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Efemérides 12 de Junio – Anne Chapman

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Investigación de la vida y recuperación de la memoria de los pueblos del fin del mundo

Un día como hoy pero de 2010 se despedía Anne MacKaye Chapman, antropóloga franco-estadounidense que estudió a pueblos originarios de Centroamérica y se especializó en la investigación de las formas de vida y la cultura de los pueblos que habitaron Tierra del Fuego.
Nació en la ciudad de Los Ángeles, EE UU, en 1922. Hija de padre empresario arruinado por la Gran Depresión de la década del ’30 y madre defensora de los derechos de las mujeres y sufragista militante. A principios de la década siguiente emigró a México e ingresó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) donde se graduó como antropóloga y fue parte de la primera generación de egresados/as de esa carrera.
El ENAH (actualmente ubicada en Cuicuilco, al sur de la ciudad de México) es la escuela superior de antropología, arqueología, etnología, historia y lingüística del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México que también está conformado por la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete”, ubicado en Coyoacán (ciudad de México) y por la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México, ubicado en Chihuahua, ubicada en la norteña ciudad homónima.
Anne Chapman continuó sus estudios en la universidad de Columbia y luego en la universidad de París, popularmente conocida como La Sorbona, donde fue discípula del antropólogo, etnólogo y filósofo Claude Lévi-Strauss. También trabajó en el Centro de Investigaciones Científicas de Francia y del Museo del Hombre de París. Allí consolidó una idea que tendría enorme gravitación en sus investigaciones posteriores: la importancia que puede tener un solo informante para rescatar parte del legado de una cultura.
A mediados de la década del ’50 se trasladó a Honduras con un grupo de investigadores donde estudió la vida de dos pueblos originarios. Por un lado, los tolupanes, pueblo de cazadores- recolectores que cultivaban yuca amarga y comerciaban maíz y un cactus del cual se producía colorantes y utilizaban canoas monóxilas (construidas con un tronco ahuecado) en las que trasladaban sus productos.
Por otro lado, los lencas, con quienes Anne convivió durante dos años, pueblos guerreros que se dedicaban al cultivo de milpas (ecosistema en el que conviven el maíz, el frijol y la calabaza y, ocasionalmente, el chile) y a la alfarería y cuya lengua aún está sin clasificar debido a la confusión por determinar su origen dado las influencias del chibchano, del náhuatl y de lenguas mayas como el yucateco y el chol.
De ese trabajo de campo Anne Chapman publicó dos libros: Los libros de la muerte, el universo mítico de los Tolupanes, una descripción sobre la vida y la muerte desde su concepción mitológica y Los hijos del copal y la candela, dos tomos en los que se describen los ritos agrarios, la tradición oral de los lencas y datos sobre su cultura, mitos y leyendas a través del relato de campesinos de la región y sobre el significado de sus rituales y la mixtura con el catolicismo, impuesto a sangre y fuego por la colonización española.
En 1964 recibió una invitación de la arqueóloga Annette Laming-Emperaire, para estudiar las etnias americanas australes que entonces se creían extintas. Solicitó permiso para realizar este nuevo trabajo de campo y se trasladó al confín sur de América. Allí comenzó un estudio que la acompañó largos años sobre la vida de los pueblos fuéguidos (no confundir con fueguinos).
Esta denominación abarca a los pueblos originarios de Tierra del Fuego y zona de influencia (en los actuales territorios de Argentina y Chile) e incluye a los yaganes (o yámanas) que habitaban al sur de la isla Grande, los káwesqar (o alacalufes) que vivían al oeste de la isla; los selk’nam (u onas) y los haush (o mánekenk) que ocupaban el interior de la isla. Los dos primeros grupos eran recolectores y pescadores y los otros dos cazadores y con una mayor tradición guerrera.
Conoció a la última chamana de los selk’nam, “Lola” Kiepja, que vivía en una cabaña de una sola pieza cerca del Lago Fagnano y de Tolhuin, en el corazón de la isla Grande. Lola contaba que había heredado su poder sobrenatural de un tío materno, que su espíritu había sido transportado mediante un sueño y que ella había ejercitado varios años para adquirir la suficiente fuerza de concentración.
Con Lola Kiepja logró recopilar y traducir los cantos chamánicos de su pueblo y desentrañó pacientemente su lenguaje y sus rituales, especialmente el Hain, una violenta ceremonia de iniciación utilizada en esta sociedad extremadamente patriarcal para formar a los jóvenes en un razonamiento de superioridad sobre las mujeres y marcar el carácter que los definiría.
Pero en el invierno de 1966, la última chamana falleció y Anne cerró un capítulo de su investigación. En 1967 retornó a Tierra del Fuego y se contactó con Ángela Loij, hija de aborígenes y amiga de Lola que estaba muy involucrada con la cultura ancestral y la memoria histórica de su pueblo. Ayudó a traducir los cantos grabados por Lola, a recuperar historias de los últimos sobrevivientes y a relatar hechos del llamado genocidio selk’man (segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX) cuando se instalaron las estancias ovejeras.
Luego, inició una investigación sobre los yaganes, habitantes de las costas del canal de Beagle, las islas más australes y del Cabo de hornos. La realizó con cuatro mujeres: Úrsula y Cristina Calderón, Hermelinda Acuña, que era alacalufe pero criada como yagana y Rosa Clemente. Era un pueblo con costumbres menos patriarcales que los selk’man. La mujer era la que sabía nadar (los hombres no sabían), manejaba las canoas y pescaba. No obstante, el hombre dirigía la marcha cuando se necesitaba ir a mayor velocidad. En los ritos de iniciación, el chiejaus y el kina, participaban hombres y mujeres de manera bastante igualitaria.
Sus investigaciones fueron inscriptas en diversas publicaciones, fotografías, documentales y grabaciones que socializó en conferencias y que distribuyó en bibliotecas e instituciones escolares. Uno de los audiovisuales fue El Pueblo Ona: vida y muerte en Tierra del Fuego, en colaboración con Ana Montes de González (1977).
Luego publicó Drama y poder en una sociedad de cazadores: los Selk’man de Tierra del Fuego (1981), Los selk’nam: la vida de los onas (1986), La Isla de los Estados en la Prehistoria: primeros datos arqueológicos (1987), El fin de un mundo: los Selk’man de Tierra del Fuego (1990), Cabo de Hornos 1882-1883, reencuentro con los indios Yahgan, El fenómeno de la canoa yagán (2006), Lom, amor y venganza, mitos de los yámanas (2006), entre otros. Disecciones precisas de la vida, la cultura, la organización social y la tragedia de los pueblos originarios que habitaron las tierras más australes de América.
Una tarde calurosa de 2010 su corazón andariego dijo stop en París, ciudad donde vivió en varias etapas de su vida.
Salú Anne Chapman! Por descubrirnos un mundo tan cercano y tan silenciado, por tu empatía con estos pueblos lejanos que conociste e hiciste conocer a quienes tuvieran curiosidad por las historias de estas gélidas tierras, por tu divulgación casera y académica de los pueblos del fin del mundo.

Ruben Ruiz
Secretario General 


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