Festejamos un nuevo aniversario de nuestro día en conmemoración del Decreto de Nacionalización del Gas que se firmó en 1945 y abrió una nueva etapa en el desarrollo de los servicios públicos en nuestro país. Nacía también el usuario del gas natural en gran parte de nuestra geografía y no solo en las grandes ciudades.
La APJ GAS envía un saludo fraterno a todos los trabajadores/as de la industria del gas natural que garantizan el transporte, la distribución y la comercialización del fluido en nuestro país, en los países vecinos y aseguran una parte importante de la generación eléctrica que consumimos los argentinos/as.
Esa primera decisión fue valiente y estratégica. Existía un vacío legal vigente desde 1940 por el cual la inglesa Compañía Primitiva de Gas continuaba prestando el servicio con la concesión vencida. Ningún gobierno se atrevía a resolver esa clara situación de ilegalidad en la prestación del servicio y de vulneración de los derechos soberanos.
La consecuencia fue la incorporación de millones de usuarios, el desarrollo de la infraestructura energética con claro sentido federal y una mejor calidad de vida en más ciudades y pueblos. El logo de la llamita, el gorro frigio y la imagen de la justicia se expandía en cada sucursal, vehículo, administración, barrio de viviendas, centro deportivo locación de Vacaciones Felices y su nombre insigne lucía en la ropa de trabajo de cada compañero/a.
Hoy nos encontramos ante una situación que nos vuelve a poner en el lugar de protagonistas del posible desarrollo nacional y regional. El gas natural se va consolidando en el mundo como el hidrocarburo menos contaminante para liderar una transición energética que permita elevar la calidad de vida y sea más amigables con el medio ambiente.
La disyuntiva mundial lo demuestra en forma clara. En la absurda guerra que se está librando en Ucrania, muere gente, se bloquean flujos financieros, se impide la participación en eventos globales pero el suministro de gas natural que alimenta a Europa no se interrumpe y las restricciones económicas no se aplican a las empresas de transporte y distribución de gas natural de los países contendientes ni tampoco a otros países receptores del fluido.
En Argentina, vivimos una situación paradójica. La producción es mayor a la capacidad de transporte, hecho que afectará un mayor consumo pospandemia. El desarrollo de gasoductos, plantas compresoras, redes e instalaciones regasificadoras que no supongan peligro a poblaciones cercanas serán imprescindibles.
En ese contexto, la sabiduría colectiva acumulada de los trabajadores/as de la industria del gas natural es vital. Si hay despegue en nuestro país estará íntimamente ligado a la estrategia que utilicemos para el uso racional, sustentable y estratégico del gas natural. Es un desafío y una oportunidad que tenemos como trabajadores/as, usuarios, habitantes de nuestra Nación y pobladores del Cono Sur.
¡Feliz día! Protagonicemos este nuevo momento y conquistemos derechos en forma plena.
COMISIÓN DIRECTIVA APJ GAS