Líder de la primera República Negra en América Latina y el Caribe
Un día como hoy pero de 1743 nacía François Dominique Toussaint L’ouverture, político, militar, médico autodidacta y dirigente de la revolución antiesclavista en Haití a finales del siglo XVIII. Su consecuencia inmediata fue la independencia haitiana del yugo francés, sentar las bases de la erradicación de la esclavitud en esa isla y una república dirigida por la mayoría negra y esclava.
Toussaint Louverture nació cerca de Cabo Francés (hoy Cap-Haïtien), Saint Domingue, oeste de la isla La Española que actualmente alberga a República Dominicana y Haití. Hijo Hyppolite Gaou Guinou (no se conocen datos de la madre), esclavo originario de la región africana de Benín que trabajó en la hacienda del conde de Breda. Allí, Toussaint realizó tareas en la extensa plantación de azúcar, aprendió a leer y escribir, a cabalgar y a reconocer las hierbas del lugar y sus propiedades medicinales, trabajó de cochero y contramaestre de la hacienda hasta que fue declarado libre en 1776. Tenía 33 años. Al poco tiempo se casó con una mujer libre, Suzanne Simone Baptiste, con quien tuvo tres hijos.
Comenzaba una etapa de mucha polvareda. La Española era llamada “la perla de las Antillas” por su enorme producción de caña de azúcar, café y algodón. Explicaba el 20% de las exportaciones de Francia. Un caso atípico en el imperio francés. La explotación y la violencia de los terratenientes contra los esclavos era tremenda. Morían a raudales por agotamiento y enfermedades. La expectativa de vida de los esclavos era de 37 años.
Las ideas de la reciente Revolución Francesa llegaron a La Española e influenciaron a todas las clases sociales: blancos terratenientes que vieron una posibilidad de independizarse de la metrópoli, pequeños propietarios blancos que querían ascender socialmente, mulatos libres que querían dejar de ser explotados por los terratenientes y, especialmente, esclavos negros que olfatearon la posibilidad de ser libres y mejorar sus vidas miserables. La población de la isla estaba compuesta por 30.000 blancos, 40.000 mulatos y 550.000 esclavos negros.
Toussaint L’Ouverture era libre y tenía una pequeña plantación junto a otros 13 libertos. Había sufrido la esclavitud y compartía el sufrimiento de sus hermanos esclavos en la isla. En 1791 se unió a las fuerzas comandadas por “Dutty” Boukman, un esclavo y sacerdote vudú jamaiquino, junto a otros esclavos negros como Georges Biassou, Jeannot Bullet y Jean François Papillón y al líder mulato André Rigaud. Actuaban en el norte de la parte francesa de la isla, la zona más poblada y productiva debido a que se trataba de una extensa llanura con lluvias copiosas.
Estos esclavos ya habían enviado una nota a la Asamblea Nacional francesa advirtiendo su posición ante la inhumana relación humana existente: “…Sí, caballeros, somos tan libres como ustedes […] Somos sus iguales, por derecho natural, y si la naturaleza se congratula asimismo dando una diversidad de colores a la raza humana, no es un crimen haber nacido negro, ni una ventaja haber nacido blanco”. Claridad meridiana ante la selectividad ejecutada por los “portadores de los derechos humanos” que la circunscribían a blancos, europeos y propietarios.
El 14 de agosto de 1791 Boukman y la sacerdotisa Cécile Fatiman presidieron la ceremonia vudú en Bosque Caimán, en la que gran cantidad de esclavos se juramentaron luchar hasta obtener su libertad de los terratenientes blancos y bebieron sangre de jabalí. El 22 de agosto se inició la rebelión con el incendio de numerosas plantaciones y el asesinato de sus dueños blancos.
En ese tramo de la rebelión los esclavistas franceses eran sus enemigos y los españoles (ocupantes de la parte este de la isla) sus aliados. Toussaint aprovechó el adiestramiento militar español como pocos. Dirigió una fuerza de 3000 hombres y alcanzó una serie de rápidas victorias. Posiblemente en esa época se inició el alias de L’Ouverture (la Apertura) por su capacidad de abrir brechas en las filas enemigas. Otros indican que fue por su capacidad negociadora que posibilitaba encontrar consensos en situaciones riesgosas o cambiantes. En ese contexto de avance de los haitianos y españoles y la invasión británica en el este de la isla, los franceses enviaron a los comisarios Léger-Félicité Sonthonax y Étienne Polverel.
El 26 de agosto de 1973, ante la evidencia de que los españoles no querían abolir la esclavitud, lanzó su proclama: “Hermanos y amigos. Soy Toussaint L’Ouverture; quizás el conocimiento de mi nombre haya llegado a vosotros. He iniciado la venganza de mi raza. Quiero que la libertad y la igualdad reinen en Saint Domingue. Trabajo para que existan. Uníos hermanos y luchad conmigo por la misma causa. Arrancad de raíz conmigo el árbol de la esclavitud”.
Ese día los franceses liberaron a los esclavos. Un gesto para atraer a Toussaint que no pactó hasta que la Convención Nacional votara y promulgara la abolición de la esclavitud. Producido este acto público, inició su campaña contra españoles y británicos. Los venció en San Rafael, Les Gonaïves, Dondon, Saint-Michel-de-l’Attalaye, Bánica y Las Caobas, entre mayo de 1794 y agosto de 1795. Luego venció a viejos camaradas leales todavía a los españoles. Ascendió a general de brigada, general de división y general en jefe de las tropas de la isla.
Los británicos conquistaron la vecina isla de Guadalupe y mantenían algunas fortalezas en La Española pero concluyeron que no podrían derrotar a las fuerzas de Toussaint. Negociaron un acuerdo comercial que implicó compras de café, azúcar y algodón por parte Gran Bretaña y EE UU a cambio de armas y manufacturas y la retirada “pirata”. Quisieron reconocer a Toussaint como rey soberano de una nación independiente pero él se negó. Los blancos esclavistas no tenían legitimidad para tomar esa decisión. El pueblo también los había sufrido a ellos.
El acuerdo se perfeccionó en 1799. Meses más tarde, se produjo una desgarradora guerra civil con los mulatos comandados por André Rigaud. Los derrotó. Ante la necesidad de impulsar la economía, publicó un “Reglamento de cultivos” que rebeló a algunos pobladores del norte. También los derrotó y ajustició a trece cabecillas, entre ellos su sobrino, Hyacinthe Moise.
A principios de 1801 inició su campaña para conquistar el resto de La Española. Duró un mes y logró una victoria fulminante que lo depositó en Santo Domingo. El 8 de julio proclamó una constitución autonómica y fue designado gobernador con plenos poderes. Fue un acto inédito en las luchas insurgentes de América Latina y el Caribe. Fue la institucionalización del gobierno de los nuevos libres con su dinámica política soberana, proyectos y contradicciones.
Nació un estado nuevo que reorganizó todo el poder, unificó la economía de la isla con eje en las plantaciones, abolió la esclavitud, declaró la libertad de todas las personas negras, organizó la instrucción pública con una nueva currícula, planificó la construcción de escuelas rurales, talleres y la fundación del Liceo en Cabo Haitiano, estableció leyes contra el libertinaje, el robo, y la pereza y a favor de pobres e hijos extramatrimoniales para que no fueran desheredados.
El gobierno de Francia en manos de Napoleón reaccionó con violencia. Envió 32.000 tropas al mando del general Leclerc con órdenes de destruir esa amenazante experiencia popular y recuperar el control del territorio. La lucha fue feroz y desigual. Ante la dura resistencia haitiana, en 1803 se firmó un acuerdo: libertad para todos los habitantes, mantenimiento del grado y función de militares y civiles nativos y elección del lugar de residencia del líder negro.
Las fuerzas francesas incumplieron el acuerdo. Napoleón repuso la esclavitud, los oficiales haitianos fueron removidos y Toussaint Louverture arrestado, ingresado en la fragata “La criolla”, enviado con su familia a Brest (Francia) y encarcelado en el fuerte de Joux, en las frías montañas del Jura, donde murió producto de las enfermedades contraídas en las mazmorras.
Tal como predijo, encarcelaron a una persona pero no a un pueblo con ansias de libertad. En octubre de 1803 Jean-Jacques Dessalines, teniente de Toussaint y jefe de las tropas revolucionarias, reconquistó Puerto Príncipe y el 19 de noviembre derrotó a los franceses en la batalla de Vertières, cerca de Cabo Haitiano. El 1º de enero de 1804 proclamaron la independencia, retomaron su nombre originario, Haití (tierra montañosa), nombraron presidente al nacido esclavo Dessalines y elevaron al Espartaco Negro como su líder insumiso.
Los poderosos del mundo nunca perdonaron esa muestra de soberanía popular y hasta el día de hoy castigan a Haití por su coraje. Su pueblo no olvida. Lucha en silencio para lograr su segunda independencia y despegar de la pobreza más absoluta a la que es sometida.
Salú Toussaint L’Ouverture! Por ser un faro incandescente en el camino de la liberación de los pueblos.
Ruben Ruiz
Secretario General