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Efemérides 21 de Octubre – Martin Gardner

Martin Gardner
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El distinto que difundió las Matemáticas como si fuera un juego

Un día como hoy pero de 1914 nacía Martin Gardner, filósofo de la computación, periodista, escritor, divulgador científico especializado en matemática recreativa, crítico de la pseudociencias y cofundador del movimiento escéptico moderno. Creó y mantuvo el interés global en las matemáticas recreativas y en las matemáticas en general, durante la segunda mitad del siglo XX, mantuvo una extensa red de expertos y aficionados con quienes intercambiaba información e influyó en una gran cantidad de matemáticos, físicos, informáticos, filósofos, magos, artistas, escritores y una vasta lista de pensadores. También se interesó por la magia, la micromagia, el escepticismo científico y en Estados Unidos es considerado el decano de los rompecabezas.
Nació en Tulsa, estado de Oklahoma. Hijo de Willie Wilkerson Spires, una maestra especializada en el método Montessori y de James Henry Gardner, un geólogo petrolero Su madre le enseñó a leer antes de que iniciara la escuela primaria con lecturas de obras como El mago de Oz y su padre lo indujo hacia las matemáticas con una copia de la Enciclopedia de 5000 rompecabezas de Sam Loyd. Trucos y acertijos.
Ingresó en la Universidad de Chicago, donde estudió historia, literatura y ciencias y se licenció en filosofía en 1936. Trabajó como periodista del periódico “Tulsa Tribune”, redactor de la Oficina de Relaciones con la Prensa de la Universidad de Chicago y asistente social para la Administración de Ayuda de la ciudad donde desempeñó tareas en el “Cinturón Negro” de Chicago, una zona del suburbio sur de la ciudad de población mayoritariamente afroamericana.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cumplió servicios durante cuatro años en la Armada de los Estados Unidos a bordo del destructor de escolta “USS Pope” en el Atlántico. Finalizada la conflagración regresó a Chicago donde realizó estudios de posgrado sin recibirse. A principios de la década del ‘50 se mudó a la ciudad de Nueva York y trabajó como autor y editor de la revista infantil “Humpty Dumpty Magazine”, una de las revistas para niños más antigua de EE UU. También colaboró con otras publicaciones para niños y jóvenes.
En 1950, escribió un artículo titulado «El científico ermitaño» en el que se refirió por primera vez a la ciencia basura (que se basa en datos, investigaciones o análisis científicos espurios o fraudulentos y/o es impulsada por motivos políticos, ideológicos o financieros, no científicos). Dos años después amplió la investigación y publicó: En el nombre de ciencia: una revisión entretenida sobre los sumos sacerdotes y cultistas de la ciencia, pasado y presente. Ese año se casó con Charlotte Greenwald con quien tuvo dos hijos. Tiempo después se mudaron a Hastings-on-Hudson, pequeña población del estado de Nueva York, donde vivieron varias décadas y donde Gardner trabajó como escritor independiente.
En 1957 escribió su primera nota en la legendaria revista “Scientific American” que tituló “Juegos Matemáticos”. Una publicación en la que escribió los siguientes 25 años y cuya columna se transformó en la más popular de la revista. Algunos lectores empezaban por allí.
Los temas eran variados, divertidos y suscitaron un interés exponencial.
“Flexágonos” (sobre hexágonos flexibles creados mediante el plegado de una hoja de papel), “El juego de Hex” (juego de mesa abstracto de estrategia para dos jugadores tablero con forma de rombo de 11×11 celdas), “La paradoja del examen sorpresa”, “Cuadratura del cuadrado” (cómo cubrir un cuadrado utilizando cuadrados de tamaños diferentes), “Repiteselas” (forma geométrica que puede ser diseccionada en copias más pequeñas de sí misma), “El arte matemático de M. C. Escher (sobre de geometría y matemáticas para crear mundos visuales paradójicos e imposibles), “Fractales y la curva del copo de nieve de Koch” (relativo a una curva continua que no posee tangentes y obtenida por los métodos de la geometría elemental), “Paradoja de Newcomb” (estudio de un juego entre dos jugadores, uno de los cuales puede predecir el futuro), “Suelo de baldosa de Penrose” (sobre la cobertura de una superficie con un conjunto de baldosas aperiódicas).
También se dedicó a juegos de ingenio: “Juego de la vida” (cero jugadores cuyo estado inicial determina la evolución y no necesita ninguna entrada de datos posteriores), “Tangrams” (un antiguo juego chino que consiste en construir siluetas con siete formas geométricas iniciales sin solapar las figuras) o “Dados no transitivos (un juego parecido a Piedra, Papel o Tijera).
El 1960 publicó La Alicia anotada, una edición comentada de los libros Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a través del espejo de Lewis Carroll, con numerosos comentarios que aclaran los múltiples significados y referencias culturales que no son tan obvios para el lector moderno y devela aspectos enigmáticos y fascinantes de esas obras.
Su trabajo estuvo destinado a que la mayoría comprendiera fórmulas y problemas complejos. Su escritura era la consecuencia de un estudio concienzudo de los enigmas que debía desentrañar para sí mismo y devolver “masticado” a un público poco familiarizado con los números, combinaciones, conjuntos, álgebra o geometría. Fue un “número diez” en abrir caminos para establecer una matemática popular con ejemplos editoriales como “El problema de la secretaria”, “El conjunto de Mandelbrotel”, “Juego de la vida” de Conway, o sobre difusión de obras como El planiverso, de A.K. Dewdney (un profesor y sus alumnos informáticos diseñan un mundo virtual vertical en 2D, llamado Yendred, para estudiar su evolución y logran comunicarse con un habitante de ese hábitat digital que les explica el funcionamiento de innumerables detalles de su mundo bidimensional) o Gödel, Escher, Bach, una eterna trenza dorada, de Douglas Hofstadter (sobre la interacción sugerida entre los logros creativos del lógico austríaco, el artista neerlandés y el músico y compositor alemán).
Su artículo “Comunicaciones secretas” fue otro hallazgo anticipatorio. Había ingresado en el mundo de la criptografía (arte de proteger información transformándola mediante un código ilegible para mantener la confidencialidad) y de la factorización (proceso de descomposición de un número en el producto de sus factores).
Su columna describió el invento denominado RSA, un algoritmo utilizado para transmitir claves compartidas empleadas en la criptografía: una pública para cifrar y una privada para descifrar los datos. Con el tiempo se convirtió en un componente de la mayoría de los esquemas de transmisión de datos seguros (transacciones de internet, intercambios de comunicación, firmas digitales y para la seguridad de software). Esa publicación produjo zozobra en los servicios de defensa de EE UU y potenciales problemas legales para Gardner. Finalmente, el Departamento de Defensa claudicó en su reclamo y su desistimiento significó el final del monopolio criptográfico que había mantenido la Agencia Nacional de Seguridad.
Su diversidad temática no se detuvo y publicó: Matemáticas, Magia y Misterio, Los enigmas del robot, Los mágicos números del Dr. Matrix, Crónicas marcianas y otros ensayos sobre fantasía y ciencia, Izquierda y derecha en el cosmos, El idioma de los espías, Huevos, nudos y otras mistificaciones matemáticas, _Acertijos divertidos y sorprendentes-, entre otros
Erudito, maestro de problemas, equilibrista del asombro y el misterio, divulgador popular, adicto a la magia, distanciado de la computadora e internet, amigo de la máquina de escribir, la tijera, la goma de pegar y del fichero, trabajador, versátil, divertido, tímido, solitario.
En la primavera de 2010 dijo adiós en su silenciosa habitación de Norman, en las afueras de Oklahoma City.
Salú Martin Gardner! Por tu ingenio para transformar una ciencia dura como la Matemática en un espacio ameno, entendible, seductor. Por ser un traductor comprensible para los muchos/as que le escapan al mundo de los números y la lingüística compleja que acompañan y determinan nuestras vidas aunque no lo creamos…

Ruben Ruiz
Secretario General 


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