BBC: entre el periodismo de calidad y la tradición deformadora del imperio
Un día como pero de 1922 nacía la British Broadcasting Corporation (Corporación Británica de Radiodifusión) que se constituyó como el servicio público de radio y televisión del Reino Unido (hace un tiempo incorporó el servicio de redes de internet). Opera bajo lo dispuesto por una Carta real que garantiza su independencia frente a presiones comerciales y controles políticos partidarios. No obstante, en su historia ha sido criticada numerosas veces por su cercanía al partido Conservador, su posicionamiento con muchas de las políticas del establishment británico o su papel en la descripción de un imperio en decadencia.
Continúa siendo la organización nacional de radiodifusión más antigua del mundo y una de las cadenas de televisión más grande del planeta y mantiene un nivel de penetración comunicacional importante y extendido territorialmente. Emite para la isla de Gran Bretaña, Irlanda del Norte, islas adyacentes y territorios británicos de ultramar. En cada país del Reino Unido hay servicios focalizados de la BBC para esos territorios (por ejemplo BBC Scotland).
También emite a través del internet, satélite, TDT (televisión digital terrestre) y cable una amplia gama de canales de televisión en: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón y Tuvalu.
Además, tiene su brazo internacional. El Servicio Mundial BBC, financiado por el servicio de Relaciones Exteriores y la Commonwealth, que transmite programas de radio en onda corta, vía satélite y audio a la carta vía internet en 32 idiomas.
Con alrededor de 150 millones de oyentes a la semana, la BBC tiene la mayor audiencia de todas las emisoras internacionales.
“Broadcasting House” es su sede central ubicada en el noroeste de Londres. El personal efectivo es de 21.000 trabajadores/as (16.000 cumplen tareas en el área de radiodifusión pública) y el personal contratado a tiempo parcial o flexible alcanza la cifra de 14.000 empleados. Los trabajadores/as sindicalizados se agrupan en organizaciones sindicales por especialidad: la Unión Nacional de Periodistas, Bectu (sindicato de radio, cine y teatro) y Amicus (sindicato de técnicos y profesionales).
Ahora bien, la creación de la BBC tiene su historia…
La primera emisión pública en vivo en territorio británico se realizo desde la fábrica Wireless Telegraph and Signal Company, propiedad de Guglielmo Marconi, en junio de 1920. Fue un recital de la soprano australiana Dame Nellie Melba, patrocinado por Lord Northclife, del periódico “Daily Mail”. Se escuchó en Europa y llego hasta Nueva York. El impacto fue grande.
Corría el año 1922 y la Oficina General de Correos era un caos. Había recibido casi 100 solicitudes de licencia de emisión y levantó la prohibición existente debido a la petición de 63 sociedades inalámbricas con más de 3.000 miembros. Existía un ejemplo de expansión caótica: era EE UU. A fin de evitarlo la Oficina General de Correos propuso que se aprobara una única licencia de radiodifusión. La compañía ganadora de la compulsa fue un consorcio de fabricantes británicos de receptores inalámbricos que se encargaría del servicio de radio de forma experimental financiado con una regalía sobre la venta de receptores. Asomaba la “British Broadcasting Company Ltd”.
A fin de ese año John Reith, un calvinista escocés, fue nombrado Director General. El primer programa, emitido fue un boletín de noticias suministrado por las agencias y luego la lectura del pronóstico del tiempo, preparado por el servicio nacional de meteorología, el Met Office.
No obstante, el modelo de financiamiento fracasó porque los radioaficionados construyeron sus propios aparatos. Además, en esos momentos existía un gran debate sobre la relación entre los medios, el poder y el carácter público de la información. Los socios se querían retirar y Reith impulsaba la continuidad del servicio de radiodifusión unificado. Lo que faltaban eran recursos. En ese barullo se inició la huelga general de 1926 impulsada por el Congreso de Sindicatos Británicos (Trade Union Congress-TUC). El país se paralizó por nueve días. El gobierno tambaleó. La BBC fue acusada de parcialidad a favor de los patrones pero la falta de periódicos la posicionó como el medio de información más a mano de la población.
El 1 de junio de 1927, una Carta Real estableció la creación de una empresa pública de radiodifusión. Finalizaba la vida útil de la British Broadcasting Company Ltd y nacía su sucesora: la British Broadcasting Corporation, la famosa BBC. John Reith fue reelegido en su cargo de director general. Un primer escollo fue el precio de los micrófonos. Se alió con la empresa Marconi y crearon el icónico micrófono tipo A reconocido por su sonido fiable y su diseño bidireccional que permitía a los locutores sentarse uno frente al otro.
En 1932 la BBC lanzó el llamado Empire Service (Servicio Mundial) que cumplió un gran papel informativo durante la Segunda Guerra Mundial y fue el antecesor del BBC World Service. Ese año comenzó la emisión de señales de televisión de forma experimental pero la primera transmisión regular de TV se inició en 1936. Con el comienzo de la conflagración mundial en 1939 se suspendieron las emisiones televisivas, salvo las transmisiones del popular organista Reginald Foort que combinaba música clásica con dosis de patriotismo explícito. En esa época, la BBC trasladó sus operaciones fuera de Londres: primero a Bristol y luego a Bedford.
En 1953 se produjo la coronación de la reina Isabel II. Fue vista por 23 millones de personas y es considerada como el inicio oficial de la era televisiva en el Reino Unido. Se multiplicaron las ventas de televisores y amplió las operaciones de BBC TV. En 1954 transmitió el primer boletín informativo. En 1955 contrató a Orson Welles que dirigió seis micros de 15 minutos llamados Orson Welles’ Sketch Book. Curiosamente, en esa época la BBC perdió la exclusividad de la teledifusión dentro del Reino Unido con la aparición de la cadena privada ITV con programaciones regionales. El monopolio radiofónico llegó hasta la década de los setenta.
Actualmente, la BBC se financia mediante un impuesto televisivo que pagan los poseedores de televisores en el Reino Unido fijado por el Gobierno británico en acuerdo con el Parlamento. Además, se financia con la venta de programas, revistas, libros y DVD de elaboración propia. Tiene diez estaciones de radio, otras cinco radios de alcance nacional difunden solo en DAB (radiodifusión de audio digital) y por Internet y diez canales de televisión, una división de la BBC encargada de recoger y producir noticias e información de actualidad para las divisiones informativas de televisión, radio e internet (BBC News), el sitio web principal de la emisora (BBC Online) y la subsidiaria comercial (BBC Worldwide) responsable de un amplio abanico de actividades comerciales, entre las cuales está la administración de las estaciones en el mundo.
La BBC es reconocida por la calidad radial, televisiva y en coproducciones cinematográficas, por tener una oferta de programación que trasciende a lo ofrecido por el mercado, por ser uno de los mejores exponentes de la cultura británica y por sostener una agenda regular en defensa del medio ambiente y el cuidado de la casa común.
Junto a ese activo tiene un punto oscuro referido a su imparcialidad y que fue puesto en cuestión varias veces: su papel de catalizador para mostrar una unidad cuestionada por la variedad y diferencias en un imperio en retirada, su actuación durante la huelga minera de 1984 que duró un año, enfrentó el gobierno de Margaret Thatcher y cuya derrota implicó la consolidación del modelo neoliberal en Reino Unido, su postura en la Guerra de Malvinas por la que recibió críticas desde la Argentina y Latinoamérica por no cuestionar una nueva invasión (como lo hizo dignamente la izquierda británica en territorio pirata) y también por el gobierno conservador británico que pretendía un mayor apoyo en su decisión colonial, su política de censura hacia organizaciones como el Sinn Fein que buscaba una salida política cuando arreciaba la violencia en Irlanda del Norte, su posición ambivalente respecto al falso argumento de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak que justificó la guerra, los datos no verificados que ayudan a la desinformación dirigida en la guerra de Rusia y Ucrania.
Hitos de un servicio de información pública que fija sentido, genera opinión y mantiene una lucha cotidiana entre las presiones de los poderosos para “mostrar” una realidad y la realidad misma, compleja, contradictoria y con final abierto respecto al futuro individual y colectivo.
Ruben Ruiz
Secretario General