Símbolo de la lucha de Corea por su independencia
Un día como hoy pero de 1902 nacía Ryu Gwansun, activista contra la ocupación japonesa en Corea y una de las organizadoras del movimiento independentista coreano en la primera mitad del siglo XX.
Nació cerca de Cheonan , en la provincia de Chungcheong del Sur, en el seno del clan Goheung Ryu. Su abuelo y su tío protestantes, ejercieron una gran influencia cultural y política sobre la familia. Una atmósfera de toma de decisiones autónomas rodeó a Ryu desde su infancia. Fue la segunda de cinco hermanos y siempre se destacó por su inteligencia y memoria.
Cursó sus primeros estudios en su pueblo natal donde tuvo como maestra a la misionera canadiense Alice Hammond Sharp, cuyo nombre en coreano era Sa Aerisi, quien jugó un papel importante en el despertar patriótico de Ryu y le recomendó que continuara sus estudios en la Universidad de Mujeres Ewha, ubicada en Seúl. Logró su ingreso y comenzó otra historia en su corta vida.
La ocupación japonesa de Corea fue contemporánea a la infancia de Ryu. Comenzó en 1910, luego de los triunfos militares nipones frente a China y Rusia y se extendió sin resistencia a la península coreana. Como toda ocupación colonial cometió el error de sostener sin solución de continuidad un régimen socialmente opresivo, marcadamente desfavorable desde el punto de vista económico y humillante desde el cultural.
Corea no fue la excepción. La brutalidad colonial fue inmediata.
El país fue anexado contra su voluntad al imperio nipón, los cargos gubernamentales fueron ocupados íntegramente por japoneses, fue obligatorio el uso del japonés en las escuelas, los niños/as fueron obligados a estudiar la historia y la cultura de Japón, los periódicos se publicaban en el idioma del invasor, los alimentos producidos en Corea eran exportados y los coreanos debían comprar la comida al Japón a precios exorbitantes.
En enero de 1919 el rey coreano Gojong, opositor a la invasión, murió en un sospechoso suicidio y el pueblo coreano aprovechó ese hecho para unirse y mostrar su rebeldía ante el invasor. El historiador Choi Nam-seong redactó una Declaración de Independencia, que fue firmada por 33 patriotas y enviada al gobernador general de Corea. El 1º de marzo de 1919 se convocaron en el Parque Tapgol para iniciar una serie de protestas pacíficas que inundaron el país. Nació así el Movimiento 1º de Marzo o Samil que congregó a socialistas, nacionalistas, anarquistas, católicos y budistas al grito de Manse! (una traducción aproximada sería Viva Corea!). También se sumó el apoyo de los coreanos anticolonialistas que residían en China y Manchuria.
Los japoneses arrestaron masivamente a los organizadores de la convocatoria en Seúl y a todos los participantes pero no pudieron detener la marcha de los acontecimientos.
El 5 de marzo Ryu participó de una nueva marcha por las calles de la capital coreana. La manifestación fue reprimida por las fuerzas invasoras y Ryu logró regresar a su escuela junto a otras compañeras. El 10 de marzo las autoridades japonesas ordenaron el cierre de todos los establecimientos educativos y Ryu debió regresar a la aldea de Jiryeong-ri donde activó su fervor patriótico y lo diseminó.
Se juntó con algunos vecinos y organizó una manifestación por la independencia en la que participaron habitantes de Yeongi, Chungju, Cheonan y Jincheon. La cita fue en el Mercado de Awunae a las nueve de la mañana del 1º de abril de 1919 (1º de marzo del año lunar).
Participaron cerca de 3000 pobladores, una cifra inusitada para esa región. El ejército japonés reprimió con disparos y cuchillazos. Ryu fue gravemente herida y los nipones insistieron en llevarla detenida. Sus padres intentaron impedir la detención pero fueron asesinados en el acto. El saldo trágico fue de 19 manifestantes muertos. Ryu, finalmente, fue arrestada.
Ingresó a la comisaría de la policía militar japonesa en Cheonan y luego fue trasladada a la comisaría de Gongju. Fue intimidada y la policía le ofreció una pena menor a cambio de admitir su culpabilidad en los hechos y delatar a sus compañeros de lucha.
Ryu se negó a pesar de las torturas y fue sometida a juicio.
Ante el tribunal solicitó un juicio justo y argumentó en contra de que la causa la sustanciara un juez japonés y que los procedimientos estuvieran controlados por las autoridades invasoras y el ilegítimo gobernador general de Corea. Fue condenada a cinco años de prisión a cumplir en la cárcel de Seodaemun, en Seúl.
Durante el encarcelamiento se las ingenió para apoyar públicamente al movimiento independentista, por lo que fue castigada y torturada. El 1º de abril de 1920 Ryu organizó una protesta masiva de prisioneros/as en conmemoración del primer aniversario del levantamiento por la independencia de Corea.
Fue aislada en una prisión de castigo y torturada sistemáticamente. El 28 de septiembre de 1920 murió a causa de las heridas y golpes recibidos. Tenía solo 17 años.
Su ejemplo se fue difundiendo en todo Corea y se convirtió en un símbolo de la independencia, que se alcanzó veinticinco años después.
Durante esa larga resistencia fueron encarcelados por las autoridades japonesas más de 45.000 coreanos, 7500 de ellos fueron asesinados, y muchos pueblos y aldeas fueron incendiadas como método de represalia ante la negativa del pueblo coreano a ser colonia nipona.
Contra todo pronóstico del imperio japonés Ryu se convirtió en la “madre de la Patria”, a pesar de su corta edad y de su incipiente participación en el movimiento independentista.
Salú Ryu Gwansun! Por tu coraje y decisión. Un ejemplo evocador entre los millones que se oponen a la brutalidad, la prepotencia y la ignorancia de los poderosos de turno en cualquier rincón de nuestro planeta y en cualquier momento de la historia.
Ruben Ruiz
Secretario General