El músico de vanguardia que revolucionó el jazz más de una vez
Un día como hoy pero de 1926 nacía Miles Dewey Davis III, trompetista, compositor y productor estadounidense que definió los sonidos del jazz moderno gracias a su audacia para fusionarlo con el rock, el funk y el soul. Genio y figura de una música que, como el tango, el fado y el flamenco, expresan intensamente la sensibilidad, el sufrimiento y la alegría de los marginados.
Nació en Alton, condado de Madison, Illinois, EE UU. Hijo de Cleota Mae Henry, profesora de música y Miles Dewey Davis Jr., dentista. Desde chico escuchaba música negra originaria de Nueva Orleans y Saint Louis. Educaba su oído escuchando por radio “Harlem Rythms”. A los 12 años comenzó a recibir clases de trompeta. Luego, estudió en la East Saint Louis Lincoln High School; simultáneamente, tocaba en grupos locales los fines de semana e integró la Eddie Randle’s Blue Devils, una banda regional.
Su inquietud lo llevó a Nueva York. Aquerenciado en la gran ciudad, conoció el mundo jazzero local y comenzó a tocar en la banda de Billy Eckstine. Algunos de sus compañeritos eran Charlie Parker y Dizzy Gillespie, que tenían una interpretación veloz e improvisaban solos en forma recurrente. Para seguirles el ritmo, Miles Davis tuvo que perfeccionarse e ingresó en la Juilliard School, un conservatorio de artes, en el que consolidó sus nociones de teoría musical.
Munido de nuevos conocimientos y horas de práctica comenzó a tocar con sus compañeros en el bar Minton’s, la “capital mundial del jazz negro”, donde también se codeaba con músicos de la talla de Duke Ellington, Thelonious Monk, Bud Powell, Fats Navarro o Max Roach. Vorágine de nuevos ritmos y estilos y nacimiento del bebop, jazz identitario de la década del ’40 que copó la escena con fraseos cortos, rápidos y agudos. Para esa época había abandonado sus estudios en el conservatorio. Aprendía mucho más con sus compañeros de banda.
El bebop surgió como respuesta a la música comercial de las Big Band, estaba integrado por excelentes músicos -en general marginales-, sumaba a integrantes de otros grupos en míticas jam sessions y tenían un lugar común: el sindicato negro de músicos que entabló una larga lucha contra el monopolio de las grandes radios y grabadoras que los excluían por cuestiones estéticas y político-raciales. Fue una escuela musical formidable en donde Miles Davis aportó su talento y donde también tropezó con el alcohol y la heroína siendo muy joven. Una adicción que lo perseguiría durante muchos años.
Durante 1947 integró la banda de Charlie Parker. Su genio ya despuntaba y al año siguiente organizó un noneto con una sección de vientos novedosa: trompeta, saxo alto, saxo barítono, trombón, corno francés y tuba, unos músicos sólidos (Gerry Mulligan, John Lewis, J. J. Johnson y Kenny Clarke, entre otros) y un arreglador de lujo, el canadiense Gil Evans.
Estaba buscando ritmos nuevos y se comenzaba a diferenciar de sus compañeros de ruta en tres facetas: pensaba que el jazz debía traspasar la barrera de la improvisación y la destreza, le daba importancia a la teoría musical (a pesar de abandonar el conservatorio) y no renegaba de su colaboración con músicos y compositores blancos. Esa postura le trajo algunos problemas en la comunidad de músicos negros pero le permitió tener una gran amplitud musical y tocar con músicos y compositores talentosos.
Grabaron un álbum mitológico, Birth of the Cool, que en ese momento no tuvo gran repercusión pero significó una fractura musical con sus maestros Dizzie Gillespie y Charlie Parker. Menos velocidad, menos agresividad, mayor importancia de los silencios, nuevas tonalidades, mayor espacio entre las improvisaciones, melodías más reconocibles. Un salto de calidad. Nacía el cool jazz.
En 1949 participó del Festival Internacional de Jazz en Paris y advirtió un reconocimiento mayor del público europeo que del estadounidense. Retornó a EE UU pero no consiguió que lo contratasen. Algunos músicos copiaban su estilo y él era descartado. Se sumergió en el mundo de las adicciones en profundidad. Tocó fondo. Su vuelta al pueblo natal, la práctica del boxeo y la presencia de su padre lo ayudaron a superar el chubasco. Reinició su camino en 1955 en el Festival de Jazz de Newport con una banda integrada por Thelonious Monk, Connie Kay, Percy Heath, Zoot Sims y Gerry Mulligan, una gran interpretación de “Round Midnight» y un solo arrollador de Miles que deslumbró a la crítica.
Formó el “Miles Davis Quintet”, con el saxofonista John Coltrane, el pianista Red Garland, el contrabajista Paul Chambers y el baterista Philly Joe Jones. En seis meses grabaron cuatro álbumes: Cookin’, Steamin’, Workin’ y Relaxin’. Se terminaba su contrato con Prestige. Empezaba su relación contractual con Columbia Records. Su primer LP, Round About Midnight, tuvo una buena repercusión. Empezaba el hardbop, combinación de bebop con el ascendente rhythm ‘n’ blues.
En 1957 volvió a Paris, grabó a golpe de improvisaciones la banda sonora de la película Ascensor para el cadalso, de Louis Malle, interactuó con Pablo Picasso, Jean Paul Sartre y se topó con Juliette Greco, la musa del existencialismo francés y futura gran amante. En 1958 grabó Milestones y un año después el legendario Kind of Blue donde utilizó escalas en lugar de series convencionales de acordes. Comenzaba el jazz modal. Nacía el jazz moderno.
A finales de 1964 formó un nuevo y prolífico quinteto con Wayne Shorter en saxo tenor, director musical y compositor, Ron Carter en contrabajo, Herbie Hancock en piano y Tony Williams en batería. Empezaba su acercamiento al free jazz. En esa época lo interpelan la muerte de Martin Luther King, la guerra de Vietnam, la música de Jimi Hendrix, el funky de “Sly and the Family Stone” y James Brown y experimenta con tonos africanos y orientales. Su cabeza bullía con nuevos sonidos.
Formó otro quinteto con el guitarrista John McLaughlin, el bajista Dave Holland y los tecladistas Chick Corea y Joe Zawinul. Se presentaron con In a Silent Way y arrasaron con Bitches Brew. Según la prensa nacía el jazz rock, Según Miles Davis era solo “jazz negro”. Luego, con diferentes formaciones continuó grabando y salieron al ruedo: _ Live-Evil_, On the corner, Dark magus y Big fun
Su vida sentimental estuvo plagada de amores intensos y de violencia doméstica. Su primera esposa, la bailarina Frances Taylor con quien tuvo cuatro hijos, lo atestiguó sin cortapisas en la película Birth of The Cool. Habló de la genialidad del músico y de su misoginia. Su segunda esposa, Betty Mabry (conocida como Betty Davis) fue el reverso. Lo encandiló, lo acercó al rock, le cambió la estética, influyó en su inmersión al jazz rock y lo dejó por Jimmi Hendrix. Su tercera esposa, la actriz Cicely Tyson, también sufrió el machismo de Davis y sus adicciones aunque siempre prefirió relativizarlas.
Entre 1975 y 1980 Miles tuvo un grave accidente, una recaída con las drogas y una profundización de su diabetes. Volvió recuperado en 1981 y en esa década grabó The Man With The Horn y Star People, entre otros. En 1985 finalizaría su relación con Columbia Records con el álbúm You’re Under Arrest, en el que incluyó versiones pop de Cindy Lauper y Michael Jackson y se zambulló con material original en temas políticos, raciales, contra la contaminación y las guerras.
Finalmente, inició su relación contractual con la Warner Bros y editó Tutu, Amandla (que en lengua zulú significa energía), en los que incorporó ritmos caribeños como el zouk, ritmos africanos y música electrónica. Antes de morir había comenzado un nuevo álbúm: Doo-Bop, un proyecto de Davis que quería musicalizar los ruidos de la calle que se escuchaban desde su ventana. Alcanzó a componer seis temas y el disco fue completado por el productor musical de hip hop Easy Mo Bee. Era otro acercamiento hacia los nuevos ritmos que aparecían en el mundo urbano y el inicio del acid jazz.
El 28 de septiembre de 1991 las enfermedades que lo aquejaban ganaron la partida.
Innovador nato, imaginativo, estudioso, audaz, ambicioso, violento, de turbulenta vida nocturna.
Salú Miles! Por tus composiciones sin límites, por tu tozuda búsqueda creativa, por tu jazz infinito…
Ruben Ruiz
Secretario General