Desde la APJ GAS sostenemos que cualquier mejora del ámbito laboral incluye una visión integral de dicha problemática porque no se trata solo de la cuestión edilicia sino de un importante factor a tener en cuenta: la vida de los trabajadores/as que llenan cotidianamente cada uno de los pisos y hacen posible -junto al resto de los compañeros/as de las planteas y secciones- que se transporte gas natural en 16 provincias de nuestro país.
En ese punto, cualquier mudanza produce beneficios y perjuicios que abarcan una serie de aspectos centrales en la vida cotidiana de cada uno de los trabajadores/as afectados pero también aspectos legales de la concesión realizada en su momento por el gobierno nacional.
Respecto al primer aspecto, consideramos que una decisión de este calibre se toma pensando en las mejoras que pueden traer asociadas y los cambios inevitables que se están produciendo respecto a los espacios y modos de prestación laboral. No obstante, percibimos dos cosas: que se toman como punto de partida observaciones sobre los aspectos edilicios y el ambiente de trabajo que la mayoría de los trabajadores/as nunca vinculamos a una mudanza y que, presumiblemente, se avance sobre el diseño y construcción de nuevas oficinas sin requerir la opinión de los directamente vinculados a este cambio de magnitud que sufriremos o disfrutaremos.
Es indudable que la mudanza al límite norte de la ciudad perjudica -principalmente- la movilidad de decenas de trabajadores/as que viven en la zona sur y el oeste del gran Buenos Aires, en la ciudad de La Plata y en el sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Además, perjudica a las compañeras que cuentan con la posibilidad de enviar sus hijos a diversos jardines maternales en las inmediaciones del edificio de Don Bosco y que no contarán con esa posibilidad profusa en el barrio de Núñez y a los compañeros/as que adquirieron con esfuerzo viviendas en las cercanías de Almagro para mejorar sus posibilidades de traslado a su lugar de trabajo.
Por último, actualiza un pedido realizado reiteradamente por la APJ GAS respecto a que los trabajadores/as de sede central somos los únicos en la empresa que no cobramos un viático por almuerzo o un almuerzo abonado por TGN y que, en el caso del barrio elegido para la mudanza, profundizará esa diferencia porque es indudable que los precios allí son más altos en cualquier rubro que se tome como referencia.
Es decir: estamos hablando de afectación de las condiciones de trabajo que deberán tener una contra prestación concreta para que la economía de cada trabajador/a no se vea afectada por un cambio de domicilio que no generamos ni buscamos.
La APJ GAS no se opone a los cambios por default ni es ciega a la dinámica permanente en el mundo del trabajo. Pero esa misma dinámica implica el respeto irrestricto de las condiciones de trabajo adquiridas con años de lucha, la reparación de los perjuicios ocasionados y el mejoramiento continuo de las mismas.
COMISIÓN DIRECTIVA APJ GAS