habló con El Destape Web de cara a los debates sobre el sentido de una reforma laboral
Esta semana se sancionó la ley de teletrabajo en el Congreso y la vicejefa de gabinete, Cecilia Todesca, deslizó la posibilidad de discutir las condiciones del mercado y legislación del empleo “sin tocar derechos”. Ante los cambios bruscos que produjo la pandemia, los tiempos de debate parecen acelerarse y resuena cada vez más un concepto sobrecargado en términos ideológicos: la reforma laboral.
La sola mención de estas palabras enciende las alertas de los trabajadores y es normal que eso suceda. Es que, históricamente, el término siempre fue asociado a la elaboración de leyes o proyectos que tendieron a recortar derechos y limitar la acción sindical colectiva. De hecho, este fue uno los objetivos que al macrismo le quedó pendiente cuando sucumbió en las elecciones presidenciales de 2019.
Generalmente, los grupos empresarios más grandes -en alianza con el ala más conservadora de la política- insiste en que la modificación de la estructura laboral argentina es necesaria para “promover el crecimiento y el desarrollo”, “rebajar costos altísimos” y “desarrollar el empleo”. Por empezar, estas premisas se materializan como mentiras en la realidad efectiva.
Desde la voz trabajadores, el secretario gremial de la CTA Autónoma, Rubén Ruiz, reflexionó: “Los cambios laborales tienen que estar precedidos de un plan económico a mediano y largo plazo. ¿Qué actividad vamos a privilegiar para insertarnos en el mundo? No podemos competir en cualquier rubro porque vamos a perder”. Al mismo tiempo, amplió: “No podemos obviar la abundancia de recursos naturales que tenemos y las ventajas que eso depara, porque perdemos dos veces. ¿Qué actitud tomamos frente al avance tecnológico? ¿Qué tipo de Estado necesitamos? ¿Cómo hacemos para generar un shock educacional que iguales posibilidades?”
“Con un sueldo promedio de $ 35.000 y casi un 50% de pobreza en la pospandemia es difícil pensar en cambios significativos. Más bien, el esfuerzo estará puesto en la defensa de derechos y en la pelea contra la inflación. El 30% de las empresas declararon que tendrán utilidades a pesar de la pandemia y la cuarentena”, sentenció.
El ejemplo del teletrabajo
Tras las críticas por parte algunas ramas del sector empresario, el Congreso finalmente sancionó la ley de teletrabajo. El instrumento lega regulará una modalidad laboral que se profundizó a raíz de la cuarentena por el coronavirus y que podría extenderse en el tiempo.
Las regulaciones específicas para cada rama de la actividad serán acordadas en los convenios colectivos que negocien los gremios y empresarios. Un punto central de la nueva normativa establece que las personas que trabajen bajo la modalidad de teletrabajo gozarán de los mismos derechos y obligaciones que quienes trabajen bajo la modalidad presencial. Para Ruíz, la ley “es un paso muy importante y llena un vacío legal existente en la actualidad, dota de certezas legales a los empleadores y consagra derechos específicos a los trabajadores”.
Fuente: eldestapeweb
Escribe: RODRIGO NÚÑEZ