esos años trabajó en el cálculo, medición y análisis de los fenómenos en la bóveda celeste. Comenzaron a aparecer con asiduidad sus publicaciones en la revista “Urania”.
En 1957 fue designada como profesora titular de la cátedra de Matemáticas de la USC. Fue la primera profesora de esa Facultad de Ciencias. En 1963 defendió exitosamente su tesis para doctorarse. Se tituló “Observaciones de pasos por dos verticales” (una meticulosa forma de determinar las latitudes de los cuerpos). Se convirtió en la primera mujer española que defendió una tesis sobre astronomía en su país.
Su trabajo fue trascendiendo y publicó sus estudios sobre ocultaciones estelares que permitieron dar pasos firmes para medir con precisión la desaparición de una estrella detrás de otro objeto del sistema solar y abría el campo de estudio de las posiciones ultraprecisas, las dimensiones, los porcentajes de radiación que los cuerpos reflejan cuando los impacta otra radiación, la detección de satélites o anillos.
Otro estudio impactante fue la medición de estrellas dobles, que son aquellas que parecen muy próximas vistas desde la Tierra pero que no siempre cumplen ese principio. Algunas efectivamente están muy cerca y se encuentran bajo el mismo campo de gravitación (binarias) y otras no, aunque lo parezcan (dobles ópticas).
Fueron acontecimientos importantes realizados por una mujer (hecho notable para la época), con equipos rudimentarios y desde un territorio alejado de la capital española. Además, lograron ser publicados en revistas especializadas que acreditaron dichas investigaciones.
A mismo tiempo, ejerció una incansable tarea docente. Fue designada Catedrática Numeraria de Matemáticas en la Escuela Femenina de Magisterio Santa María de la Universidad Central de Madrid donde impartió clases de astronomía y mecánica celeste y posteriormente, profesora adjunta en las cátedras de Estadística y Astronomía en la facultad de Matemáticas de la universidad Complutense de Madrid, cargos que desempeñó hasta su jubilación.
Su vida transcurrió entre Madrid y Santiago de Compostela. Entre el estudio del cielo, la docencia y los seminarios.
El inicio del verano de 2009 marcó su punto final. Los anteojos de pasos, el telescopio refractor, los detectores de ondas y los fotómetros la acompañaron con un silencio respetuoso.
Perseverante, inteligente, rigurosa, porfiada, incansable, amante de las estrellas, los destellos y los reflejos en el infinito paraguas celeste.
Salú Antonia Ferrín Moreiras!

Ruben Ruiz
Secretario General 


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