Afrocolombiano cimarrón que desparramó Palenques de libertad
Un día como hoy pero de 1621 fue ejecutado y descuartizado Benkos Biohó, líder antiesclavista afrocolombiano, creador del primer pueblo libre de América latina, el Palenque de la Matuna, en territorio de Nueva Granada (actual Colombia).
Nació en la segunda mitad del siglo XVI en el archipiélago formado por las islas Bijagós, actualmente territorio de Guinea-Bissau, occidente de África. Pertenecía a la etnia bijagó. Era gente rebelde, guerrera y que cuidaba de los suyos. Pero el negocio esclavista pudo más. Hasta 1595 el reino de Portugal emitía licencias para traficar personas y desde ese momento fue el reino de España el que validó los convenios para permitir el tráfico de seres humanos capturados en África y utilizados como fuerza esclava en el Nuevo Mundo.
Benkos fue secuestrado en tierra africana junto a su esposa Wiwa, su hijo mayor Sando Biohó y su hija Orika por el traficante portugués Pedro Gómez Reynel, vendidos al comerciante Juan de Palacios y revendidos como esclavos al capitán español Alonso del Campo durante 1596 en Cartagena de Indias, bajo un sistema diabólico de triangulación de personas.
Su nombre fue cambiado por el de Domingo. Comenzaba su periplo de esclavo en tierras americanas junto a su familia. A finales de 1599 estalló una rebelión de los negros por las condiciones de vida y los abusos de los esclavistas. Al mando de 30 esclavos y esclavas estaba Benkos Biojó. Huyeron de Cartagena de Indias y se dirigieron hacia los pantanos de la Matuna. Respiraron aires de libertad entre la transpiración, el cansancio y el miedo a ser recapturados.
Inmediatamente, fueron perseguidos por una cuadrilla militar encabezada por Juan Gómez. Estaban mejor armados pero las ansias de libertad de los/as esclavos pudieron más. Derrotaron a los soldados españoles y rechazaron el intento de encarcelarlos. Acto siguiente, el gobernador Jerónimo de Zuazo y Casasola conformó una nueva cuadrilla al mando del capitán Diego Hernández Calvo. También fracasó y su jefe fue hecho prisionero.
A los esclavos/as rebeldes o fugitivos que vivían en libertad en lugares apartados de la ciudad o en el campo se los llamaba “cimarrones”. A sus asentamientos se los denominabas palenques, también llamados quilombos, mambises o cumbes. La primera línea constructiva eran una empalizada que circundaba el lugar ocupado (a veces le agregaban piedras acopiadas para su defensa). Dentro había chozas, una fuente de agua, tierras para cultivar, un almacén subterráneo y un depósito de armas (hachas, cuchillos, lanzas; no usaban armas de fuego).
Sembraban maíz y zapallo, cazaban o robaban ganado, tenían estructuras militares con un teniente general, un teniente de guerra, un alguacil mayor, un tesorero y eventualmente había un líder espiritual. Mantenían una vida comunitaria, cuya característica era la igualdad de todos sus miembros tanto para el trabajo como para el reparto del alimento, el comportamiento social y las obligaciones guerreras.
Benkos Biohó fue su líder y rey del Arcabuco. Organizó palenques en Tolú, Mompós, Mahates y Tenerife, invadió las sabanas de Corozal (hoy Sincelejo), organizó poblaciones en el delta del río Magdalena y se fue difundiendo la existencia del reino de los negros libres que sumó integrantes de etnias enfrentadas en su lugar de origen como los congos, minas y terranovos. Paralelamente, consensuó sus intereses con los indios de la región y los colonos de la depresión Momposina.
Todos los intentos de derrotar a los cimarrones fracasaron. Finalmente, en 1605 el gobernador de Cartagena comenzó a discutir un tratado de paz con el Palenque de Mantuna que se instrumentó en 1613. Se acordó el libre tránsito de los cimarrones por la ciudad, la posibilidad de establecerse en las cercanías de Cartagena y tener libertad de movimiento en la región. A cambio, el Palenque debía dejar de recibir más cimarrones, no promover nuevas fugas y Benkos debía abdicar el uso del título de rey. No desaparecieron todas las tensiones y entreveros pero la vida cotidiana se fue ordenando.
El pacto fue incumplido por los españoles en 1619. El nuevo gobernador García Girón apresó a Benkos Biohó mientras transitaba por la ciudad a caballo. Ordenó su procesamiento y ejecución. El argumento fue que imponía un respeto desmedido entre la población “de todas las naciones Guineas” que había en la ciudad y que eso era peligroso.
Benkos fue ahorcado y descuartizado y se lanzó una ofensiva sangrienta contra el Palenque que logró su desarticulación. Pero si el objetivo fue que esa situación se consolidara, también fracasaron. Unas décadas más tarde Mantuna renació y junto a otras poblaciones construyeron las bases del futuro pueblo de San Basilio que existe en la actualidad. Y en la región circundante de Montes de María se establecieron otros 600 palenques cimarrones.
El mito de Benkos continuó creciendo entre la población negra y su reconocimiento popular también. La historia lo tuvo invisibilizado hasta hace pocos años en que Colombia se declaró una nación plurinacional y lo estampó en su Constitución aprobada en 1991.
Las consecuencias de esa lucha continua de los negros y negras del norte de Colombia llegan hasta nuestros días. Por primera vez llega al Congreso Nacional colombiano una mujer nacida en Palenque. Se trata de la etnoeducadora y directiva de Asopradulce (agremiación de las mujeres productoras de dulces) Dorina Hernández Palomino que cosechó 83.186 sufragios y fue la segunda más votada en el departamento de Bolívar.
Las mujeres que llevan una cesta llena de frutas sobre sus cabezas e industrializan esos productos y que luchan por el reconocimiento de los derechos ancestrales y la cultura milenaria de la comunidad afro ingresan con fuerza a la Cámara de Representantes.
Salú Benkos Biohó!! Por tu vida cimarrona que derramó ideas y prácticas de libertad en el norte de América latina, por tu coraje para romper las cadenas y mantener la lucha por no volver a ser esclavo, por fundar el primer pueblo libre en nuestro continente.
Ruben Ruiz
Secretario General